Atentado en Kabul

Biden, a los autores del atentado: “Os perseguiremos y haremos que lo paguéis”

El presidente de EE UU llama «héroes» a los trece marines asesinados en Kabul

Joe Biden
Joe BidenJONATHAN ERNSTREUTERS

“Un día duro” para Joe Biden, según sus propias palabras, en el que se cumplían los peores presagios del presidente de EE UU con los atentados mortalesen Afganistán.

Biden apuntaba a los militares que dieron su vida “en servicio de la libertad” como “héroes comprometidos en una misión para salvar la vida de muchas personas”, recordando que se trata del mayor desafío histórico, “sacar al mayor número de personas en el menor tiempo posible”, al que EE UU se ha enfrentado a lo largo de su historia.

“Comprometido en contacto constante”, desde la Casa Blanca, con sus comandos en Washington, Afganistán y Doha durante la jornada del atentado y los 11 días anteriores, Biden confirmó que “continuaremos y terminaremos esta misión, eso es lo que haremos”.

Si parar de carraspar y con la voz entrecortada, el presidente intentó durante su comparencia trasladar, a través de su propia historia personal, su empatía con las víctimas y sus familiares. Pero se mantuvo firme con la decisión de finalizar la evacuación y prometió por los atentados en el aeropuerto de Kabul: “No perdonaremos. No olvidaremos. Os cazaremos y os haremos pagar”, dijo Biden, añadiendo.

Joe Biden confirmó que la misión de EE UU cuenta con la finalidad principal de salvar la vida de los estadounidenses que siguen atrapados en Afganistán y de sus aliados afganos y terminaba su intervención con unos segundos de silencio en honor a los “héroes”, antes de permitir preguntas de la prensa, en un gesto poco habitual.

Poner a disposición de la fase final de evacuación tropas adicionales para proteger a las personas que siguen atascadas es una posibilidad que el comandante en jefe de las fuerzas armadas se plantea si los militares le trasladan esa necesidad, pero Biden señaló que intentarán buscar la manera de concluir la misión sin poner en riesgo a más soldados.

Desde el 14 de agosto, EE UU ha evacuado y facilitado la evacuación de cerca de 95.700 personas. Desde finales de julio, se ha reubicado a 101.300 personas. Se calcula que todavía cerca de 5.000 ciudadanos de EE UU continúan atrapados en Kabul, por lo que la gran incógnita ahora, tras los atentados suicidas, es saber cómo se van a enfrentar al desafío de dar continuidad a las labores de evacuación de los miles de estadounidenses y refugiados que siguen en Afganistán.

Mientras cientos de soldados empezaban a efectuar su retirada es días antes, las dudas sobre la retirada completa o el retroceso en enviar refuerzos militares para garantizar la seguridad ante nuevas amenazas.

Miles de tropas estadunidenses y sus aliados extranjeros continúan en Afganistán liderando, a contrarreloj, el operativo militar de evacuación para poner a salvo a decenas de miles de personas que trataran de huir desesperadamente del país.

De hecho, el día anterior al ataque, la embajada de EE UU emitía un aviso urgente para que los ciudadanos estadounidenses todavía presentes en Afganistán, así como refugiados afganos a la espera de ser evacuados, se alejaran del aeropuerto.

Tras días de amenazas por posibles atentados bajo el dominio del ISP-K, enemigos de los talibanes, así como la advertencia de gobiernos occidentales del creciente riesgo de ataques terroristas, Biden decidía adelantar la fecha de la retirada de tropas estadounidenses del 31 al 27 de agosto. «Cualquier ataque contra nuestra fuerzas armadas tendrá consecuencias», advirtió desde la Casa Blanca la semana pasada ante la creciente amenaza de ataques terroristas.

Biden ordenó a la cúpula militar de EE UU y a sus aliados internacionales abandonar Kabul cuatro días antes de lo previsto, bajo el argumento de las crecientes amenazas de violentos ataques contra la población civil y su personal militar, dando prioridad a garantizar la seguridad de las miles de personas que continúan bloqueadas en la zona.

Las explosiones de ayer refuerzan la decisión de Biden de abandonar «cuanto antes, mejor» Afganistán, después de veinte años de presencia militar. Pero, a la vez, plantean decisiones cruciales no solo para la Casa Blanca, sino también para los Departamento de Defensa y de Estado. Dos vías de actuación se plantean ponerse en marcha: incrementar la seguridad y el apoyo militar para ampliar la cobertura en las últimas horas de evacuación o efectuar cuanto antes una retirada urgente.