Oriente Medio
Blinken viaja a Egipto y Qatar para impulsar un alto el fuego en Gaza
El secretario de Estado trasladará mañana a Netanyahu la posición de todas las partes para llegar a un acuerdo
El secretario de Estado, Antony Blinken, se reunió ayer con el presidente egipcio, Abdel Fatah Al Sisi, en El Cairo con la esperanza de poder culminar con éxito las negociaciones para el alto el fuego entre Israel y Hamás en su quinta gira regional desde el estallido de la guerra el 7 de octubre. Desde hace semanas, la Administración Biden promueve con Qatar y Egipto como mediadores un acuerdo entre la organización islamista palestina e Israel para un cese de las hostilidades durante un período de dos meses sobre la base del intercambio de rehenes y presos.
Dicho acuerdo, que sigue sin contar con la adhesión de Hamás y de Israel –no en vano Tel Aviv ha anunciado la intensificación de su operativo antiterrorista en el sur de Gaza–, fue concebido en sus líneas principales en el curso de la reunión mantenida por representantes de Inteligencia de Egipto, Qatar, Israel y Estados Unidos en París el 28 de enero. EE UU estuvo representado por el director de la CIA, William Burns; Qatar por su primer ministro, Mohamed Bin Abdulrahman Al Thani; y Egipto por el jefe de los servicios de Inteligencia, Abbas Kamel. Por su parte, Israel contó tanto con el director del Mossad, David Barnea, como con el jefe del Shin Bet (los servicios domésticos de Inteligencia), Ronen Bar.
En su encuentro de ayer, Blinken y Al Sisi abordaron la implementación del intercambio entre los rehenes de Hamás en Gaza –se estima que al menos 30 de los 136 cautivos islamista han muerto– y los reos palestinos en cárceles israelíes, así como sobre cómo llevar a cabo el traslado de ayuda para la población palestina al interior de la Franja, según se hacía ayer eco el diario egipcio «Al Ahram».
El mandatario egipcio trasladó ayer a Blinken su preocupación ante las consecuencias de la intensificación del operativo bélico de las Fuerzas de Defensa de Israel contra Hamás en la zona de Rafah –el único paso fronterizo que Gaza comparte con Egipto–. Una de las grandes preocupaciones del régimen de Al Sisi desde el inicio de las hostilidades es que una parte de la población de Gaza acabe traspasando las fronteras egipcias. Respecto a la situación humanitaria e la Franja, el Ministerio de Salud de Hamás contabilizó 107 muertos en 24 horas. Según advertía desde Ginebra la Cruz Roja, unas 300 personas, entre ancianos enfermos y personal, permanecen aún en uno de los principales centros médicos de la ciudad de Jan Yunis, el hospital Al Amal, después de que 8.000 personas fueran evacuadas el lunes.
Tras su visita a Egipto, el secretario de Estado se dirigió a Doha, donde se reunió con el emir Tamim Bin Hamad Al Thani. Las autoridades qataríes mantienen estrechos tanto con EE UU como con Hamás. Durante la reunión, el emir insistió en «la necesidad de realizar esfuerzos regionales e internacionales concertados para alcanzar un alto el fuego inmediato, proteger a los civiles y continuar la entrada de ayuda humanitaria de manera adecuada y sostenible en todas las zonas de la Franja de Gaza», según un comunicado.
El objetivo de la gira de Blinken no fue otro, según los oficiales estadounidenses, que conocer la posición de Hamás sobre el acuerdo pergeñado en París antes de su nueva visita a Israel. Blinken llegará hoy a Tel Aviv para trasladar al «premier» Benjamín Netanyahu la posición de las partes sobre la propuesta de acuerdo.
El lunes, el secretario de Estado de EE UU se había reunido en Riad con el príncipe heredero saudí, Mohamed Bin Salman. Arabia Saudí ha admitido seguir interesado en la normalización de relaciones con Israel, aunque condicionan este extremo a la puesta en marcha de un acuerdo que de-semboque en el alumbramiento del Estado palestino.
La quinta gira por Oriente Medio de Blinken se produce en medio de una cadena de acciones bélicas estadounidenses contra fuerzas «proxy» de la República Islámica de Irán. Las fuerzas estadounidenses han bombardeado tanto objetivos de milicias proiraníes en territorio de Siria e Irak como centros operativos de los rebeldes hutíes, insurgentes chiíes afines a Teherán, en Yemen en las últimas jornadas. Con todo, la Administración Biden reitera el mensaje de no tener apetito por un enfrentamiento militar abierto con Irán y de estar tratando de evitar por todos los medios una conflagración regional a gran escala.
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