Cumbre insuficiente
El G20 acuerda fijar el techo del calentamiento global en 1,5ºC
El objetivo es evitar el cambio climático, aunque la descarbonización se cumplirá “en torno a mitad de siglo”
La cumbre del G20 arrancó el sábado en Roma con grandes expectativas, a pesar de las ausencias del presidente chino, Xi Jinping, y el ruso, Vladimir Putin. Los jefes de Estado o de Gobierno de los países más industrializados del mundo y los emergentes pretendían llegar a un acuerdo global para alcanzar emisiones cero en 2050 y mantener por debajo de 1,5 grados centígrados el aumento de la temperatura media del planeta. El primer ministro, Mario Draghi, anfitrión de la cumbre, había puesto todo su empeño en que el foro no se limitara a dar respuestas vagas a una crisis climática “irreversible”, según la ONU. Sin embargo, la oposición de China, India y Rusia impidió llegar ayer a un acuerdo más ambicioso.
Los países miembros del G20, responsables del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero, se comprometieron a fijar el techo del calentamiento global en 1,5 grados, un objetivo que había sido avanzado en el Acuerdo de París de 2015, que según organismos internacionales, además de ser insuficiente, ninguna de las principales economías del mundo está cumpliendo, incluidos los miembros de la UE. De hecho, Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, anunció en 2017 su retirada formal del acuerdo. El pacto supone una victoria respecto a las fallidas negociaciones en julio de los ministros de Energía y Medio Ambiente, pero “no cumple las expectativas”, reconoció el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
La UE y el primer ministro italiano presionaron para incluir 2050 como fecha límite para reducir a cero las emisiones de gases de efecto invernadero, pero el documento final hace referencia a un genérico “mitad del siglo” y no especifica ningún objetivo concreto para el 2030, año límite según los científicos para impulsar un cambio de modelo energético. “Mantener viable el objetivo del 1,5 requerirá compromisos y acciones significativas y eficaces por parte de todos los países”, señala el comunicado final. El documento incluye el compromiso de aumentar los esfuerzos para eliminar las inversiones a los combustibles fósiles y acelerar la descarbonización.
China, el país más contaminante del planeta, está dispuesto a reducir un 65% sus emisiones, manteniendo el objetivo de llegar a cero emisiones para 2060, pero, al igual que India, continúa construyendo nuevas plantas de carbón y limitando sus inversiones en energías renovables. El presidente chino, Xi Jinping, que intervino el sábado por videoconferencia, instó a los países más desarrollados a proveer de tecnología y financiación a las naciones más vulnerables para conseguir reducir las emisiones, y ayer, los líderes del G20 acordaron un fondo climático de 100.000 millones de dólares anuales para apoyar en la transición energética a los países en vías de desarrollo.
Las conclusiones finales de la cumbre también abordaron la recuperación económica tras la pandemia y la distribución de las vacunas contra la Covid19. En este sentido, los líderes del G20 se comprometieron a inmunizar al menos al 40% de la población mundial en 2021 y al 70% para finales de 2022. Asimismo, los mandatarios ratificaron el día anterior la entrada en vigor de un impuesto mínimo global de sociedades del 15% --impulsado por Estados Unidos y suscrito por un centenar de países en el seno de la OCDE--, que obligará a las multinacionales a pagar impuestos en los países en los que operan.
“Hemos sentado las bases para una recuperación más igualitaria y hemos encontrado nuevas formas de apoyar a los países de todo el mundo, 609.000 millones sobre la base de derechos especiales de giro se dedican por primera vez a los más vulnerables”, celebró Draghi durante la conferencia de prensa final.
La cita romana permitió a los miembros del G20 encontrarse en persona después de casi dos años de pandemia. Una ocasión única para limar asperezas en encuentros bilaterales al margen de la cumbre, como el que mantuvieron el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, que anunciaron el fin de los aranceles al acero y al aluminio aprobados durante la presidencia de Donald Trump. El acuerdo abre “una nueva etapa” y pone fin a la guerra comercial que enrareció las relaciones a ambos lados del Atlántico.
El compromiso alcanzado este domingo en Roma, con Biden como nuevo inquilino de la Casa Blanca, señala el retorno de Washington al multilateralismo y la voluntad de los países industrializados y los emergentes en actuar contra el cambio climático para alcanzar un acuerdo de mínimos, en vísperas de la cumbre climática de la ONU, la COP26, que arrancó este domingo en Glasgow.
“El multilateralismo es la mejor forma de cooperación que tenemos. Compartimos ambiciones y objetivos, lo que tenemos que llegar a compartir es la velocidad de acción”, advirtió Draghi. “Si mantenemos nuestra capacidad de trabajar juntos en cuestiones como el clima o la pobreza, iremos hacia adelante, si continuamos discutiendo”.
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