Drones rusos en Polonia

Así es el ejército de Polonia: uno de los más temidos de Europa construido para ‘frenar’ a Rusia

Tras el derribo de varios drones rusos en su territorio, Polonia muestra al mundo por qué ha invertido como nadie en reforzar sus Fuerzas Armadas

Uno de los carros K2 fabricados para las fuerzas armadas de Polonia
Uno de los carros K2 fabricados para las fuerzas armadas de PoloniaDe Staff Sgt. Matthew Foster

El amanecer del 10 de septiembre de 2025 no ha sido uno más en Polonia. Durante la madrugada, docenas de drones rusos cruzaron su espacio aéreo en dirección a objetivos en Ucrania. Algunos de ellos fueron interceptados y derribados por las Fuerzas Armadas polacas en lo que el propio gobierno ha calificado como “una violación sin precedentes” de su soberanía.

Lo ocurrido no es un episodio aislado. Para Polonia, fronteriza con Ucrania y Bielorrusia, la amenaza rusa no es un escenario hipotético, sino una posibilidad tangible. Y ahí cobra sentido la transformación que su ejército ha experimentado en los últimos años: de unas Fuerzas Armadas de tamaño medio a convertirse en el tercer mayor ejército de la OTAN y, probablemente, el más ambicioso de Europa en cuanto a modernización.

Así es el ejército de Polonia: en expansión y modernización acelerada

Hasta hace poco más de una década, Polonia contaba con unas fuerzas armadas reducidas, centradas en la defensa territorial y en su papel dentro de misiones de la OTAN. Pero la anexión rusa de Crimea en 2014 fue un punto de inflexión. A partir de entonces, Varsovia aceleró su inversión en defensa hasta situarla hoy en torno al 4 % del PIB, uno de los porcentajes más altos de toda la Alianza Atlántica.

Su crecimiento presupuestario ha sido constante: de 2,2 % en 2015 a un plan ambicioso que prevé alcanzar el 5 % del PIB. A esto se suma una aportación directa de la UE a través del fondo SAFE, con 43 700 millones de euros asignados para armamento, defensa antiaérea y ciberseguridad.

El resultado es un ejército que ya suma más de 216 000 soldados en activo, con planes de llegar a los 300 000 en los próximos años. Una cifra que, en comparación, triplica la de países como España. Y no se trata solo de cantidad, sino también de calidad: Polonia ha firmado acuerdos millonarios con Estados Unidos y Corea del Sur para equiparse con lo último en blindados, artillería y cazas de quinta generación.

Tanques, cazas y misiles: el músculo de Varsovia

Cuando el por entonces ministro de Defensa polaco Mariusz Błaszczak proclamó en 2023 que Polonia tendría “las fuerzas terrestres más poderosas de Europa”, muchos lo interpretaron como una declaración política. Dos años después, los números respaldan esas palabras.

El país ha encargado más de 1.300 tanques nuevos, una combinación de Abrams estadounidenses y K2 Black Panther surcoreanos, lo que supone multiplicar por cuatro el parque blindado de países como Alemania o España.

A eso se suman los vehículos de combate Borsuk, diseñados y fabricados en Polonia, o los sistemas de artillería HIMARS y Patriot, que refuerzan su capacidad para responder a ataques como el de hoy. En el aire, el futuro pasa por los 32 cazas F-35 ya encargados y por los FA-50 surcoreanos, que complementarán a su flota actual.

La reorganización del ejército también ha sido estratégica. Consciente de que su frontera este es la más vulnerable, Polonia ha creado nuevas divisiones mecanizadas en esa región, entre ellas la Primera División de Infantería de las Legiones, equipada con blindados de última generación y obuses autopropulsados.

La idea es clara: disuadir a Moscú con una presencia fuerte en la zona más cercana a Bielorrusiay al enclave ruso de Kaliningrado.

¿Qué implica el derribo de drones rusos este miércoles?

El derribo de drones rusos en territorio polaco no solo ha puesto a prueba la capacidad de reacción de su ejército, sino que también ha demostrado la relevancia de sus alianzas. Cazas F-35 holandeses y noruegos patrullan desde julio en suelo polaco como parte de un despliegue coordinado de la OTAN.

Para la población, acostumbrada en los últimos meses a escuchar alertas y a ver maniobras militares en sus ciudades, la noticia de hoy refuerza una idea que se ha instalado en la sociedad polaca: invertir en defensa no es una opción, sino una necesidad. Según encuestas recientes y como recoge 'The Guardian', más del 70 % de los ciudadanos polacos apoya destinar cada vez más recursos al ejército.

Polonia ha pasado de ser un actor secundario en la defensa europea a colocarse en primera línea. No solo porque comparte frontera con Ucrania, sino porque ha decidido convertirse en el país con el ejército de tierra más potente del continente.

El incidente de hoy, con drones rusos interceptados en su espacio aéreo, subraya que la apuesta polaca no es retórica: su ejército está preparado para responder. Y, en un momento en que la seguridad en Europa vuelve a ser un tema de primer orden, Varsovia se presenta como un socio imprescindible dentro de la OTAN.