Brexit

Brown sale a escena para movilizar a los votantes laboristas

El ex «premier» británico teme que aprovechen el Brexit para castigar al Gobierno «tory»

El exprimer ministro del Reino Unido, Gordon Brown (i), pronuncia un discurso durante el evento "Remain In"celebrado en Leicester,
El exprimer ministro del Reino Unido, Gordon Brown (i), pronuncia un discurso durante el evento "Remain In"celebrado en Leicester,larazon

El ex «premier» británico teme que aprovechen el Brexit para castigar al Gobierno «tory»

Gordon Brown nunca ha sido un político con especial telegenia. Más bien se le recuerda como el hombre gris a la sombra de Tony Blair que cuando finalmente consiguió ser primer ministro salió por la puerta de atrás de Downing Street. Pero, en 2014, con el referéndum en Escocia, fue capaz de dar un giro a los sondeos cuando los independentistas comenzaban a sacar ventaja. Y ahora, con la esperanza de que repita hazaña, los laboristas han vuelto a tirar de él después de que las últimas encuestas estén perfilando el temido Brexit como una posibilidad real. Ante la guerra civil del Partido Conservador, todos los expertos coinciden en que si los simpatizantes laboristas no comienzan a movilizarse, Reino Unido está abocado a dejar la UE.

«Nuestro papel es el de ser líderes en Europa, no el de abandonarla», señaló Brown en un discurso en la Universidad de Leicester. «Reino Unido es mejor cuando es abierto de miras, responsable, hospitalario y cuando asume un papel importante en el mundo, no cuando se aísla», añadió. Pese a que las especulaciones ante cuál podría ser el próximo líder «tory» (si el euroesceptico Boris Johnson o el eurófilo George Osborne) monopolizan el debate, Brown intentó explicar a los suyos que las consecuencias de la salida del bloque van «más allá», por lo que no se podía usar las urnas como un voto castigo al Gobierno.

En cuanto a la cuestión migratoria, protagonista indiscutible de la campaña, el ex «premier» declaró que sería el precio a pagar por quedarse en el bloque, pero que el verdadero problema está en la inmigración ilegal, no en aquella que viene de Europa. Por otra parte, remarcó la importancia de que Reino Unido aprenda a sobrellevar la globalización y a encontrar un equilibrio entre la autonomía y la cooperación. «La lección que tenemos que aprender es que Europa no es la causa de los problemas que tenemos, pero si potenciamos la cooperación, Europa puede ser parte de las soluciones», matizó.

Según las encuestas, los votantes laboristas son hoy el grupo político más proeuropeo: el 61% apoya la permanencia, frente a un 39% de los conservadores. Pero, al mismo tiempo, casi la mitad no sabe a día de hoy cuál es la posición oficial de su formación. Informes internos de los directores regionales laboristas aseguran que las previsiones ante el referéndum son «malas, muy malas». La pasividad de su actual líder, Jeremy Corbyn, tradicionalmente muy crítico con Bruselas, ha sido muy cuestionada en sus propias filas y por los sindicatos. Por esta razón, han sido otros pesos pesados del partido los que han tomado las riendas en la recta final para evitar el temido divorcio.

Mientras que Hilary Benn, responsable de exteriores en la oposición, dijo que los que «desean permanecer en el bloque se enfrentan a la lucha de sus vida», Tom Watson, segundo de la formación, rogó a los votantes que no utilicen el plesbiscito para castigar al «premier» David Cameron. Según el sondeo de «The Guardian», un 53% apoya el Brexit, frente a un 47% que prefiere permanecer en la UE.