EE UU

Arranca el voto anticipado en Georgia que definirá la mayoría en Senado

La votación anticipada durará tres semanas y está en juego dos puestos en la cámara Alta. Los demócratas esperan arrebatar los escaños en poder de los republicanos

Los primeros votantes hacen cola en Atlanta para emitir sus votos que determinarán el control del Senado
Los primeros votantes hacen cola en Atlanta para emitir sus votos que determinarán el control del SenadoELIJAH NOUVELAGEREUTERS

El 5 de enero los ciudadanos de Georgia están llamados a votar en las elecciones más decisivas de los últimos años. En juego hay dos escaños para el senado, los dos últimos por adjudicar. A los republicanos les basta con uno para asegurar su mayoría en la Cámara Alta. Los demócratas, en cambio, necesitan los dos para alcanzar un empate que rompería el voto de la vicepresidente, Kamala Harris.

Por tanto lograrían controlar el poder legislativo -ya son mayoría en el Congreso- por primera vez desde los dos primeros años de Barack Obama en la Casa Blanca. Por importante que fuera el cambio del 3 de noviembre, todos saben que Joe Biden gobernará de muy distinta forma en función de Georgia.

Una victoria de los republicanos, Kelly Loeffler y David Perdue lo abocará a las siempre dudosas órdenes ejecutivas y lo obligará a intentar pactar con un senado republicano en un clima de polarización arrebatada. Fruto del interés con el que se sigue la gran batalla ha sido la irrupción de decenas de millones de dólares en donaciones, mientras los dos partidos reclaman a sus voluntarios y a sus pesos pesados que orienten todos los cañones hacia el estado en juego.

Pero a los republicanos, obvios favoritos, no está claro que les ayude seguir demasiado cerca los mensajes sobre Georgia de un Donald Trump que ayer mismo parecía pedir que el gobernador Kemp y el secretario de estado, Raffensperger, ambos republicanos, sean encarcelados. La tensión entre la Casa Blanca y los cargos locales es talque Loeffler y Perdue han pedido formalmente a Raffensperger que «compile y publique una lista final de votantes recién registrados» antes del 5 de enero.

El problema es que el mismísimo partido, a través de su Comité Nacional del Senado, ha respondido que recibe «copias de los votantes de Georgia recién registrados todos los días» y que dicha información ha sido compartida por el propio partido con «las campañas del Senado de Perdue y Loeffler». Raffensperger ha calificado las palabras de los senadores de «vergonzosas». También ha pedido a su partido que «deje de concentrarse en mí y dirija sus energías a ganar la segunda vuelta del Senado.

«Siendo vergonzoso que los senadores Perdue y Loeffler no sepan que los datos que quieren ya están disponibles públicamente», añade, «es aún peor que no sepan que sus propias campañas ya tienen los datos que buscan. La votación anticipada ya ha comenzado, pero no es demasiado tarde para que llamen a sus oficinas y pongan en orden sus campañas». Para los republicanos es crucial que Jon Ossoff y Raphael Warnock no acaben jurando el cargo. Las luchas intestinas y el clima guerracivilista no parecen conformar el mejor escenario posible para afrontar una carrera crucial.