Victoria de Lasso en Ecuador

“El ecuatoriano se cansó de la confrontación. Nos gusta vivir en paz”

Cristóbal Roldán, el embajador de Ecuador en España, analiza el triunfo del político conservador. Para el diplomático, las claves de la victoria son el rechazo a Correa y que Lasso ha sido la opción de la tranquilidad y el progreso

El embajador de Ecuador en España, Cristóbal Roldán
El embajador de Ecuador en España, Cristóbal RoldánMariscalEFE

Para Cristóbal Roldán, el embajador de Ecuador en España, no se puede calificar la victoria del conservador como de «sorpresa». Las encuestas estaban muy reñidas. El diplomático ecuatoriano, un destacado empresario en el sector agropecuario, lleva al frente de la embajada en Madrid desde 2017. Roldán reconoce a LA RAZÓN, en una entrevista por teléfono, que los ecuatorianos optaron ”por un ambiente de paz y tranquilidad que es lo que representa Guillermo Lasso”.

La victoria de Guillermo Lasso, ¿ha sido una sorpresa para Ecuador?

–No me atrevo a decir que fuera una sorpresa. Ahora nos guiamos muchísimo por las encuestas y las redes sociales juegan un papel determinante en la información. En ocasiones son una competencia más fuerte que la misma prensa tradicional y escrita, con la diferencia que ustedes tienen una responsabilidad ulterior mientras que las redes sociales son el refugio de los cobardes como decía Umberto Eco. A través de las redes sociales se evidenciaba un empate, no se sabía quién iba a ganar. Las encuestadoras más allegadas al presidente electo decían que Lasso ganaba por dos puntos. Las encuestadoras del candidato correísta decían que sin duda ganaba Andrés Arauz. Pero fue de cierta manera previsible que quién iba a ganar lo iba a hacer con poco margen. Sí puede sorprender que el margen final -del 5%- se haya acrecentado por varias razones. Para mí, la principal es que el ecuatoriano se cansó de la confrontación. Es un país al que le gusta vivir en paz. En nuestro país no ha habido guerrilla, no ha habido unas confrontaciones de clase graves como lamentablemente sí ha habido en países vecinos como Perú y Colombia. Nos gusta vivir en paz.

El embajador del Ecuador en España, Cristóbal Roldán, recibe las papeletas electorales mientras se dispone a votar en el colegio electoral instalado en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid, este domingo
El embajador del Ecuador en España, Cristóbal Roldán, recibe las papeletas electorales mientras se dispone a votar en el colegio electoral instalado en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid, este domingoMariscalEFE

-¿Arauz suponía la continuidad de Correa?

-Al ex presidente Rafael Correa, ahora prófugo de la Justicia en Bélgica, su modelo de gestión y su manera de comunicar y alcanzar ciertos peldaños políticos en su momento le dio sus réditos (llegó a ser presidente de la República). Su estrategia era la de confrontar. Pero todo tiene su momento. El político se queda estancado, el político tiene que renovarse. Si el político se queda parado se queda en una posición absolutamente reaccionaria. Es lo que le pasó a Correa, que nunca dejó de confrontar. Esto ya se veía. Pasó en un caso anterior con el alcalde de Quito, que optó a la reelección, pero estaba auspiciado bajo el paraguas de Correa. Correa intervino en la campaña y el alcalde perdió. En su segundo mandato, Correa continúo con este afán confrontativo y fue perdiendo adeptos. La gente optó por un ambiente de paz y tranquilidad que es lo que representa Guillermo Lasso. Esperemos que los vientos soplen a favor nuestro porque tenemos un enemigo común que nos duele profundamente que es la pandemia y a este enemigo tenemos que confrontarle con la única arma que tenemos que es la unidad. Esperemos que la vacuna llegue a los países pobres -y aquí sí apelamos siempre a los países productores de vacunas que no solamente tienen que vacunarse ellos-. Tiene que haber un ambiente de solidaridad, porque no puede ser que quienes tengan vidas sean quienes tengan recursos y los que no tenemos recursos no podemos tener derecho a la vida. Es un asunto grave, complicado, que debe analizarse en su debido contexto.

-¿Cuál ha sido la clave del triunfo de Lasso?

-Lasso fue la opción de la tranquilidad, del progreso, de la buena convivencia, del respeto a la voluntad ajena, del respeto al disentir. Yo creo que el disentimiento es inherente a la personalidad humana. Evidentemente como arma del candidato elegido se plantearon las siguientes cuestiones: ¿Queremos asemejarnos a Venezuela? No. ¿Queremos que el Ecuador caiga en una dictadura como la de Maduro? No. Si a ese arma sumamos alejarnos de la confrontación, creo que han sido los dos condimentos determinantes para que el electorado votase por Guillermo Lasso.

-¿Se pone fin así al correísmo?

-Creo que las facciones de derecha, izquierda, y centro deben existir porque son saludables para el sano convivir. Si queremos un Estado democrático tenemos que respetar. Yo digo que si la izquierda no existiera habría que crearla. Pero el correísmo como tal si es que se considera que el correísmo es confrontación, en este sentido es agonizante. Hace cuatro semanas, Correa dio unas declaraciones diciendo que “el presidente Moreno, los empresarios tales, los ex ministros tales... no tendrán una piedra dónde esconderse porque allí los buscarán”. Es decir, inmediatamente politizando la Justicia. Y justo el domingo cuando reconoció la derrota de Arauz pidió “que cese el lawfare”. Esa doble moral, al pueblo llano no hay que subestimarlo. No le gusta que le traten de tomar el pelo y han sido evidentes los actos de corrupción del Gobierno de Correa. Él mismo está prófugo de la Justicia. Hay 28 altos dignatarios del Gobierno de Correa presos. Y muchos ministros presos fugados. Eso el pueblo no lo puede permitir. Un pueblo que necesita vacunas y altas cantidades de dinero para temas sanitarios que sepan que su dinero esté en las arcas de ex ministros de Correa, le indigna. Ha sido un rechazo a él.

-¿Qué supone para los más de 400.000 ecuatorianos que viven en España la victoria de Guillermo Lasso?

-En España, hay 440.000 ecuatorianos, acudieron a votar unos 70.000. Y más de la mitad lo hizo por Arauz. Pero sería un análisis demasiado ligero decir que los ecuatorianos en España en su mayoría están a favor de Arauz. Están muy poco involucrados en la política, el ecuatoriano vino aquí a trabajar. El migrante ecuatoriano está muy poco politizado. Es un currante, un trabajador muy respetado por los españoles.

-¿Qué directrices tomará Lasso en política exterior?

El presidente electo ya ha hablado de fortalecer las relaciones con Europa y ha agradecido el saludo del presidente del Gobierno español Pedro Sánchez. También se fortalecerán los vínculos con Colombia, Perú, Bolivia y Chile, sin duda. Y continuará sin tener relaciones con Maduro mientras no se restaure la democracia en Venezuela. Es más, Lasso ha lamentado la situación gravísima que está pasando el pueblo de Venezuela. Esperamos que la sensatez le haga sensibilizar a Maduro y de paso haya unas elecciones libres y democráticas.

-¿Ecuador era ya uno de esos más de 60 países que no reconocen a Maduro como presidente?

-Claro. Y reconoce como representante a Juan Guaidó. Ya con Lenin Moreno y Lasso ha dicho claramente que también reconocerá a Juan Guaidó.