Estados Unidos
Biden elige a la jueza Ketanji Brown Jackson para el Tribunal Supremo
El presidente nombrará hoy a la primera jueza negra de la fundamental Corte Suprema de Estados Unidos
Exactamente un año después de haber anunciado sus intenciones durante su campaña electoral a la presidencia desde Carolina del Sur, Joe Biden cumplía con su promesa de elegir a la primera mujer de raza negra en la historia de Estados Unidos para ocupar el codeado cargo de magistrada de la Corte Suprema.
La jueza Ketanji Brown Jackson fue oficialmente designada como la elegida por el líder demócrata para heredar la silla del juez Stephen Breyer, que anunció a los 83 años su jubilación el pasado mes de enero tras casi tres décadas en el cargo vitalicio como Juez Asociado de la Corte Suprema desde 1994.
Biden inició entonces un riguroso proceso para reemplazar al veterano magistrado, investigando los diversos perfiles de potenciales candidatas e implicando a expertos legales de ambas ideologías políticas en su elección. La Casa Blanca confirmó este viernes que el presidente buscó durante semanas “un candidato con credenciales excepcionales, un carácter intachable y una dedicación inquebrantable al Estado de Derecho” para ocupar el ambicioso cargo de la máxima institución judicial del país.
Similar al juez Breyer
El presidente de EEUU también quiso designar, según explicó a través de comunicado, a “un candidato muy parecido al juez Breyer, que sea sabio, pragmático y tenga un conocimiento profundo de la Constitución como una carta perdurable de libertad”, buscando para el cargo vitalicio “a una persona que esté comprometida con la igualdad de justicia ante la ley y que comprenda el profundo impacto que las decisiones de la Corte Suprema tienen en la vida del pueblo estadounidense”.
Se sabía que sería mujer de raza negra, pero la “candidata histórica y excepcionalmente calificada” no se anunció hasta el simbólico día en el que se cumplían dos años exactos de la promesa electoral de Biden y fuera presentada en público como “una de las mentes más brillantes de la nación”. Pero Biden debía darse prisa en nominar a su candidata ideal: antes de que la mayoría demócrata del Senado pueda perder los 50 votos que ahora tiene asegurados para confirmar su designación.
Los nombramientos de magistrados a la máxima institución judicial del país han sido siempre históricamente una de las principales batallas bipartidistas en Estados Unidos. De hecho, la Constitución no especifica el número exacto de miembros que debe tener la Corte Suprema sino que es el Congreso el que tienen la potestad de asignar dichos cargos vitalicios.
Y los demócratas anhelan abiertamente incrementar la representación de la máxima instancia judicial con la ampliación de nuevos miembros en la composición de la Corte Suprema. De esta forma, estando al frente de la Administración, los liberales compensarían el actual peso conservador en la toma de decisiones, desviando la balanza hacia su propia ideología.
La etapa de Trump
Las últimas tres designaciones de magistrados, no exentas de polémica, corrieron a cargo del ex presidente Donald Trump y condicionaron la decisiones judiciales afines al lado más conservador de la balanza de la Corte.
Conocida precisamente por obligar al ex asesor de Trump, Don McGhan, a cumplir con la citación del Congreso de EEUU para declarar por la investigación del primer juicio político contra el republicano, declarando que “los presidentes no son Reyes”, también emitió una orden judicial para detener las deportaciones de inmigrantes que cruzaron ilegalmente la frontera.
Confirmada en el Senado con votos de ambas formaciones, demócratas y republicanos, la candidata de Biden y ex asistente legal de su antecesor, el juez Breyer, cuenta con amplia experiencia como jueza de Apelaciones, del Tribunal Federal del Distrito, miembro de la Comisión de Sentencias de EEUU, defensora pública federal y abogada en ejercicio privado.
Se crio en Florida
Hija de padres graduados en colegios y universidades históricamente afroamericanos, Brown-Jackon nació en Washington pero se crio en Florida, culminando su primera etapa estudiantil en Miami en 1988 para continuar en la Universidad de Harvard, donde se graduó con honores en 1992.
Durante esos tiempos, un tío suyo fue sentenciado a cadena perpetua por una “condena no violenta por cocaína”, convenciendo ella misma a un bufete de abogados a tomar su caso pro bono. Y fue Obama quien, años más tarde, conmutó la sentencia. Siendo alumna de Harvard, Jackson-Brown también participó activamente en protestas, encabezando una contra un estudiante que mostró una bandera confederada desde la ventana de su habitación dentro del campus. Asimismo, trabajó como reportera de investigación en la revista Time y como editora jefe de la revista académica Harvard Law Review.
Madre de dos hijos
Casada y madre de dos hijos, a sus 51 años Kentanji Brown-Jackson se desempeña en la actualidad como jueza en la Corte de Apelaciones de Estados Unidos por el circuito del Distrito de Columbia, en la capital estadounidense, designada por el actual presidente cuando llegó a la Casa Blanca, aunque fue el también demócrata y ex presidente Barack Obama quien la nombró jueza del Tribunal Federal del Distrito de Columbia, cargo anterior que ocupó de 2013 a 2021. De ratificarse su actual nominación, la favorita de Biden se convertirá en la primera mujer afroamericana en ocupar uno de los doce selectivos asientos de la Corte Suprema.
El voto negro ayudó a Joe Biden a ganar las elecciones en Georgia, estado bisagra que le acabó dando la presidencia al demócrata en la reñida disputa con su rival republicano. Los afroamericanos suponen el 12,5 por ciento del total del electorado de Estados Unidos y contar con su apoyo ha sido siempre clave y necesario para los liberales. El 90% del voto de estadounidenses de raza negra ha ido dirigido al Partido Demócrata, superando incluso ese porcentaje en las últimas tres elecciones presidenciales.
Más que una decisión entre dos candidatos, los afroamericanos definen su voto como un hito en la prolongada lucha por los derechos contra las injusticias raciales y, más recientemente, contra el abuso policial. Temas que se convirtieron en centro de la batalla bipartidista en las elecciones presidenciales de 2020 tras las históricas movilizaciones raciales extendidas por todo el país desde Mineápolis con la muerte del afroamericano George Floyd.
Joe Biden, ex senador demócrata durante más de tres décadas, tiene todas las intenciones de que su candidata se convierta en jueza de la Corte Suprema, como requisito de la Constitución, gracias al nombramiento “por y con el consejo y consentimiento del Senado” y con el apoyo de ambos partidos hasta en tres ocasiones.
El próximo paso para su designación también estará en manos de la Cámara Alta de Estados Unidos, siendo los senadores los que tengan que avanzar en el proceso de selección a través de una audiencia y posterior confirmación, “justas y oportunas”, en la sede del poder legislativo del país.
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