Aviación

El caza furtivo ruso Su-57 “aparece” y derriba un Su-27 ucraniano con un misil hipersónico R-37M

El supuesto rival de quinta generación del F-35 y el F-22 estadounidenses no había dado prácticamente señales de vida desde que comenzó la invasión de Ucrania

Parecía que el Su-57 (Felón en la terminología OTAN), el caza furtivo ruso que supuestamente iba a competir de tú a tú con los aviones estadounidenses F-35 y F-22, iba a a convertirse en el gran avión de combate capaz de enfrentarse al F-35 estadounidense. Incluso en la película “Top Gun Maverick”, estrenada el pasado verano, inspiraba un profundo miedo en los pilotos norteamericanos. Putin tenía una oportunidad única en la invasión de Ucrania para exhibir su “joya”, que apenas había podido verse hasta ahora y menos aún en misiones reales, más allá de algunas pruebas en Siria. Sin embargo, hasta ahora, poco o nada se sabe de él.

¿Qué pasa con el Su-57? Pues que existir existe, pero solo habría una decena operativos en toda la flota rusa y, ante tal panorama, prefieren no arriesgarlos.

Ahora, ocho meses después del inicio del conflicto, parece que, por fin, se ha dejado ver. El general Sergei Surovikin, nuevo comandante del grupo conjunto de tropas en la zona de operaciones y Comandante en Jefe de las Fuerzas Aeroespaciales, habría asegurado a los periodistas el pasado martes que, “en cuanto a la calidad del uso en combate, me gustaría destacar especialmente el avión multifuncional de quinta generación Su-57. Al contar con una amplia gama de armas, resuelve las tareas multifacéticas de golpear objetivos aéreos y terrestres en cada salida”, dijo.

Estas palabras sugieren que el Su-57 se estaría usando, ahora sí, tanto en las funciones aire-aire como aire-tierra, y en ambas funciones con éxito, siempre según las palabras del militar ruso, pues hasta la fecha no hay imágenes o datos que las confirmen.

De hecho, algunas fuentes hablan de que un Su-57 habría derribado a un avión ucraniano de fabricación rusa Su-27 con un misil hipersónico aire-aire ruso R-37M de largo alcance, cuando éste se elevó por encima de la altura de seguridad para tratar de interceptar uno de los drones kamikazes iraníes que Rusia ha venido lanzando contra objetivos en Ucrania. Medios rusos indican que el derribo se habría producido cerca del pueblo de Porskalivka, en la región de Poltava. Este hecho habría quedado reflejado en un informe del propio Ministerio de Defensa ruso sobre la “operación especial” datado el 13 de octubre.

Al tratarse de un caza furtivo, indican, no habría sido detectado por los AWACS de la OTAN que sobrevuelan los cielos de Polonia y Rumania para controlar el espacio aérea de esa zona y de Ucrania.

Así es el Su-57

El avión ruso tiene entre sus principales virtudes la autonomía de vuelo, la velocidad, la propulsión y la maniobrabilidad. Está capacitado además para realizar despegues y aterrizajes en pistas cortas.
Según la web Galaxia Militar, el 25% de la masa total del avión es de materiales compuestos porcentaje que alcanza el 70% en lo que se refiere a la superficie, lo cual, además de reducir su peso, lo hace casi invisible a los radares enemigos.
Está diseñado, según explica Sukhoi en su página web, para destruir todo tipo de objetivos aéreos en combate de corto y largo alcance, destruir objetivos de superficie, superar sistemas de defensa aérea enemigos, monitorear el espacio aéreo a grandes distancias o destruir el sistema de control de acciones del aviones enemigos. Asimismo, aseguran que cuenta con “el más moderno complejo de equipos radioelectrónicos a bordo”. “El PAK FA es el avión más avanzado en la línea de productos de la compañía Sukhoi”.
El caza ruso es capaz de llevar a cabo misiones ocultas debido a su bajo nivel de visibilidad a los rayos X, infrarrojos y rangos visibles. Además, El equipo a bordo permite el intercambio de datos en tiempo real con los sistemas de control en tierra y realizar tareas de forma autónoma.
Podrá transportar armas internas bajo la estructura central del avión, en una bahía de carga interna, instalada en medio de los motores gemelos, con capacidad de transportar 5 misiles “Aire-aire” de corto alcance, montados en un lanzador rotatorio opcional detrás del asiento del piloto, entre las toberas de entrada de aire. Podría disponer además de pun de anclaje en cada ala para cuatro misiles “Aire-aire” de largo alcance, para la interceptación de objetivos lejanos fuera del rango visual del piloto.
Además, fuentes militares rusas aseguran que una versión mejorada y modernizada del Su-57 va a comenzar a ser producida en serie a partir del 2025. La modernización se encuentra enmarcada dentro del programa de desarrollo de nombre Megalópolis. Según la agencia Tass, entre las principales mejoras se encuentra la incorporación del motor de segunda etapa, el Izdelie 30, y la renovación y actualización del cockpit, seguramente para unificar todo lo que se pueda la producción del Su-57 con la del S-75 Checkmate. En fechas recientes, medios de prensa rusos informaron que se estaba trabajando en tecnologías para que varias funciones puedan ser controladas mediante la voz y la vista. Al momento se desconoce si los aviones que se comiencen a entregar a partir del 2025 contarán con estas capacidades.

Anteriormente, en junio de 2022, Izvestia había informado de que Rusia había desplegado cuatro Su-57 para el SMO y que el avión se estaba utilizando para establecer una red de información táctica. Según informa Eurasian Times, a principios de 2018, Rusia reconoció oficialmente el uso de cuatro Su-57 durante la campaña siria.

Había planes para su producción en masa, pero a medio plazo, no inmediatamente y, cuando la construcción se han querido acelerar, la falta de piezas y de suministros por culpa del embargo, habrían imposibilitado aumentar la velocidad de fabricación tal y como Moscú hubiera deseado.

Sin embargo, parece que, por fin, Rusia está empezando a producir sus Su-57 de manera regular. El pasado mes de septiembre se habrían entregado dos aparatos y se espera que otros dos estén listos para finales de año. Estos dos últimos estarían siendo probados en vuelo. En cualquier caso, aun con estos dos nuevos y los dos que se esperan, seguiríamos hablando de una cifra muy pequeña que en ningún caso alcanzaría las dos decenas. Aun así, Rusia quiere tener 22 unidades para finales de 2024 y luego un total de 76 en 2028. Queda por ver si pueden alcanzar esas cifras.

La producción en serie estaba previsto que arrancase en 2017, pero los retrasos se han ido acumulando y, además, uno de los aviones terminados se estrelló en 2019 durante las pruebas antes de ser enviado a la fuerza aérea. Aunque el piloto salvó la vida, la pérdida del aparato fue un golpe tan duro para el programa que Igar Ozar, el director general de Sukhoi, dimitió.

Y es que, aunque comparativamente el avión ruso podría llegar a superar a los F-35 estadounidenses, al menos según fuentes rusas, a la hora de la verdad la cadena de montaje se está encontrando con más problemas de los previstos. En primer lugar, se habría intentado que la versión más avanzada del Su-57 incorporara los motores Izdeliye-30 (previstos inicialmente para 2025), pero parece que las prisas han llevado a problemas con el ajuste y los diseñadores han vuelto a recurrir al antiguo Saturn AL-41F1.

Tampoco los ajustes previos fueron mucho mejor y es que el Su-57 ha tenido una historia accidentada: ha presentado fallos en el equipo, motores defectuosos, retrasos, sobrecostes, uno de los prototipos sufrió un incendio de motor en 2014... además del caso mencionado que se estrelló en 2019.

Sea como fuere, lo cierto es que el Su-57 ofrece unas cuentas innovaciones, como el sistema de escaneo electrónico situado en las “mejillas” del avión para que el piloto tenga un mejor conocimiento de la situación; un sistema de búsqueda y seguimiento por infrarrojos que ayuda a apuntar los misiles y lo hace menos vulnerable a las interferencias del enemigo; su capacidad para “cegar” los bogeys de los misiles disparados por el enemigo que buscan calor con un “rayo láser modulado”.