Energía

Alemania abre la primera planta comercial de queroseno ecológico

Este combustible no contaminante puede revolucionar el sector de la aviación

La planta de Werlte será la primera del mundo en producir queroseno sintético
La planta de Werlte será la primera del mundo en producir queroseno sintéticoMichael ProbstAgencia AP

Alemania ha dado un paso más en la transición energética impulsada bajo el mandato de Angela Merkel. La ciudad de Hamburgo inaugura este lunes en Wertle, cerca de la frontera noroeste de Alemania con los Países Bajos, la primera planta del mundo capaz de producir queroseno no contaminante, un hito en la industria de la aviación que representa el 3,5 por ciento del cambio climático, según el Centro Aeroespacial Alemán

Atmosfair, una organización sin fines de lucro de Berlín que promueve y opera proyectos de protección climática, opera esta nueva planta en la Baja Sajonia, y espera producir ocho barriles al día de queroseno sintético neutro en CO2 al día, suficiente para llenar un pequeño avión de pasajeros, pero muy por debajo de los 2.300 millones de barriles consumidos en 2019 por el sector de la aviación. La compañía aérea Lufthansa se ha convertido en el primer cliente de este innovador combustible ecológico que podría convertirse en el combustible del futuro ya que no requiere grandes modificaciones técnicas en la aeronave y, sobre todo, eliminaría la emisión de gases contaminantes.

Este proyecto es sumamente importante porque el sector de la aviación, que no puede dejar el combustible líquido y pasar a propulsores eléctricos, como sí sucede con otros sectores del transporte. Al mismo tiempo, el desafío de fabricar aviones grandes que funcionen con baterías es enorme. “La era de la quema de carbón, petróleo y gas natural está llegando a su fin”, dijo la ministra de Medio Ambiente de Alemania, Svenja Schulze, en una ceremonia de inauguración de la nueva planta. “Nadie quiere renunciar al sueño de volar. Es por eso que necesitamos alternativas al queroseno convencional que daña el clima“.

La central se alimentará con una planta de biogás, que produce metano y CO2 en concentraciones relativamente altas. En lugar de liberar el CO2 a la atmósfera se utilizará como materia prima para el queroseno sintético. Por otro lado se producirá hidrógeno a través de un proceso de electrólisis con energía generada por cuatro parques eólicos. El hidrógeno se combinará con el dióxido de carbono para producir petróleo crudo, que luego se podrá refinar en combustible para aviones. Quemar ese queroseno sintético liberará a la atmósfera de la cantidad de CO2 que se elimina en la fase previa para producir el combustible, lo que lo convierte en “carbono neutro”.

Atmosfair quiere demostrar es que este proyecto es tecnológicamente factible y si llega a consolidarse la demanda también será económicamente viable. Este punto será determinante para su éxito, ya que inicialmente, el precio del queroseno sintético producido en Werlte será mucho más alto que el del combustible para aviones convencionales.

Móstoles, pionera

Madrid se convirtió en 2019 en la ciudad pionera en este campo al abrir en Móstoles la primera planta experimental del mundo capaz de convertir el agua en combustible para la aviación, un proyecto gestionado por el instituto Imdea de Energía. Se trata de una alternativa más sostenible que las usadas hasta ahora, como los bioetanoles para los que se necesitan campos de cultivos de soja, por ejemplo, y que compiten con la producción alimentaria. Esta mezcla de agua, calor y CO2 reduce la emisión de cualquiera de los combustibles utilizados hasta ahora en aviación en un 90%.