Guerra

Air Defender 2023: así será el mayor despliegue aéreo de la historia de la OTAN a las puertas de Rusia

Participarán más de 10.000 soldados y 250 aviones: F-35, Eurofighter, F-15, F-16, F-18, Gripen, Tornado... España participa con tres cazas.

El espacio aéreo alemán acogerá, a partir de mañana lunes y durante 10 días, las maniobras de la OTAN Air Defender 2023, el mayor despliegue de fuerzas aéreas aliadas de la historia en un ejercicio de este tipo, en el que participarán 25 países de la organización, entre ellos España, que aportará tres Eurofighter Typhoon del Ala 14 del Ejército del Aire y el Espacio (EAE) para combinarse en un mismo mando aéreo con otros 30 cazas del mismo tipo de la Luftwaffe alemana.

De este modo, la Alianza pretende mostrar que puede responder ante cualquier incidencia justo cuando Ucrania empieza su contraofensiva contra las tropas rusas que ocupan la parte sureste de su territorio.

Las maniobras, lideradas por Alemania, tienen carácter defensivo y pretenden demostrar la agilidad y la rapidez con la que la fuerza aliada puede responder en esta materia. Su desarrollo provocará durante sus 10 días de duración la suspensión de casi 1.000 vuelos comerciales y movilizarán a 250 aviones de 25 de los 30 países miembro de la Alianza. Con ellos serán movilizados más de 10.000 soldados.

Entre los aviones que se podrán ver sobre los cielos germanos, todos los grandes aparatos occidentales: desde el F-35 estadounidense al Eurofighter europeo, pasando por F-15, F-16, F-18, Tornado, Gripen, C-130, A-400M, bombarderos B-1B, Mig-29 o los drones MQ-9 Reaper.

El ejercicio se lleva a cabo en tres espacios aéreos sobre Alemania: uno se extiende desde la costa del Mar Báltico hasta Alemania Oriental, el segundo va desde Baviera hasta Renania-Palatinado. "Y el espacio aéreo más grande que bloqueamos se extiende desde Baja Sajonia hasta el Mar del Norte y el espacio aéreo holandés", dice el teniente general Günter Katz, comandante general del Comando de la Fuerza Aérea del Bundeswehr.. Sin embargo, solo se volará al mismo tiempo en uno de los tres espacios aéreos, para que la aviación civil no se vea afectada indebidamente por el ejercicio a gran escala.

Las altitudes de vuelo durante Air Defender en las tres zonas de entrenamiento están entre 2.500 y 15.000 metros y más. Por lo general, no se vuelan misiones por debajo de eso. El reabastecimiento de combustible generalmente se realizará a una altitud de 3.000 a 10.000 metros. Dependiendo del espacio aéreo activado, los vuelos de práctica de combate a reacción se realizan desde una altitud de 2.500 o 3.000 metros. Se planean vuelos de bajo nivel de jets y aviones de transporte en una parte del área de ejercicios aéreos del este, la llamada Fight 1. Este área de ejercicios se extiende sobre el norte de Brandeburgo, partes de Mecklemburgo-Pomerania Occidental y el Mar Báltico. El espacio aéreo está reservado para estos vuelos de bajo nivel durante tres horas cada día del 12 al 22 de junio. Además, se realizan vuelos ocasionales a baja altura en las áreas de entrenamiento de Baumholder y Grafenwoehr.

La característica especial de Air Defender 23 es que esta vez la transferencia de grandes unidades aéreas se practica en muy poco tiempo. "Tendremos más de 100 aviones de Estados Unidos cruzando el Atlántico, que recogeremos, que suministraremos logísticamente y que luego se integrarán en el ejercicio en consecuencia".

​El país que liderará las maniobras será Alemania y en ellas participarán también dos naciones que no son miembros de la organización militar noroccidental: Suecia (que ha pedido el ingreso) y Japón.

Los aviones participantes y sus pilotos asumen diferentes roles en el escenario, ya sea el de sus propias fuerzas o el del enemigo. En consecuencia, la interdicción aérea, es decir, el aislamiento del aire, es parte de los escenarios del ejercicio. Esto incluye apoyo aéreo con misiles aire-tierra para eliminar las defensas aéreas enemigas. El entrenamiento de combate aéreo diferente también está en la agenda como una forma de adquirir habilidades. Aquí, aviones de diferentes tipos se utilizan entre sí con y sin el apoyo de centros de control de radar. Son posibles misiones más allá del rango visual, fuera del rango de visión del oponente, así como combates cara a cara, también conocidas como peleas de perros. Los Eurofighter estarán implicados en asumir el papel de defensa aérea ofensiva y utilizar sus capacidades variables, las denominadas funciones múltiples, para combatir aviones de combate enemigos y objetivos en tierra.

Además, las defensas aéreas enemigas también se eliminan con las llamadas operaciones SEAD (Suppression of Enemy Air Defences). En el este, el espacio aéreo alemán se defiende contra los ataques enemigos, en el sur, las misiones ofensivas se realizan contra el enemigo con el objetivo de suprimir las defensas aéreas enemigas para que sus propias fuerzas terrestres puedan ser apoyadas por operaciones de guerra aérea y el uso de fuerzas especiales como nadadores de combate y paracaidistas. También hay una misión de rescate que se gestionará en el sur y, por último, pero no menos importante, las capacidades de reabastecimiento aéreo se están probando con 15 aviones cisterna. El general Ingo Gerhartz, jefe de la Fuerza Aérea alemana, contó que la idea de lanzar unas maniobras masivas con muy pocos días de antelación se pensó en 2018, cuatro años después de que Rusia se hiciera por la fuerza con la península ucraniana de Crimea. Gerhartz también dijo que las maniobras no están dirigidas contra nadie y que sólo se organizan para “mostrar que nuestra alianza es capaz de defenderse”.

Las maniobras sirven también para ver el cambio radical que dio Alemania en materia de Defensa desde el estallido de la invasión rusa a Ucrania. La Defensa alemana era, en proporción a la capacidad económica del país, mucho menor a la de Francia o Reino Unido y aunque sobre el papel superaba a Italia o España, en la realidad no era así.

Tras el ataque ruso, el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, prometió un cambio radical y anunció un fondo de 100.000 millones de euros en tres años para equipar y reforzar a sus Fuerzas Armadas y un aumento permanente del gasto en Defensa por encima del 2% que marcan las normas (de cumplimiento voluntario) de la OTAN.

Si el gasto va a paso de tortuga, el cambio político que marca la posición de Alemania como líder de estas maniobras muestra que Scholz quiere cambiar el papel de su país en la defensa de Europa, hasta ahora dependiente del paraguas de seguridad que le provee Estados Unidos.

Además de en Alemania, habrá maniobras en República Checa, Letonia, Estonia y sobre el Mar Báltico y el Mar del Norte. Fuentes de la OTAN contaban el miércoles que la idea es demostrar a quien quiera darse por aludido que la presencia militar de la Alianza Atlántica en su flanco oriental está para quedarse, que Estados Unidos vuelve a Europa (de donde poco a poco había ido retirando material y hombres desde el final de la Guerra Fría) y que la OTAN es capaz de movilizar en pocos días cientos de aviones de combate.

La OTAN dice que por ahora no se plantea que estos ejercicios se hagan anualmente, pero que tampoco espera que sean los últimos de esta envergadura.

Amy Gutmann, embajadora estadounidense en Berlín, subrayó que el mensaje más poderoso de las maniobras "Air Defender 2023" es que "la unidad y la fuerza" de la alianza son "claves". Afirmó asimismo que se trata de un ejercicio que "impresionaría a cualquiera que lo viera" y agregó que le sorprendería mucho si cualquier líder mundial no tomara nota de lo que esto demuestra en términos del espíritu de esta alianza, lo que equivale a la fuerza de esta alianza", incluido el presidente ruso, Vladímir Putin.

La diplomática estadounidense subrayó que "en 2023, la prevención a través de la preparación es más esencial hoy que nunca" y Air Defender 2023 es precisamente una muestra de la agilidad y la rapidez con la que puede responder la fuerza aliada en la OTAN en materia de defensa colectiva.