Europa

Wilders derriba el Gobierno holandés por la política de asilo

Dimite el primer ministro, Dick Schoof, tras la salida del Ejecutivo de la ultraderecha y Países Bajos camina hacia sus cuartas elecciones en seis años

Den Haag (Netherlands), 28/05/2025.- Dutch Prime Minister Dick Schoof speaks to the press after the Council of Ministers in The Hague, The Netherlands, 28 May 2025. (Países Bajos; Holanda, La Haya) EFE/EPA/SEM VAN DER WAL
Dutch prime minister delivers press briefing on council of ministersSEM VAN DER WALAgencia EFE

Tras once meses en el poder, el Ejecutivo de Países Bajos ha colapsado. El partido del ultraderechista Geert Wilders ha decidido abandonar la coalición de Gobierno después de que el resto de fuerzas se hayan negado a endurecer la normativa sobre inmigración y asilo.

Aunque Wilders fue apartado como primer ministro, su partido fue el más votado en las últimas elecciones y, por lo tanto, es la fuerza política más relevante del Parlamento holandés y también del Gobierno. Tras conocerse esta decisión, el primer ministro, Dick Schoof, ha anunciado este martes su dimisión ante el rey Guillermo Alejandro. A partir de ahora, el Gobierno permanecerá de manera interina hasta la celebración de elecciones, probablemente en el mes de octubre.

“Hemos decidido que no hay suficiente apoyo para este Gobierno” ha reconocido Schoof, una figura independiente y antiguo jefe de los servicios secretos y que fue elegido precisamente debido a la controversia que levanta Wilders. Este martes se ha celebrado una reunión de emergencia del Gobierno que ha concluido con esta decisión. Schoof ha tachado la dimisión de los cinco ministro del Partido por la Libertad, la fuerza liderada por Wilders, como “irresponsable e innecesaria”.

Wilders ganó las elecciones celebradas el 22 de noviembre de 2022 tras haber conseguido 37 escaños de los 150. Un resultado sorprendente ya que supuso más del doble que en los comicios anteriores de 2021 y no había sido vaticinado en las encuestas. Tras su victoria, Wilders se afanó en buscar socios de gobierno y llegó a renunciar a ocupar el puesto de primer ministro para allanar el camino. Finalmente, el Ejecutivo se formó siete meses después.

Una coalición de Gobierno que siempre ha estado caracterizada por su debilidad y formada por cuatro fuerzas : el Partido por la Libertad de Wilders, el Movimiento Campesino-Ciudadano, los centristas el nuevo Contrato social y los liberales- conservadores VVD. Era la primera vez que un partido de ultraderecha gobernaba en Países Bajos después de que durante 14 años el liberal Mark Rutte, ahora secretario general de la OTAN, fuera el primer ministro con varias coaliciones de Gobierno.

Wilders también hizo caer en 2012 el Ejecutivo presidido por Rutte quien estaba en minoría, pero contaba con el apoyo de la extrema derecha en el Parlamento. Entonces Wilders se negó a apoyar un plan de ajuste en los presupuestos. A partir de aquí, Rutte nunca contempló volver a pactar con él y el resto de fuerzas políticas también impusieron un cordón sanitario que ha acabado rompiéndose.

A pesar de su ausencia del Ejecutivo, Wilder siempre ha sido una sombra alargada que ha maniobrado desde las sombras. Había planteado un plan de diez puntos que busca reducir drásticamente la inmigración y que incluye que el ejército se encargue de la vigilancia de fronteras, devolver a todos los demandantes de asilo a las fronteras y cerrar todas las instalaciones par albergar a refugiados. También quería repatriar a todos los refugiados sirios e impedir la reunificación con sus familiares. Algunas de estas medidas van en contra de la legislación internacional sobre Derechos Humanos a la que Holanda se ha comprometido. Aunque el resto de países que formaban la coalición no se habían negado de manera rotunda a estas medidas, querían estudiar con más tiempo el plan de Wilders antes de dar su consentimiento. Estas dudan han impacientado al líder ultraderechista.

Pase lo que pase en los próximos comicios, parece difícil restablecer la confianza entre los socios de gobierno que no se esperaban este movimiento por parte de Wilders en un momento de incertidumbre global. Países Bajos, con un sistema electoral muy proporcional que permite la entrada de muchos partidos pequeños, parece abocado a la inestabilidad política y frágiles coaliciones de gobierno que saltan por los aires en cualquier momento.

“Nos enfrentamos a enormes desafíos internacionales, tenemos una guerra en nuestro continente y podría avecinarse una crisis económica”, ha declarado Dila Yeşilgöz- Zegerius, la líder del Partido Popular por la Libertad, de signo liberal. “Teníamos una mayoría de derecha y él lo deja todo pasar, por ego. Simplemente hace lo que quiere… Esto nos hace quedar como tontos. Está huyendo, en un momento de incertidumbre sin precedentes”, ha añadido Caroline van der Plas, del Movimiento Campesino Ciudadano también se mostró extremadamente enfadada al considerar que el líder de ultraderecha “No está priorizando a los Países Bajos, está priorizando a Geert Wilders”.

Nicolien van Vroonhoven, de partido de centro Nuevo Contrato Social , calificada la salida del Gobierno de “increíble e incomprensible”.