Guerra contra Hamás
Cameron reconoce que Israel «podría haber actuado» en contra del derecho internacional en Gaza
El ex primer ministro británico interviene por primera vez en la Cámara de los Comunes desde que asumió la cartera de Asuntos Exteriores
El ex primer ministro británico, David Cameron, compareció en la tarde del martes por primera vez ante el Comité de Exteriores de la Cámara de los Comunes desde que asumió la cartera de Asuntos Exteriores el pasado mes de noviembre en el marco de la última remodelación de Gobierno del conservador Rishi Sunak.
Era la primera oportunidad que tenían los parlamentarios de poner a prueba al ex «premier», y es que Cameron no es diputado, motivo por el que no puede intervenir en la Cámara de los Comunes. Tuvo que ser nombrado Lord por el propio Sunak con el fin de entrar como parlamentario en la Cámara Alta, un requisito indispensable para poder incorporarse al Ejecutivo en sustitución de James Cleverley, actual ministro del Interior.
Cameron, que se pronunció a favor de un alto el fuego en la Franja de Gaza, donde han muerto más de 23.000 personas desde el inicio de la operación militar israelí el pasado 7 de octubre, reconoció que Israel «podría haber actuado» en contra del derecho internacional en Gaza, pero evitó concretar si su Ministerio ha tenido acceso a algún asesoramiento legal sobre esta materia. «La razón para no responder a esta pregunta es que no puedo recordar cada trozo de papel que me ponen por delante. Miro todo. Por supuesto, han sucedido muchas cosas que uno piensa que seguramente fueron algo que no debería haber sucedido», repuso Cameron a las cuestiones de la presidenta de la Comisión, la conservadora Alicia Kearns.
Kearns, descontenta con la respuesta del ministro, citó casos anteriores en los que el Gobierno declaró que regímenes extranjeros habían violado el derecho internacional. «¿Me preocupa que Israel haya emprendido acciones que puedan contravenir el derecho internacional, porque se haya bombardeado este local en concreto, o lo que sea? Sí, por supuesto», concedió el jefe de la diplomacia británica, quien tampoco se pronunció sobre si la privación de agua a la población civil infringía el derecho internacional humanitario.
Admitió Cameron, sin embargo, haber presenciado detalles relacionados con el conflicto que le han resultado «profundamente preocupantes». Israel tendrá que defenderse esta semana ante el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya de la acusación de genocidio cursada por Sudáfrica por su guerra contra Hamás en Gaza.
El ministro de Exteriores aprovechó la ocasión para trasladar la postura de Downing Street: una tregua sostenible en la Franja «en el corto plazo» con «el horizonte» puesto en la solución de «dos Estados». Confirmó Lord Cameron en su intervención que dos ciudadanos británicos permanecen retenidos por Hamás en Gaza, pero dejó claro que no quería «hacer más comentarios sobre ellos»: «No tenemos ninguna información que compartir con ustedes».
Expediente libio
En la audiencia, Lord Cameron se vio obligado a defender su decisión de intervenir en Libia en su etapa como primer ministro. En marzo de 2011, una coalición internacional liderada por Reino Unido y Francia lanzó una campaña de ataques aéreos y con misiles contra las fuerzas de Muamar Gadafi en respuesta a los movimientos del dictador, que amenazaba con atacar la ciudad de Bengasi, controlada en ese momento por los rebeldes.
Un informe de la Comisión de Asuntos Exteriores de 2016 denunciaba que la intervención militar británica en Libia estaba basada en «suposiciones erróneas» y una «comprensión incompleta» del levantamiento popular contra Gadafi en el marco de la Primavera Árabe. El escrito criticaba concretamente a Cameron por convertir una intervención limitada destinada a proteger a los civiles en una «política oportunista de cambio de régimen» basada en una inteligencia inadecuada.
Cameron habló de «patrañas» y defendió su papel: «La idea de que, como primer ministro, usted lanzara alguna acción en Libia, basándose en lo que... usted pensó que sería una buena idea sin ninguna razón. Estábamos realmente preocupados de que fuera a haber una matanza. Era correcto intervenir, era correcto impedir que Gadafi matara a su propio pueblo. Era justo dar a ese país la oportunidad de un futuro mejor. No querían contar con esa ayuda para la reconstrucción».
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