Venezuela

Guaidó logra una extensión de la presidencia interina: ¿Para qué?

Una mayoría de la Asamblea Nacional electa en 2015 decide prolongar el mandato del dirigente opositor durante un año para proteger los activos en el extranjero y presionar para unas elecciones libres en el país caribeño

El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, en una imagen de archivo
El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, en una imagen de archivoLEO ALVAREZ.

Bordeando la medianoche del lunes, los diputados que aún forman parte de la Asamblea Nacional venezolana electa en 2015 decidieron por mayoría extender por un año más la presidencia encargada de Juan Guaidó. Lo hicieron modificando el Estatuto para la Transición que soporta el interinato opositor, encargado principalmente de administrar y defender activos venezlanos en el extranjero y presionar para unas elecciones presidenciales y legislativas libres y democráticas.

La sesión se retasó durante casi 12 horas desde su convocatoria original, cuya obligatoriedad era hacerla antes del 5 de enero. Ese tiempo fue aprovechado por los partidos políticos que sostienen a Guaidó para acordar puntos clave, incluyendo la propia existencia de una presidencia encargada.

Borges, sin apoyos

El partido Primero Justicia, cuyo dirigente Julio Borges renunció en diciembre a su figura como canciller del interinato, propuso eliminar el cargo ejecutivo de Guaidó y dejar al presidente del parlamento a cargo de algunas potestades ejecutivas para servir fundamentalmente como representante del Estado en juicios y demás diatribas internacionales sobre activos en el exterior y acreedores. La propuesta no logró la mayoría de los demás partidos, pero sí hubo acuerdo en que Guaidó rinda cuentas ante los diputados mensualmente sobre el avance de los juicios y demás gestiones internacionales al respecto de dineros venezolanos en el extranjero.

Lo acordado mantiene a Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional electa en 2015 y como Presidente encargado del país, “a los efectos de defender la democracia y dirigir la protección de los activos del Estado en el exterior”.

No obstante, regresa a los diputados la gestión de la política exterior del Gobierno encargado incluyendo la potestad de designar representantes diplomáticos en los países aliados que reconocen al interinato, así como delinear las medidas de apoyo humanitario a los migrantes venezolanos.

Último reducto democrático

Recordemos que en Venezuela la Asamblea Nacional de 2015, cuyo período constitucional es de cinco años, asumió un “mandato extendido” vista la ilegitimidad de las elecciones que resultaron en otro Parlamento el pasado 6 de diciembre, controlado por completo por el chavismo. El Legislativo considerado el último bastión de democracia institucional en Venezuela decidió en 2018 desconocer la reelección de Nicolás Maduro por fraudulenta, abriendo la puerta a que en 2019 Juan Guaidó asumiera la presidencia encargada frente a una “usurpación del Ejecutivo” por parte del heredero de Hugo Chávez.

Guaidó logró el reconocimiento de 60 países del mundo a su gobierno interino, incluyendo varios de la Unión Europea, pero tal apoyo ha mermado visto que no logró hacerse del poder real dentro de Venezuela y que Maduro tiene control del territorio y de la burocracia nacional, además de la Fuerza Armada. Actualmente quince gobiernos del mundo declaran abiertamente el reconocimiento a la presidencia encargada, mientras que muchos otros han optado por aplicar, principalmente los europeos, la “doctrina Estrada”, delineada en 1930 que evita dar reconocimientos a gobernantes pero mantener relaciones con quien esté al mando del Estado.

La extensión del mandato de Guaidó por un año más ocurrió con el respaldo de toda la Plataforma Unitaria, que limó sus asperezas internas, aunque sin diputados del bloque más radical que salvaron el voto por no haber conociddo de antemano la propuesta de acuerdo. Durante la sesión hubo 132 diputados conectados por la plataforma Zoom, de los cuales 107 eran principales. Finalmente votaron a favor del acuerdo 105 de ellos.

“Nosotros, los diputados de la AN legítima, le decimos a Venezuela que aquí estamos, unidos, en medio de las diferencias que siempre existen, pero dispuestos a luchar porque Venezuela sea un país democrático”, dijo Juan Pablo Guanipa, primer vicepresidente de ese parlamento que sesiona de manera virtual por la pandemia y porque no tiene sede física, pues le fue arrebatada por el régimen.

Reunificación

Luego de la aprobación, Juan Guaidó puntualizó que “es el momento para la reunificación de todos los factores que queremos un cambio en torno a la lucha por condiciones para elecciones libres y justas”.

La decisión de la Asamblea Nacional de 2015 no aplaca los ánimos de otros sectores opositores que continúan considerando al interinato como una ficción jurídica. El excandidato presidencial Henrique Capriles Radonski, militante de Primero Justicia, ha dicho que el gobierno encargado “se acabó” a mediados de 2019 luego de una intentona militar fallida, y otros dirigentes y analistas consideran que luego de las elecciones regionales de noviembre se reconfiguró el mapa opositor. Las consecuencias de tales fuerzas disímiles están aún por verse.