Activista

¿Quién es la Greta Thunberg india que ha sido acusada de “sedición”?

La ecologista Disha Ravi, de 21 años, es considerada una «conspiradora clave» por ayudar a los granjeros indios

People hold placards during a protest against the arrest of 22-year-old climate activist Disha Ravi, in Bengaluru, India, February 15, 2021. REUTERS/Samuel Rajkumar
People hold placards during a protest against the arrest of 22-year-old climate activist Disha Ravi, in Bengaluru, India, February 15, 2021. REUTERS/Samuel RajkumarSAMUEL RAJKUMARREUTERS

No hay causa medioambiental en la que Disha Ravi, de tan sólo 21 años, no se haya involucrado. La joven de un barrio humilde de Bangalore ha luchado contra las inundaciones de su ciudado a favor de la conservación del macaco de cola de león, ha intentado paralizar una central hidroeléctrica india, ha limpiado lagos, ha plantado árboles... Fiel a sus principios ecologistas, Ravi trabajaba en un restaurante vegano con productos puramente a base de plantas. La han apodado “la Greta Thunberg india”, sobre todo porque Ravi es una de las fundadoras de la rama local de «Fridays for Future», el movimiento global iniciado por Thunberg contra el cambio climático.

Sin embargo, para las autoridades de India, el activismo medioambiental de Ravi ha ido demasiado lejos. En medio de las manifestaciones de los granjeros contra las nuevas leyes agrícolas del Gobierno de Narendra Modi, la joven preparó un documento con un manual de protesta para los agricultores indios. De acuerdo con los investigadores, Ravi compartió ese documento con Greta Thunberg que, una vez se filtró, le pidió que lo eliminase. Pero la activista sueca llegó a compartirlo en redes sociales.

Protestas en Bangalore, India, ayer, tras la detención de la joven activista
Protestas en Bangalore, India, ayer, tras la detención de la joven activistaAijaz RahiAP

Las protestas de los granjeros indios suponen todo un reto para Modi. En septiembre, el Parlamento presentó tres leyes para reformar el sistema agrario indio, y desde entonces las marchas han ido ganando acólitos, hasta que a finales de enero, su protesta fue una de las más multitudinarias que se recuerden. El problema es que la jornada de indignación campesina coincidió con el día de la República india, el 26 de enero, y que se registraron choques con la Policía. Un manifestante murió y cientos de campesinos y agentes resultaron heridos.

Así que había que buscar culpables y el viernes por la noche, la Policía fue a buscar a Ravi a su casa de Bangalore. Después se la entregaron a la Policía de Nueva Delhi. Ayer se presentaron cargos en su contra. Las autoridades creen que Ravi fue una «conspiradora clave tanto en la formulación como en la difusión del documento». Fue este escrito lo que llevó a la Policía de Delhi a iniciar una investigación criminal, pues según las Fuerzas de Seguridad evidencia una «conspiración para librar una guerra económica, social, cultural y regional contra India», se defendió la Policía de Delhi en Twitter.

La activista india se derrumbó ayer, al comparecer ante la Corte. Ravi indicó que ella no escribió el documento que está en el ojo del huracán de las autoridades indias. «Queríamos apoyar a los agricultores. Edité dos líneas el 3 de febrero». Pero la Policía de Delhi insiste: «Colaboró con grupos separatistas para difundir el descontento contra el Estado indio». Sin embargo, el arresto de Ravi ha traído una nueva oleada de protestas e ira contra el Gobierno indio en ciudades como Bangalore o Bombai.

Nueva “atmósfera de terror” en India

«La atmósfera de terror que se está creando en India es nueva y da mucho miedo», comenta una activista social y política de Nueva Delhi a LA RAZÓN. La joven prefiere mantenerse en el anonimato porque las nuevas leyes en India «acusan muy a la ligera a cualquiera de terrorismo o de ser enemigo del país». Además acaban de pasar una legislación por la que «tenemos que pedir permiso para organizar cualquier tipo de seminario, conferencia, webinar, aunque sea online». Para ella, no hay duda, «han usado a Ravi como cabeza de turco para que el resto de jóvenes y activistas no osen unirse al movimiento de los granjeros».

Según cuenta desde Nueva Delhi, “Ravi es una chica muy joven, hija de madre soltera, muy comprometida con el medioambiente, no se merece este caso ni estas acusaciones. No obstante, estamos en una nueva India, en la que gradualmente se han ido promulgando nuevas leyes y medidas más restrictivas. Se respira un ambiente de terror”, incide la joven.