Conflicto

Polonia pide reforzar la presencia de la OTAN en el Este

Asegura que los migrantes han sido “militarizados por fuerzas bielorrusas”

Refugiados en un campamento de migrantes en el paso fronterizo de Bruzgi-Kuznica Bialostocka, cerca de la frontera entre Bielorrusia y Polonia
Refugiados en un campamento de migrantes en el paso fronterizo de Bruzgi-Kuznica Bialostocka, cerca de la frontera entre Bielorrusia y PoloniaViktor Tolochko/SputnikViktor Tolochko/Sputnik

El presidente de Polonia, Andrej Duda, pidió ayer a los socios de la Alianza que aumenten temporalmente su presencia en el flanco Este de Europa ante la amenaza que supone el “ataque híbrido” de Bielorrusia y los inquietantes movimientos de tropas rusas en la frontera con Ucrania.

Para el presidente del país, no nos encontramos ante una nueva crisis migratoria en las fronteras europeas sino ante una amenaza diferente. Según su testimonio, estos migrantes procedentes de Irak, Turquía y los países del Golfo no sólo han sido empujados por el dictador bielorruso Alesander Lukashenko a buscar un destino mejor en la UE, sino que han sido “militarizados por fuerzas bielorrusas” ya que se les ha dado acceso a “instrumentos peligrosos como cuchillos, barras de metal o gases lacrimógenos”.

En un viaje a la capital comunitaria para entrevistarse con el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, Duda pidió “al menos temporalmente” fortalecer” la presencia de los aliados a través del “despliegue de unidades adicionales de la OTAN” o de “misiones de vigilancia como el patrullaje aéreo”.

“Esta conciencia y seguimiento de la OTAN es necesaria. ¿Cómo se debe demostrar? Con el incremento de la vigilancia y de la preparación de las unidades en la línea oriental”, explicó Duda quien también puso como ejemplo las medidas tomadas tras la anexión ilegal de la península de Crimea por parte de Rusia en 2014.

A pesar de esto, el presidente de Polonia descarta por el momento invocar el artículo 4 del Tratado de la Alianza, que prevé consultas entre los aliados ante una amenaza. El propio Stoltenberg remarcó ayer la solidaridad con Polonia y los contactos frecuentes entre los socios desde el comienzo de esta crisis.Según recordó el político noruego, la Alianza ya ha enviado expertos de seguridad a Lituania y Polonia también cuenta con medios de la OTAN como batallones y el sistema de defensa antimisiles.

Teniendo en cuenta que Vladimir Putin se ha convertido en el mejor aliado internacional del dictador bielorruso y que estas últimas semana se han venido registrando un gran número de tropas en las fronteras con Ucrania, algunos temen que la crisis migratoria tan sólo sea una maniobra de distracción orquestada entre Putin y Lukashenko para emprender una nueva ofensiva miliar anexionista como la llevada a cabo den 2014. La cortina de humo perfecta.

La OTAN también está preocupada por esta inusual concentración de tropas, pero mantiene la calma. Soltenberg pidió ayer “transparencia” a Rusia y recordó que la “OTAN se mantiene vigilante” para prestar su ayuda a Ucrania, aunque también hizo una apelación al diálogo. Las relaciones con el Kremlin se han enturbiado aún más después de que Rusia pusiera fin a su colaboración con la Alianza hace un mes al cerrar su misión en la OTAN. Precisamente las tensiones con Moscú serán el plato fuerte de la reunión ministerial de la OTAN que se celebrará el lunes el próximo lunes en Letonia. Muy cerca de los dominios de Putin.

Por su parte, los Veintisiete ultiman una nueva batería de medidas para castigar a aerolíneas y agencias de viajes que colaboren con la llegada de los migrantes procedentes de Minsk a las fronteras europeas. Esta misma semana, Bruselas ha propuesto la creación de una lista negra para todo tipo de empresas de transporte por parte de tierra, mar y aire que faciliten la instrumentalización de los migrantes para desestabilizar el club comunitario. Estos nuevos castigos incluyen desde la suspensión de licencias y autorizaciones; limitar las operaciones en el mercado de la UE; la prohibición de sobrevolar y transitar e incluso la suspensión del derecho a repostar, hacer paradas o escalas.