EE UU

Biden y Trump se disputan el voto obrero

El presidente y el precandidato republicano viajan a Detroit en apoyo de los trabajadores en huelga del sector automovilístico

Quien les iba a decir a los trabajadores de la industria automotriz estadounidense que están en huelga desde hace trece días que se convertirían en deseo de los dos candidatos presidenciales favoritos en la carrera electoral de 2024. Joe Biden viajó ayer a la carrera para reunirse con ellos en Detroit (Michigan) en un intento de cortejar el voto obrero que en estos momentos pende de un hilo y es clave en las elecciones presidenciales del 2024. Tan importante es el apoyo de la clase trabajadora, que había que robar los titulares con ellos antes de que lo hiciera hoy, 24 horas después de la visita del presidente estadounidense, Donald Trump. El republicano volverá a saltarse un debate contra siete contrincantes republicanos esta noche en las primarias de su partido para seguir su propia agenda electoral.

Con ambas visitas, Michigan se acaba de convertir oficialmente en un Estado clave para las elecciones de 2024 y la clase trabajadora del país en un trofeo que no se puede perder. El territorio demócrata es ya un «swing state», también conocido como «Estado bisagra», porque ningún partido puede asegurarse una victoria clara allí. Y así, sin avisar, a golpe de viaje, arranca la batalla por la Casa Blanca. Por eso ayer Biden puso mucha atención a las quejas y reclamos de los trabajadores que exigen mejores condiciones salariales. Los historiadores aseguran que es la primera vez que un presidente en funciones se une a una huelga caminando con ellos. Hasta ahora un líder en activo que, en principio, tiene que mantener el equilibrio entre los trabajadores, la economía del país y la cadena de suministro nunca había querido «mojarse» de esta manera tan directa. Habrá que ver cómo se traduce esta estrategia en el sentir de la nación.

Parece que el equipo de campaña presidencial fue rápido organizando un viaje al centro del meollo un día antes de que lo visitara Donald Trump. Y eso que Biden le tachó de «oportunista» cuando el republicano anunció sus intenciones de apoyar la protesta «in situ». Donald Trump siempre se ha opuesto a los planes de una economía baja en carbono que luche contra el cambio climático, y con ese discurso tratará de empatizar hoy con la angustia de los trabajadores industriales como ya hizo hace siete años.

En 2016, el exmandatario consiguió convencer a los trabajadores desencantados con el cierre de fábricas y el desarrollo industrial en detrimento de sus puestos de que él era su mejor opción. Pero no supo mantener su lealtad durante los cuatro años de mandato, y en 2020 Biden recuperó este voto por un estrecho margen de tres puntos porcentuales. De momento, los huelguistas no se han posicionado a favor de ningún candidato. La agrupación Trabajadores del Automóvil Unidos (UAW, por sus siglas en inglés) advirtió de que un segundo mandato de Trump sería un desastre para los sindicatos. Pero la relación con Biden tampoco es mejor, su plan de vehículos eléctricos podría transformar completamente la industria, y esta decisión no es tan popular entre el voto obrero. Con el viaje a Detroit, el presidente ha dejado claro su apoyo al brazo sindical y la importancia que para él tiene su respaldo en las elecciones del próximo año. Además, gran parte de la carrera política del demócrata ha sido definida por estar siempre al lado de los sindicatos.

La diferencia más importante entre ambos políticos es que el presidente estadounidense fue a Michigan invitado por los líderes sindicalistas, mientras que Trump viajará hoy a pesar de las advertencias de que no lo haga porque allí no lo quieren. O por lo menos no lo quieren los líderes, porque la estrategia del republicano está siendo abrir una brecha entre los miembros sindicales y sus dirigentes. De hecho, la UAW participará en la visita de Biden, pero no en la de Trump. «Estamos invirtiendo cada hilo de nuestro sindicato en luchar contra la clase multimillonaria y una economía que enriquece a personas como Donald Trump a expensas de los trabajadores», aseguró a través de un comunicado Shawn Fain, presidente de la UAW.

Biden se ha decantado por una apuesta arriesgada, porque como la huelga se alargue más de lo necesario y empiece a afectar a la economía, el demócrata va a arrancar el año electoral oficial con muy mal pie. Pero en estos momentos cualquier apoyo es importante, las últimas encuestas han empezado a mostrar un empate con su contrincante de cara a las presidenciales del 2024.