Cumbre con Putin

El largo historial de Biden con los presidentes soviéticos y rusos en 38 años

El mandatario de EEUU se ha reunido como senador con dirigentes como Brezhnev, Yeltsin y Medvedev

Biden con Putin en 2011 en Moscú
Biden con Putin en 2011 en MoscúAlexei DruzhininAP

El presidente Joe Biden afronta hoy su primera cumbre cara a cara con Vladimir Putin con uno uno de los currículos de política exterior más amplios en un líder estadounidense en la historia reciente. La experiencia del dirigente demócrata sobre temas rusos abarca más de 38 años en cargos públicos federales bajo siete presidentes de Estados Unidos. Hasta la fecha, Biden se ha reunido con al menos tres líderes soviéticos y dos presidentes rusos, según la CNN.

Como senador y vicepresidente, Biden fue enviado con frecuencia a Rusia para gestionar crisis diplomáticas. Si bien no siempre tuvo éxito, ha desempeñado un papel de liderazgo en la configuración de la política exterior de Estados Unidos, especialmente con la expansión de la OTAN y la negociación y la ratificación de tratados de armas.

En 1979 el entonces presidente Jimmy Carter le pidió a Biden que liderara una delegación del Senado a la URSS para convencer a otros senadores de que apoyaran el acuerdo de reducción de armas estratégicas SALT-II. Biden se vio con el secretario general soviético Leonid Brezhnev. “Creo que las perspectivas de las relaciones soviético-estadounidenses son buenas”, dijo el entonces senador demócrata durante una entrevista en la televisión rusa.

En 1984, tras el fracaso de las negociaciones para el tratado START I, Biden viajó a Moscú para entregar un mensaje privado del presidente Ronald Reagan sobre un “nuevo enfoque para el control de armas”. A Putin lo conoció en persona en 2011 en encuentro en Moscú en 2011 cuando Biden era vicepresidente con Obama y Putin, primer ministro

Putin y los presidente americanos

Putin a su vez se ha reunido con cinco presidentes de Estados Unidos. Pese a que Putin no estaba bien considerado en Washington cuando reemplazó a Boris Yeltsin, en la primera cumbre que mantuvo con Clinton en junio de 2000, el presidente estadounidense elogió públicamente al ruso, capaz de construir una Rusia “próspera y fuerte mientras protege las libertades y el estado de derecho”.

En junio de 2001, el mandatario ruso se vio con el presidente George W. , quien dijo después de la reunión: “Pude percibir su alma: la de un hombre profundamente dedicado a su país. Lo considero un dirigente notable”. Tras los atentados del 11S Putin ofreció ayuda al presidente Bush pero en diciembre de 2001 Estados Unidos se retiró del Tratado sobre Misiles Antibalísticos ABM para crear un escudo antimisiles en Europa del Este, algo que enfureció a Moscú, que en 2003 condenó la invasión estadounidense de Irak. Un año después denunció la influencia de Washington en la “revolución naranja” en Ucrania.

En 2009, el presidente Barack Obama planteó relanzar las relaciones con Rusia pulsando el botón de “reinicio”. Obama viajó a Moscú y declaró que Putin tenía “un pie en la vieja manera de hacer las cosas y otro en la nueva”. En 2011 Biden realizó una visita oficial a Rusia para fortalecer las relaciones económicas entre los países. Se reunió con el entonces presidente Medvedev. Biden comentó entonces sobre Putin, primer ministro: “Le estoy mirando a los ojos, no creo que tenga alma “, en clara referencia a la frase de George W. Bush de 2001. La relación entre ambos gobiernos fue de mal en peor, sobre todo después de que 2013 Rusia otorgara asilo político al estadounidense Edward Snowden, que reveló el espionaje masivo de Estados Unidos en el mundo. La anexión rusa de Crimea en 2014 y la crisis ucraniana de ese mismo año tensaron aún más las relaciones. Biden viajó a Kiev para defender la democracia ucraniana frente a los intentos de intromisión de Moscú.

Si Obama vio a los rusos como rivales y enemigos en su visión del juego internacional la actitud de Donald Trump fue mucho más complaciente. El magnate neoyorquino y Putin mantuvieron una serie de conversaciones, la primera de ellas en la cumbre del G-20 en Hamburgo, en 2017. La única vez que se vieron solos fue en la cumbre de Helsinki en 2018.