Riesgo de escalada
Biden llega a Israel el día después de la matanza del hospital en Gaza
Las declaraciones de la teocracia iraní y el recrudecimiento de los ataques de Hizbulá por el norte hacen temer una extensión del conflicto en el norte
En apenas 48 horas los líderes de las dos principales potencias occidentales, el presidente estadounidense Joe Biden, y el canciller alemán, Olaf Scholz, habrán visitado Israel para mostrar su apoyo explícito a sus autoridades en la cuenta atrás para la anunciada ofensiva terrestre de las Fuerzas de Defensa contra Hamás en la Franja de Gaza –sobre la que Tel Aviv no ha ofrecido públicamente ninguna pista— y en medio de una escalada en la frontera norte con el Líbano. Además, responsables del Ejército de Israel anunciaron ayer haber abatido a uno de los líderes militares de Hamás en Gaza.
En la víspera de la visita de Biden a Israel el Ejército estadounidense puso 2.000 soldados “en alerta máxima mediante una orden de preparación para el despliegue” ante la inminencia de la operación terrestre en Gaza, según anunció ayer el Pentágono en un comunicado a fin de “responder rápidamente a la evolución del entorno de seguridad en Oriente Medio”. Los medios estadounidenses informaron que las tropas cubrirían funciones de apoyo, como asistencia médica y manipulación de explosivos.
Asimismo, el secretario de Estado Antony Blinken –encargado de hacer el anuncio desde Jerusalén tras una larga reunión con oficiales israelíes-, volvía a insistir en su “apoyo inquebrantable” al Gobierno presidido por Benjamín Netanyahu. La Administración Biden ha ofrecido respaldo diplomático, militar y táctico desde el pasado 7 de octubre – Washington ya ha desplegado dos portaaviones en la región “para disuadir acciones hostiles contra Israel"--, fecha en que Hamás comenzó una matanza que ha costado la vida hasta la fecha a 1.400 personas en Israel. La gran preocupación para Washington –hay 13 nacionales estadounidenses desaparecidos— es evitar que la guerra que libran Israel y Hamás en Gaza se convierta en un conflicto bélico a escala regional.
Con todo, la larga e intensa gira regional del máximo responsable de la diplomacia estadounidense –con escalas en Doha, El Cairo, Abu Dabi, Manama y Amán— y las declaraciones del mandatario estadounidense apuntan a que Washington trata de jugar un papel contemporizador en esta fase del conflicto, además de presionar a las partes para facilitar la entrega de ayuda humanitaria a la población palestina de Gaza.
En este sentido, en una entrevista televisiva el pasado domingo Biden no ocultaba sus reservas respecto a una eventual invasión de Gaza por parte de las tropas israelíes, que calificó de “gran error”. Asimismo, los medios israelíes revelan cómo altos funcionarios de la Administración Biden presionan a sus socios israelíes para que se preparen para “el día después” de completar la operación militar contra Hamás en la Franja.
No hay precedentes de una visita de un presidente estadounidense en un Oriente Medio en guerra y con la amenaza explícita de las autoridades de la República Islámica de Irán y el recrudecimiento de la ofensiva del poderoso partido-milicia libanés Hizbulá. Biden continuará su gira por la región en Jordania, donde además de entrevistarse con el rey Abdalá II, se reunirá con el presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi –reticente aún a abrir el paso de Rafah, el único con Gaza que no controla Israel— y el presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas.
Por su parte, ayer el canciller alemán Olaf Scholz –que había avisado explícitamente en la víspera de su llegada a Hizbulá e Irán—se reunió con el primer ministro Benjamín Netanyahu en Tel Aviv. “Es muy importante que dejemos muy claro, y quiero subrayarlo de nuevo hoy cuando esté en Israel, que estamos al lado de Israel y apoyamos al país. Tiene todo el derecho a defenderse y puede contar con nuestro apoyo para hacerlo”, había dejado claro el líder alemán en una rueda de prensa conjunta celebrada en Berlín junto al rey Abdalá II. La semana pasada, consciente de la importancia histórica del momento, el canciller había aseverado que la responsabilidad de Alemania “nacida del Holocausto” obligaba a su país a “defender la existencia y seguridad del Estado de Israel”.
Aumento de las hostilidades con Hizbulá
La visita de ambos líderes se produce en medio de un recrudecimiento de las hostilidades en la frontera entre Israel y el Líbano, toda vez que Hizbulá viene intensificando en las últimas jornadas el lanzamiento de proyectiles –que ayer causaban heridas a tres ciudadanos israelíes— contra territorio israelí. No en vano, en la mañana del martes, el ministro de Exteriores de Irán, Hossein Amirabdollahian, patrocinador tanto de la organización chiita libanesa como de Hamás, amenazó a Israel con una acción “preventiva” contra Israel “en las próximas horas” de consumarse la ofensiva terrestre de las Fuerzas de Defensa en la Franja.
“Todas las opciones y escenarios posibles están ahí para Hizbulá… Naturalmente, los líderes de la resistencia no permitirán al régimen sionista llevar a cabo ninguna acción en Gaza, y cuando haya seguridad en Gaza, pasar a otras zonas de resistencia en la región”, aseguró el titular de la diplomacia del régimen de los mulás en una alocución televisiva. El lunes el ministro iraní de Exteriores se había reunido, no casualmente, con el líder de Hizbulá, Hassan Nasrallah.
Al cierre de esta edición, mientras las Fuerzas de Defensa intensificaban los bombardeos contra posiciones de Hamás en Gaza, el lanzamiento de proyectiles –al menos uno de los cuales cayó en la localidad de Sederot— desde la Franja volvía a hacer sonar las alarmas en el centro de Israel. El Ministerio de Sanidad del Gobierno de Gaza elevaba ayer a 3.000 la cifra de fallecidos y a 12.500 la de heridos.
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