La mujer que confesó haber inyectado lejía y jabón a su bebé porque “no podía amarla y tuvo que torturarla”

Elif K. era una mujer de Turquía que fue enviada a prisión después de admitir que había inyectado lejía y jabón líquido a su bebé en numerosas partes del cuerpo, un caso que provocó controversia en Estambul.

La mujer había sido investigada dos veces por la policía y ambas veces fue puesta en libertad, pero a la tercera, confesó que torturaba a su hija porque no podía ni sabía amarla. La niña arrastraba continuas enfermedades y su padre la llevaba al médico después de que comenzara a sangrar por las orejas y el ombligo, además de tener moratones por todo el cuerpo. A la menor le diagnosticaron que tenía el cráneo fracturado, rasguños y moratones, lo que ayudó a que los médicos a contactar con la policía, que inició la investigación.

En 2019, finalmente, fue declarada culpable. Su entrega, sin embargo, se debió a que los médicos se negaron a permitir que Elif se acercara a su hija y las continuas sospechas. Desde la condena de la mujer, la niña empezó a vivir al cuidado de su padre y empezar a recuperar su salud.