Masacre en EE UU

El acusado de matar a ocho mujeres en Atlanta, seis de ellas asiáticas, asegura que es un “adicto al sexo”

Robert Aaron Long, un joven de 21 años, fue arrestado en una persecución de película por los tres tiroteos en centros de masajes y spas de Georgia

Al menos ocho personas han muerto asesinadas por un tirador en Acworth y Atlanta, en Georgia. Seis de las víctimas eran mujeres asiáticas. El presunto asesino, Robert Aaron Long, de 21 años, fue arrestado por la policía tras una persecución que las autoridades calificaron de breve. Había abierto fuego en tres salones de masajes.

Lejos de estar motivados por el racismo, como se especuló en un primer momento, los ataques tendrían que ver con una nebulosa psiquiátrica que incluiría las obsesiones sexuales del asesino y sus evidentes problemas de salud mental.

Retiran un cuerpo del salón de masajes Gold Spa después del tiroteo
Retiran un cuerpo del salón de masajes Gold Spa después del tiroteoERIK S. LESSERAgencia EFE

Jay Baker, capitán de la oficina del del Sheriff del condado de Cherokee, explicó ante la prensa que el detenido había admitido la autoría de los crímenes, que achaca a su obsesión con el sexo. De alguna forma el asesino habría explicado a los interrogadores que el baño de sangre fue algo así como un intento, entre monstruoso y patético, de zanjar su irrefrenable necesidad de contratar servicios sexuales. «Ha indicado que tiene algunos problemas, potencialmente una adicción sexual, y que puede haber frecuentado algunos de estos lugares en el pasado».

«Los balnearios suponían una tentación que quería eliminar», añadió, «aún es temprano, pero eso es lo que dijo». La alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, ha felicitado en un comunicado a la policía por su rápida actuación y ha recordado que si bien se desconoce la motivación del asesino, «un crimen contra alguien de la comunidad es un crimen contra todos nosotros».

El ex presidente, Barack Obama, escribió en Twitter que «incluso mientras luchamos contra la pandemia, hemos seguido desatendiendo la epidemia de violencia armada que se ha prolongado durante tanto tiempo en Estados Unidos. Aunque el motivo del tirador aún no está claro, la identidad de las víctimas subraya un aumento alarmante de la violencia contra los asiáticos que debe terminar». Para Obama, «los tiroteos de ayer son otro trágico recordatorio de que tenemos mucho más trabajo por hacer para implementar leyes de seguridad de armas guiadas por el sentido común y erradicar los patrones generalizados de odio y violencia en nuestra sociedad».

Obama, que añadió que tanto él como Michelle rezan «por las víctimas, sus familias y todos los que sufren estos asesinatos innecesarios y devastadores», instó de nuevo a que el legislativo y la Casa Blanca trabajen juntos para sacar adelante leyes más restrictivas con la venta y posesión de armas de fuego. La senadora Michelle Aude comentó que los asiático-americanos viven desde hace meses sometida a la presión de quienes la responsabilizan por la crisis de la Covid-19, el virus chino, como solía repetir el ex presidente Donald Trump.

En declaraciones a los periodistas locales la senadora ha señalado que el país ha sufrido un retroceso en la defensa de los derechos civiles, especialmente durante el año pasado, con una creciente discriminación y violencia contra nuestras comunidades asiático-americanas. «Los estadounidenses de origen asiático, dijo, «están cada vez más aterrorizados, temen por su seguridad y sus vidas debido a estas crecientes amenazas».

Precisamente la NPR, la emisora pública, informaba de un informe hecho público por Stop AAPI Hate, que «rastrea incidentes de violencia y acoso contra asiáticoamericanos e isleños del Pacífico en los EE UU» y que da cuenta de 3.800 casos de discriminación contra asiáticos en 2020. Maura Hohman, de Today, el programa de la NBC, explicaba a principios de marzo que durante el mes de febrero, y sólo en la ciudad de San Francisco, cuna de uno de los Chinatowns históricos, se han registrado 20 agresiones contra ciudadanos de origen asiático.