Oriente Medio

Egipto media para buscar una paz larga entre Israel y Hamás

Tel Aviv pide el cese de los ataques con cohetes, y El Cairo reclama que se congelen los asentamientos

FILED - 27 August 2020, Berlin: Israeli Foreign Minister Gabriel "Gabi" Ashkenasi addresses journalists in front of the Liebermann Villa on Wannsee at a joint press conference with Federal Foreign Minister Maas. Ashkenazi on Thursday strongly denounced the assault on the US Capitol in Washington, saying he was "shocked" at the attack on what he termed "the stronghold of world democracy." Photo: Michele Tantussi/Reuters/Pool/dpaMichele Tantussi/Reuters/Pool/dp / DPA (Foto de ARCHIVO)27/08/2020 ONLY FOR USE IN SPAIN
FILED - 27 August 2020, Berlin: Israeli Foreign Minister Gabriel "Gabi" Ashkenasi addresses journalists in front of the Liebermann Villa on Wannsee at a joint press conference with Federal Foreign Minister Maas. Ashkenazi on Thursday strongly denounced the assault on the US Capitol in Washington, saying he was "shocked" at the attack on what he termed "the stronghold of world democracy." Photo: Michele Tantussi/Reuters/Pool/dpaMichele Tantussi/Reuters/Pool/dp / DPA (Foto de ARCHIVO)27/08/2020 ONLY FOR USE IN SPAINDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

La gran incógnita tras las once jornadas de escalada bélica entre Israel y Hamás es comprobar si la “calma” durará a largo plazo. Tras las proclamas victoriosas emitidas desde ambos bandos tras cerrarse un enésimo e incierto alto el fuego, el objetivo de Egipto -mediador principal- es consolidar una tregua duradera.

En el primer encuentro abierto entre los ministros de exteriores de Israel y Egipto desde 2008, el israelí Gabi Ashkenazi se desplazó ayer a El Cairo para tratar directamente con su homólogo Sameh Shoukry las condiciones que se tantean para un posible acuerdo estable con Hamás. Sobre la mesa también está reforzar la cooperación bilateral entre los dos países, esencialmente en materia de seguridad, así como el intento de relanzar el moribundo proceso de paz mediante la participación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Simultáneamente, el jefe de la inteligencia egipcia Abbas Kamel se desplazó primero a Jerusalén, donde se reunión con el premier Benjamín Netanyahu, y luego a Ramala, para hablar directamente con elrais palestino Mahmud Abas. Según Wafa, la agencia oficial de la (ANP), ambos trataron el estatus del alto el fuego y la reconstrucción de la Franja de Gaza, así como “la reconciliación interna de las facciones palestinas”.

Desde El Cairo, Ashkenazi enfatizó que entre las condiciones que se barajan para la reconstrucción de la castigada franja, debe priorizarse “por encima de todo” el retorno de los israelíes (dos soldados muertos en combate y dos civiles vivos), que permanecen cautivos en Gaza. Como ya se hiciera en el pasado con el recluta Gilad Shalit, se especula con un cambio de prisioneros entre las partes.

Según informó el canal saudí Al-Arabiya, El Cairo pretende que Israel frene los asesinatos selectivos de cabecillas de Hamás, congelar la expansión de asentamientos, y suspender las expulsiones de familias palestinas en Jerusalén Este. Por su parte, Israel antepone que se detengan los lanzamientos de proyectiles hacia su territorio.

Mientras Hamás insiste en dejar al margen la cuestión de los cautivos, Egipto habría exigido al grupo islamista que una tregua duradera debe solucionar esta carpeta.

El ministro de exteriores israelí insistió también en que “no permitiremos la reconstrucción de la franja para que Hamás mejore sus capacidades terroristas”. Y haciendo referencia a los acuerdos de paz vigentes con Egipto y Jordania, así como la reciente normalización de relaciones con otros estados árabes y musulmanes, Ashkenazi recordó que “todos tenemos la responsabilidad de evitar daños a la estabilidad regional por parte de organizaciones terroristas y elementos extremistas, como Irán y sus emisarios”.

El sábado, Vice News publicó una entrevista con Yihie Sinwar, líder del brazo político de Hamás en Gaza, en que aseguraba que el grupo islamista ratificó su voluntad de pactar un alto el fuego ya en las primeras jornadas de combate. “Sólo pretendíamos enviar un mensaje a la ocupación: no pueden aislar Al Aqsa, Jerusalén y Sheik Jarrah”. Tras criticar el rol de la comunidad internacional en el conflicto, añadió que “no queremos más guerra, porque supone un alto precio para nuestro pueblo”.