Guerra de Ucrania

La UE castiga a Irán en su décima ronda de sanciones a Rusia

Bruselas introduce un paquete contra los fabricantes de «drones suicida»

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en Estrasburgo
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en EstrasburgoEuropa Press

La UE no solo quiere seguir auxiliando a Ucrania en el campo de batalla, sino que también pretende asestar otro duro golpe a Rusia coincidiendo con el primer aniversario de la invasión el próximo 24 de febrero. La impresión generalizada es que cada vez el margen de maniobra es menor y que la debacle económica pronosticada no está haciendo tanta mella como se esperaba. Pero según el máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, las sanciones contra Rusia con como “un veneno de acción lenta” hecho “a base de arsénico”, con efectos “irreversibles”. Por eso, Bruselas cree que merece la pena perseverar.

Este miércoles, la Comisión Europea ha presentado el decimo paquete de sanciones desde que comenzó la guerra y cuyo impacto asciende a 11.000 millones de euros que después ha sido debatido por los embajadores europeos quienes deben aprobarlo por unanimidad.

“Nunca estaremos a la altura de los sacrificios y el valor del pueblo ucraniano, pero podemos permanecer firmes a su lado”, ha asegurado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en el pleno del Parlamento Europeo.

Según ha explicado posteriormente la política alemana, esta nueva ronda de castigos incluirá el veto a la exportaciones de ciertos componentes de alta tecnología que Rusia no puede obtener de otros socios comerciales. El propósito es que el Kremlin no tenga alternativa para el desarrollo de bienes imprescindibles en el campo de batalla como drones, misiles o helicópteros.

Además, por primera vez la UE va a introducir en este paquete contra Rusia a los fabricantes iraníes que están suministrando drones al ejército ruso con los que están aniquilando a la población civil ucraniana. “Por eso, por primera vez proponemos sanciones a operadores iraníes, incluida la Guardia Revolucionaria”, ha explicado Von der Leyen.

Además, la Comisión Europea también pretende prohibir que ciudadanos rusos ocupen puestos en la cúpula de empresas responsables de gestionar infraestructuras críticas, con el ojo puesto sobre todo en el almacenamiento de gas.

Por otro parte, la UE también aumentará el número de personalidades cuyos bienes en territorio europeosserán congelados y que no podrán disponer de visado. Entre ellos, se incluirá a mandos militares y políticos, sobre todo a dirigentes de las nuevas zonas ocupadas de Ucrania además de al “ejército de propagandistas” del Kremlin.

Además, Bruselas pretende que los Estados miembros se pongan manos a la obra a la hora de identificar los activos financieros rusos congelados. La UE ha inmovilizado 300.000 millones de euros de las reservas del Banco Central ruso, pero parte de este dinero se encuentra en entidades particulares que es necesario identificar. Ésta es el primer paso para que este dinero pueda ser invertido en un instrumento aún por concretar y que las ganancias puedan destinarse a la reconstrucción del país. Un plan de gran complejidad técnica y con lagunas legales, ya que las reservas no se pueden requisar y los bienes congelados-también los inmovilizados a los oligarcas- deberán ser restituidos. En un futuro, Bruselas confía en que, en unas eventuales negociaciones de paz, Rusia esté obligada a destinar este dinero como reparaciones de guerra, pero hasta este momento los socios europeos tan sólo pueden utilizar los intereses.

Además, la UE también pretende mejorar la coordinación con los países terceros para que Rusia no pueda utilizar lagunas para escaquearse de los castigos. La Comisión Europea organizará un foro a semana que viene la Comisión Europea para coordinar los esfuerzos. A nadie se le escapa que la guerra ha entrado en un punto crítico y que no hay que escatimar esfuerzos en ningún flanco. Según Borrell, “esta primavera y verano serán decisivos”.