Berlusconi: «Gracias a la izquierda de Renzi hay más inmigrantes, más pobres y más deudas»

Es uno de los grandes protagonistas de la campaña italiana que culminará el 4 de marzo. Pese a estar inhabilitado hasta 2019, lidera a la derecha y prepara entre bambalinas un futuro gobierno de coalición.

Está en plena forma, más a gusto que nunca moviendo los hilos de la política italiana. «Il Cavaliere», inhabilitado hasta 2019 tras ser condenado por fraude –castigo que ha recurrido al Tribunal de Estrasburgo–, buscará el próximo domingo, en primer lugar ganar las elecciones para impedir que los populistas del Movimiento 5 Estrellas (M5E) lleguen al gobierno. Más adelante, cuando el castigo expire, disfrutará la venganza de reservarse un buen lugar bajo el sol de la siempre inestable política italiana para acabar su carrera en lo más alto. Y destaca que no volverá a hacerse con el control de su adorado equipo de fútbol AC Milan. Aunque de momento calla y guarda silencio sobre su destino, admite que, si fuera necesario para garantizar la formación de un gobierno de centroderecha –y para evitar el regreso a las urnas–, no tendría problemas en aceptar los votos de los «exiliados» del Movimiento 5 Estrellas (M5E). Tras el escándalo de fraude que hace unas semanas azotó al movimiento populista, el ex «cavaliere» admite que aceptaría a candidatos que hayan formado parte de las listas «grillinas». El líder de Forza Italia lo explica con ironía: «Nunca se dice que no a quien está listo para firmar tu programa. Fueron elegidos al azar, son personas que no han trabajado nunca, nuestra coalición sería muy buena para ellos porque podrían retener por completo su asignación parlamentaria», haciendo alusión al sonado caso de fraude bautizado como «Rimborsolpoli» del que ha sido acusado el movimiento –varios parlamentarios no devolvieron parte de su sueldo al partido, a lo que obligan los estatutos–. Polémicas aparte, no sólo habla del movimiento antisistema liderado por Luigi Di Maio, también le dedica palabras al exprimer ministro Matteo Renzi, líder del Partido Democrático (PD) y aborda los principales temas de la campaña.

¿A quién vería como el próximo presidente de la República?

Aún es temprano, ya veremos.

No es un misterio que ésa es su ambición, un sueño cultivado cuando era niño...

No, en realidad nunca he pensado en política. En 1994 me vi obligado a salir a la palestra porque los comunistas avanzaban hacia el poder. En dos meses detuve su carrera y llegué al Palazzo Chigi. Hace tres o cuatro meses, cuando las urnas dieron al M5E la oportunidad de ganar, sentí lo mismo que en aquel entonces. Pero ahora ese riesgo se ha ido. Somos los únicos que podemos aspirar a tener una mayoría.

¿Son parecidos el ex primer ministro Renzi, del Partido Democrático (PD), y el antisistema Di Maio del Movimiento 5 Estrellas?

Son dos personas muy diferentes. Renzi no es un peligro para la democracia. Teníamos muchas esperanzas puestas en él, aunque luego nos decepcionó. Tiene el mérito histórico de haber cortado todos los vínculos con la ideología comunista. Pero su gobierno ha llevado a Italia a ser «el chaleco negro» de Europa. Tenemos más inmigrantes, personas más pobres, más deudas en Italia...

¿Sería posible un gobierno de coalición con un partido de izquierdas como el de Renzi?

Dado que la situación económica actual es el resultado de las políticas de los gobiernos respaldados por el Partido Democrático, no creo que nuestros programas puedan ser compatibles.

Sobre los candidatos excluidos del M5E tras el caso de Rimborsolopi, ¿los llamará para convencerlos de apoyar a su futuro gobierno?

No. Serán ellos los que den un paso al frente. Pero creo que no será necesario, tendremos la mayoría por nuestra cuenta.

Pero entre los escenarios posibles hay quienes plantean la hipótesis de un acuerdo entre Matteo Salvini, su socio y líder de la Liga Norte, y el M5S...

Salvini es absolutamente leal. En el pasado, los acuerdos saltaban por los aires porque no había un acuerdo previo. Esta vez hay un programa que comencé a trabajar hace un año, lo presenté a los aliados e integré sus observaciones. Está firmado por todos, nadie puede cuestionarlo.

Es conocido que ya prepara el futuro gobierno. ¿A quién pondría al frente de Economía?

Tendremos que encontrar un nombre con el que la coalición entera esté de acuerdo. Necesitamos una persona que esté familiarizada con la realidad del país, fuera de la política.

¿Y para Justicia?

Tengo un nombre que propondré a mis socios. En cualquier caso, debe ser abogado o magistrado.

¿La Justicia siempre es su prioridad?

Necesitamos tener en nuestras manos todo el sistema. Apostamos por la abolición de los grados de juicio sucesivos en el caso de la absolución. Las personas absueltas en primera instancia no deben sufrir el goteo de los juicios, ni siquiera en la apelación y la casación.

¿Cuál debería ser la primera disposición del nuevo ejecutivo?

Una intervención para combatir el desempleo juvenil, especialmente en el sur del país. Proponemos una desgravación fiscal para las empresas que contraten a jóvenes desempleados. El procedimiento prevé que los tres primeros años sean de aprendizaje, y los tres siguientes de empleo efectivo. En total serían seis años en los que el coste de la mano de obra sería sólo el del salario pagado al trabajador.

¿Otras prioridades?

Pensiones de al menos mil euros para aquellos que no cuenten con ingresos mínimos. Y mil euros también para todas las amas de casa, desde los 67 años en adelante.

¿Qué es el impuesto fijo que quiere imponer para emprender su revolución fiscal?

Queremos introducir un impuesto fijo al 23% para todo el mundo, con la esperanza de poder ir disminuyéndolo paulatinamente. Allí donde se ha introducido ha traído beneficios.

¿Cómo pretende cubrir la diferencia en los ingresos?

Recuperaremos el PIB sumergido, se estima en unos 800.000 millones de euros. Si los impuestos bajan, habrá menos necesidad de evadir, por tanto el Tesoro recaudará más. Será entonces cuando se podrá intervenir en el sistema de deducción y en la revisión del gasto. El centroizquierda también lo propuso... Contrataron a un excelente asesor, Cottarelli. Había planeado 20.000 millones de euros en recortes. Luego, Renzi lo único que cortó fue a Cottarelli de su cargo.

Matteo Salvini quiere abolir la ley sobre las pensiones. ¿Qué opina?

Es una cuestión de principios. Es una ley hecha rápida y mal. Nuestro objetivo es corregirla. Sólo necesita algunas modificaciones que nos permitan deshacernos de lo que está mal planteado.

¿Volverá a tener buena relación con Merkel?

Las relaciones nunca han sido malas. Sólo existe el famoso episodio de la sonrisa causada por Sarkozy, pero tenemos una relación excelente. Hubo algún nubarrón cuando me atribuyeron una frase vulgar que nunca dije –según algunas fuentes la habría llamado «culazo grasoso»–. Afortunadamente, las grabaciones salieron a la luz y todo se aclaró.

¿Piensa en volver a comprar el Milan?

He sido el presidente del club que más ha ganado. Pero desde que en el fútbol ha entrado el dinero del petróleo, se necesita demasiado esfuerzo para sostenerlo. No hay ninguna posibilidad de que vuelva al Milan.