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Diplomacia

EE UU y Brasil exploran un encuentro entre Trump y Lula sin fecha definida

Avances tras meses de una tensión palpable, marcada por el juicio a Bolsonaro y las sanciones de Washington

Las administraciones de Washington y Brasilia exploran ahora activamente la organización de una cumbre presidencial Wikipedia Commons

La acusación fue directa y contundente. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, no dudó en señalar a su homólogo estadounidense, Donald Trump, por llevar a cabo una clara injerencia en los asuntos soberanos de su país. Este choque frontal representó el punto más álgido de un periodo de enorme frialdad diplomática entre las dos potencias americanas, alimentado por gestos y declaraciones que parecían dinamitar cualquier puente de entendimiento.

De hecho, la raíz de la discordia se encontraba en el respaldo explícito a Jair Bolsonaro por parte del mandatario norteamericano. Trump no solo defendió públicamente a su aliado político brasileño, llegando a calificar el juicio en su contra como una "persecución política", sino que la Casa Blanca elevó la apuesta al imponer sanciones directas contra Alexandre de Moraes, el juez del Tribunal Supremo que supervisaba el proceso judicial.

Pese a este clima de máxima tensión, un gesto inesperado ha abierto la puerta a un posible deshielo. Durante la reciente Asamblea General de las Naciones Unidas, ambos líderes mantuvieron un breve pero positivo encuentro que ha servido para sentar las bases de un nuevo capítulo. Aquel primer contacto, tal y como han publicado en Cnnespanol, ha sido el catalizador que ha puesto en marcha la maquinaria diplomática para reconducir la situación.

La química en Nueva York que desactiva la crisis

En este sentido, fue el propio presidente estadounidense, Donald Trump, quien describió aquella primera toma de contacto con Lula como un momento de «química excelente». Según sus palabras, en esa corta pero sustancial conversación ambos mandatarios coincidieron en la conveniencia de volver a reunirse formalmente en un futuro próximo para poder abordar con mayor profundidad la agenda de intereses comunes que une a sus naciones.

Así pues, lo que parecía una relación rota ha dado un giro pragmático. Las administraciones de Washington y Brasilia exploran ahora activamente la organización de una cumbre presidencial. Ambos gobiernos trabajan con intensidad para concretar una agenda y una fecha que permitan materializar este cambio de rumbo y superar los recientes desencuentros, dejando atrás una etapa marcada por los reproches mutuos.