Muere un bebé de seis semanas tras ser sumergido en el agua en su bautizo

El polémico bautismo que reciben los niños en la Iglesia Ortodoxa se ha llevado la vida de un bebé de apenas seis semanas de vida en Suceava (Rumanía). El ritual, que implica sumergir enérgicamente a los recién nacidos tres veces en agua bendita, ha abierto un debate en el país centroeuropeo sobre las prácticas de la comunidad religiosa.

El niño sufrió un paro cardíaco durante el bautismo y fue trasladado de urgencia al hospital, pero murió unas horas después. La autopsia reveló líquido en sus pulmones, por lo que la Fiscalía ha abierto una investigación por homicidio contra el sacerdote de la iglesia. Alexandru Mazarache, el sacerdote que ofició el bautismo, se ha “autosuspendido” a la espera de que las autoridades concluyan su investigación de los hechos, según informa Efe.

El incidente no ha sido el único de este tipo que rodea a la Iglesia Ortodoxa, según explican medios locales. Las redes sociales han denunciado la peligrosidad de este ritual y han lanzado una petición online para cambiar la tradición. “La muerte de un bebé recién nacido a causa de esta práctica es una gran tragedia. Este riesgo debe descartarse para que triunfe el gozo del bautismo”, comentan los responsables de la petición, que acumula cerca de 60.000 firmas.

El portavoz de la iglesia, Vasile Banescu, sugirió a los sacerdotes que la institución permite verter un poco de agua en la frente del bebé en lugar de sumergirlo por completo para evitar este tipo de tragedias. No obstante, el ala más tradicional de la Iglesia Ortodoxa se opone a cambiar el ritual. Más del 80% de los rumanos son ortodoxos y la Iglesia es una de las instituciones más confiables, según las últimas encuestas de opinión.