
Defensa
La Administración Trump evalúa la histórica venta de 48 cazas F-35 a Arabia Saudí
Washington se prepara para un giro geoestratégico en Oriente Próximo con la posible venta de sus cazas F-35 a Arabia Saudí, una operación que alteraría el equilibrio militar de la región y que ya cuenta con el visto bueno del Pentágono

El Congreso de Estados Unidos se erige como el principal escollo para un movimiento geoestratégico de primer orden que impulsa la Casa Blanca. Un nutrido grupo de congresistas ha mostrado ya su profundo rechazo a la posible venta de armamento avanzado a Arabia Saudí, señalando directamente a los antecedentes del reino en materia de derechos humanos. Este frente de oposición podría tener la capacidad de bloquear una operación que, de llevarse a cabo, alteraría el equilibrio de poder en Oriente Próximo.
Lo que está en juego es la venta de hasta 48 cazas de combate F-35 a la monarquía saudí. Se trata de una operación que supondría un vuelco en la política de alianzas estadounidense en la región, ya que rompería con la tradicional cautela de Washington para preservar la ventaja militar de Israel, un principio sagrado en su diplomacia durante décadas. Para rebajar estas preocupaciones, el propio estado hebreo no cesa en su innovación, como demuestra el desarrollo de un revolucionario sistema antimisiles que Israel podría estrenar pronto para mantener su superioridad defensiva.
Sin embargo, el empuje de la administración del presidente Donald Trump es firme. El Pentágono ya habría dado su visto bueno interno a la operación, una señal inequívoca de que las negociaciones avanzan por el buen camino. El pulso definitivo podría vivirse el próximo 18 de noviembre, fecha en la que está prevista una reunión clave para el acuerdo entre el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, y el propio Trump en Washington.
El plan B de Riad ante las dudas de Washington
Por otro lado, y ante las previsibles dificultades en el Capitolio, Arabia Saudí no se queda de brazos cruzados. La necesidad de acometer la modernización de su fuerza aérea es un asunto apremiante para Riad, cuyos avanzados F-35 llegarían para reemplazar a la envejecida flota de aviones Panavia Tornado, tal y como han publicado en The War Zone. Esta apuesta por el caza de quinta generación es una tendencia entre las potencias militares. Recientemente el Reino Unido también ha reforzado su flota con la compra de nuevos F-35.
El reino saudí maneja varias alternativas de primer nivel en caso de que el acuerdo con Estados Unidos no llegue a buen puerto. Entre las opciones que se barajan se encuentra la compra de 54 cazas franceses Dassault Rafale, la del F-15EX de fabricación estadounidense o la reactivación de un pedido de 48 Eurofighter Typhoons, un acuerdo que permanece estancado desde 2018 por el veto de Alemania.
Riad cuenta con un factor geopolítico a su favor que podría inclinar la balanza. El progresivo acercamiento con Israel, una mejora en las relaciones que se ha intensificado en los últimos tiempos, podría ser la llave para borrar las dudas sobre este movimiento tanto de los congresistas estadounidenses como del propio Tel Aviv, a pesar de los obstáculos que han hecho fracasar acuerdos similares, como el que se negociaba con Emiratos Árabes Unidos por sus crecientes lazos con China.
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