Elecciones

Colombia vira a los extremos: elegirá presidente entre un ex guerrillero y un empresario populista

El izquierdista Gustavo Petro se alza con la primera plaza con el 40% de los votos y el candidato populista da la sorpresa al superar a la derecha

La elección de la Presidencia de Colombia quedó cerrada para una segunda vuelta el próximo 19 de junio entre el izquierdista Gustavo Petro y elpopulista Rodolfo Hernández, un candidato que logró en la recta final de la campaña desbancar al derechista Federico Gutiérrez.

Petro ganó la primera vuelta, como estaba previsto, con 8.526.352 papeletas, equivalentes al 40,32 %, seguido de Rodolfo Hernández, la sorpresa de la jornada, con 5.952.748 votos, que representan el 28,15 %. El triunfo de Petro se confirmó con el 99% del voto escrutado, pero no alcanzó la mayoría absoluta por lo que tendrá que acudir a la segunda vuelta por segunda vez frente a un votante polarizado y con la posibilidad de que las fuerzas del centro y de la derecha vayan unificadas para detenerlo.

En las últimas semanas los números de Petro habían dejado de crecer en estudios de opinión, igual que los del conservador «Fico». El que mostraba aún números ascendentes era el tercer favorito, Rodolfo Hernández. Las proyecciones mostraban una pugna entre Federico “Fico” Gutiérrez y el populista Hernández para pasar a segunda vuelta. Finalmente fue Rodolfo Hernández, un candidato sin compromisos partidas tradicionales, que terminó siendo la figura de todo el sistema político de centro y de derecha al superar al conservador « Fico» con el 28,20% de los votos.

Su discurso crítico con el gobierno nacional y hasta con el uribismo, que hasta ahora se consideraba la tendencia política dominante demuestra que definitivamente Colombia ha cambiado. El empresario inmobiliario que comparan con Trump brinda esperanza a quienes quieren pararle el paso a Petro, a pesar de que la historia confirma un crecimiento continuado. En 2010 el izquierdista obtuvo el 9,13% de los votos, en 2018 capitalizó 25,08% y para la jornada de este domingo se esperaba que obtuviera el 40% de los votos. No obstante, salvo que disminuya la abstención estructural sus posibilidades de crecimiento son complejas.

Simpatizantes del candidato presidencial Rodolfo Hernández acuden a la sede de campaña tras la jornada de elecciones a presidente de Colombia para el periodo 2022-2026, en Bogotá
Simpatizantes del candidato presidencial Rodolfo Hernández acuden a la sede de campaña tras la jornada de elecciones a presidente de Colombia para el periodo 2022-2026, en BogotáNatalia PedrazaAgencia EFE

La campaña de miedo y las advertencias sobre la «venezolanización» que traería la izquierda en el poder tienen un problema: estudios recientes de empresas como 40dB advierten que crece el desapego con la democracia, con 85% de la población desconfiando de las instituciones electorales, 25% sin confianza en el voto como mejor sistema político, con mayor fuerza entre jóvenes y estratos más pobres.

Por ello, será importante ver a fondo el papel del voto en blanco, como símbolo del descontento electoral con las opciones propuestas o el propio sistema. Un dato que en los últimos seis meses mostró números crecientes. En las parlamentarias de marzo pasado, se contabilizaron más de un millón de papeletas en blanco.

Ahora, Petro pudiera naufragar en la segunda vuelta. No es extraño. Ocurrió en 1998 cuando Andrés Pastrana obtuvo 34% y Serpa Uribe 35% en primera vuelta, resultando Pastrana el vencedor en el balotaje. En 2014 el presidente Juan Manuel Santos buscó la reelección y obtuvo 25,7% de los votos frente al candidato Oscar Zuluaga que sacó 30%. En la segunda vuelta el mandatario logró vencer.

En todo caso, Colombia se juega su estabilidad democrática, advierten analistas locales. La posible llegada del izquierdista Gustavo Petro al poder presidencial pudiera abrir la puerta a un desmontaje de las estructuras que hasta ahora han hecho de la nación cafetalera la más estable de la región.

La candidatura del líder del Pacto Histórico, una alianza de partidos progresistas, ha generado un sinfín de conjeturas, por su historia y por sus planteamientos públicos. Los más recientes han apuntado al propio sistema electoral, con uno de sus jefes de campaña denunciando posible amaño en la primera vuelta de este domingo. «Si hay fraude quizá ni podríamos saberlo porque el sistema cerrado no puede ser auditado. Nos han eliminado 8.000 testigos y el software no fue revisado de manera independiente», ha dicho Armando Benedetti, también senador.

A Petro le han señalado de querer perpetuarse en el poder, desmontar los acuerdos con Estados Unidos y abrir la puerta del Palacio de Nariño al Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla, concretando un acercamiento incluso con el dictador Nicolás Maduro con quien retomaría relaciones diplomáticas.

Su adversario Federico «Fico» Gutiérrez ha dicho que esa es una de sus principales razones para competir: evitar el colapso de la democracia neogranadina. Por su parte, el registrador Alexander Vega dijo al cierre de los colegios que ganó la democracia del país, en una jornada tranquila y ejemplar.

Las denuncias de irregularidades, registradas por el gobierno y por veedores externos, se mantuvieron en bajas cantidades y no se registraron hechos violentos relacionados con los comicios. El proceso avanzó con cierta tranquilidad.

La Registraduría Nacional había recibido hasta el mediodía del domingo 119 reportes sobre posibles irregularidades y delitos electorales en 22 departamentos y en la capital, principalmente restricciones a la libertad de voto (28 reportes), compra de votos (17), problemas con las acreditaciones de testigos electorales (15), y presión de empresarios para votar por algún candidato (13).