Desde el Despacho Oval
El discurso íntegro de Biden a los estadounidenses: "Hamás y Putin quieren aniquilar por completo una democracia vecina"
Para el presidente de EE UU "Irán está apoyando a Rusia en Ucrania y está apoyando a Hamás y otros grupos terroristas en la región"
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio un discurso a la nación en horario de máxima audiencia. Biden se dirigió a los estadounidenses para hacer hincapié en
por qué es vital que Israel y Ucrania tengan éxito.
A continuación, el discurso íntegro del presidente de EE UU:
"Buenas noches, compatriotas estadounidenses. Nos enfrentamos a un punto de inflexión en la historia: uno de esos momentos en los que las decisiones que tomemos hoy determinarán el futuro en las próximas décadas. De eso me gustaría hablar con ustedes esta noche.
Como saben, esta mañana temprano he regresado de Israel. Me dicen que soy el primer presidente estadounidense que viaja allí durante una guerra.
Me he reunido con el primer ministro y miembros de su gabinete. Y lo más conmovedor ha sido que me he reunido con israelíes que han vivido personalmente el terrible horror del ataque de Hamás el 7 de octubre.
Más de 1.300 personas masacradas en Israel, entre ellas al menos 32 ciudadanos estadounidenses. Decenas de inocentes (desde bebés hasta abuelos ancianos, israelíes y estadounidenses) fueron tomados como rehenes.
Como les he dicho a las familias de los estadounidenses cautivos de Hamás, estamos buscando todas las vías para traer a sus seres queridos a casa. Como presidente, no hay para mí mayor prioridad que la seguridad de los estadounidenses mantenidos como rehenes.
El grupo terrorista Hamás ha desatado una maldad pura y sin adulterar en el mundo. Pero, lamentablemente, el pueblo judío sabe, quizás mejor que nadie, que no hay límite para la depravación de las personas cuando quieren infligir dolor a otros.
En Israel, he visto personas fuertes, decididas, resilientes y también enfadadas, en shock y con un dolor muy, muy profundo.
También he hablado con el presidente Abás de la Autoridad Palestina y he reiterado que Estados Unidos sigue comprometido con el derecho del pueblo palestino a la dignidad y la autodeterminación. Las acciones de los terroristas de Hamás no acaban con ese derecho.
Como a muchos otros, me duele el corazón por la trágica pérdida de vidas palestinas, incluida la explosión en un hospital en Gaza, que no ha sido obra de los israelíes.
Lamentamos cada vida inocente perdida. No podemos ignorar la humanidad de los palestinos inocentes que sólo quieren vivir en paz y tener una oportunidad.
Como saben, el ataque a Israel ocurre tras casi 20 meses de guerra, tragedia y brutalidad infligidas al pueblo de Ucrania, un pueblo que ha resultado muy gravemente herido desde que Putin lanzó su invasión total.
No hemos olvidado las fosas comunes, los cuerpos encontrados con signos de tortura, las violaciones utilizadas como arma por los rusos y los miles y miles de niños ucranianos llevados por la fuerza a Rusia, robados a sus padres. Es enfermizo.
Hamás y Putin representan amenazas diferentes, pero tienen algo en común: ambos quieren aniquilar por completo una democracia vecina, aniquilarla por completo.
Hamás, su propósito declarado de existir, es la destrucción del Estado de Israel y el asesinato del pueblo judío.
Hamás no representa al pueblo palestino. Hamás utiliza a civiles palestinos como escudos humanos y familias palestinas inocentes están sufriendo mucho a causa de ellos.
Mientras tanto, Putin niega que Ucrania tenga o haya tenido alguna vez un Estado real. Afirma que la Unión Soviética creó Ucrania. Y hace apenas dos semanas, le dijo al mundo que si Estados Unidos y nuestros aliados se retiran -y si Estados Unidos se retira, nuestros aliados también lo harán- el apoyo militar a Ucrania, le quedaría, cito: "Una semana más para vivir". Pero no nos vamos a retirar.
Sé que estos conflictos pueden parecer lejanos. Y es natural preguntarse: ¿Por qué le importa esto a Estados Unidos?
Así que permítanme compartir con ustedes por qué asegurarse de que Israel y Ucrania tengan éxito es vital para la seguridad nacional de Estados Unidos. Saben, la historia nos ha enseñado que cuando los terroristas no pagan un precio por su terror, cuando los dictadores no pagan un precio por su agresión, causan más caos, muerte y más destrucción. Siguen adelante y el coste y las amenazas para Estados Unidos y el mundo siguen aumentando.
Entonces, si no detenemos el apetito de Putin por el poder y el control en Ucrania, no se limitará sólo a Ucrania. Él, Putin ya ha amenazado con “recordarle”, cito, “recordarle” a Polonia que su tierra occidental fue un regalo de Rusia.
Uno de sus principales asesores, expresidente de Rusia, ha llamado a Estonia, Letonia y Lituania las “provincias bálticas” de Rusia. Todos estos países son aliados de la OTAN.
Durante 75 años, la OTAN ha mantenido la paz en Europa y ha sido la piedra angular de la seguridad estadounidense. Y si Putin ataca a un aliado de la OTAN, defenderemos cada centímetro de la OTAN que el tratado requiere y exige.
Tendremos algo que no buscamos; que quede claro: no buscamos, no buscamos que las tropas estadounidenses luchen en Rusia o luchen contra Rusia.
Más allá de Europa, sabemos que nuestros aliados y, quizá lo más importante, nuestros adversarios y competidores, están observando. También están observando nuestra respuesta en Ucrania.
Y si nos retiramos y permitimos que Putin borre la independencia de Ucrania, los posibles agresores de todo el mundo se animarían a intentar lo mismo. El riesgo de conflicto y caos podría extenderse a otras partes del mundo (en el Indo-Pacífico, en Oriente Medio), especialmente en Oriente Medio.
Irán está apoyando a Rusia en Ucrania y está apoyando a Hamás y otros grupos terroristas en la región. Y continuaremos haciéndolos responsables, debo agregar.
Estados Unidos y nuestros socios en toda la región están trabajando para construir un futuro mejor para Oriente Medio, un futuro en el que Oriente Medio sea más estable, esté mejor conectado con sus vecinos y a través de proyectos innovadores como la línea férrea India-Oriente Medio-Europa, corredor que anuncié este año en la cumbre de las mayores economías del mundo. Mercados más predecibles, más empleo, menos rabia, menos agravios, menos guerra cuando están conectados. Beneficia al pueblo: beneficiaría al pueblo de Oriente Medio y nos beneficiaría a nosotros.
El liderazgo estadounidense es lo que mantiene unido al mundo. Las alianzas estadounidenses son las que nos mantienen seguros a nosotros, Estados Unidos. Los valores estadounidenses son los que nos convierten en un socio con el que otras naciones quieren trabajar. Poner todo eso en riesgo si nos alejamos de Ucrania, si le damos la espalda a Israel, simplemente no vale la pena.
Por eso mañana voy a enviar al Congreso una solicitud presupuestaria urgente para financiar las necesidades de seguridad nacional de Estados Unidos y apoyar a nuestros socios críticos, incluidos Israel y Ucrania.
Es una inversión audaz que rendirá dividendos para la seguridad estadounidense durante generaciones, nos ayudará a mantener a las tropas estadounidenses fuera de peligro y nos ayudará a construir un mundo más seguro, más pacífico y próspero para nuestros hijos y nietos.
En Israel, debemos asegurarnos de que tengan lo que necesitan para proteger a su pueblo hoy y siempre.
El paquete de seguridad que voy a enviar al Congreso y que le pido que apruebe es un compromiso sin precedentes con la seguridad de Israel que agudizará la ventaja militar cualitativa de Israel, a la que nos hemos comprometido: la ventaja militar cualitativa.
Nos aseguraremos de que la Cúpula de Hierro siga protegiendo los cielos de Israel. Nos aseguraremos de que otros actores hostiles en la región sepan que Israel es más fuerte que nunca y evitaremos que este conflicto se extienda.
Miren, al mismo tiempo, el primer ministro Netanyahu y yo hablamos nuevamente ayer de la necesidad crítica de que Israel opere según las leyes de la guerra. Eso significa proteger a los civiles en combate lo mejor que puedan. El pueblo de Gaza necesita urgentemente alimentos, agua y medicinas.
Ayer, en conversaciones con los dirigentes de Israel y Egipto, conseguí un acuerdo para el primer envío de ayuda humanitaria de Naciones Unidas a los civiles palestinos en Gaza.
Si Hamás no desvía ni roba este envío, estos envíos, brindaremos una oportunidad para la entrega sostenida de ayuda humanitaria de emergencia para los palestinos.
Y como he dicho en Israel: por muy difícil que sea, no podemos renunciar a la paz. No podemos renunciar a una solución de dos Estados.
Israel y los palestinos merecen por igual vivir en seguridad, dignidad y paz.
Saben, y aquí en casa tenemos que ser honestos con nosotros mismos. En los últimos años, se ha dado demasiado oxígeno a demasiado odio, alimentando el racismo, un aumento del antisemitismo y la islamofobia aquí mismo en Estados Unidos.
También se ha intensificado a raíz de los recientes acontecimientos que condujeron a horribles amenazas y ataques que nos conmocionan y nos rompen el corazón.
El 7 de octubre, los atentados terroristas provocaron profundas cicatrices y terribles recuerdos en la comunidad judía.
Hoy, a las familias judías les preocupa ser atacados en el colegio, usar símbolos de su fe al caminar por la calle o salir a hacer su vida diaria.
Saben, sé que muchos de ustedes en la comunidad musulmana estadounidense o en la comunidad árabe estadounidense, en la comunidad palestina estadounidense y muchos otros están indignados y heridos, y se dicen: “Aquí vamos de nuevo”, con la islamofobia y la desconfianza que vimos después del 11 de septiembre.
La semana pasada, una madre fue brutalmente apuñalada, un niño pequeño, aquí en Estados Unidos, un niño que acababa de cumplir seis años fue asesinado en su casa en las afueras de Chicago.
Su nombre era Wadea, un estadounidense orgulloso, una orgullosa familia palestina estadounidense.
No podemos quedarnos de brazos cruzados y en silencio cuando esto sucede. Debemos denunciar, sin equívocos, el antisemitismo. También debemos denunciar, sin equívocos, la islamofobia.
Y a todos los que están sufriendo, aquellos de ustedes que están sufriendo, quiero que sepan: yo los veo. Ustedes existen. Y quiero decirles esto: todos ustedes son Estados Unidos. Todos ustedes son Estados Unidos.
Saben, en momentos como estos, cuando el miedo y la sospecha, la ira y la rabia corren con fuerza, tenemos que trabajar más duro que nunca para aferrarnos a los valores que nos hacen quienes somos.
Somos una nación de libertad religiosa, libertad de expresión. Todos tenemos derecho a debatir y estar en desacuerdo sin temor a ser atacados en los colegios, los lugares de trabajo o en nuestras comunidades.
Y debemos renunciar a la violencia y al vitriolo, vernos unos a otros no como enemigos sino como... sino como conciudadanos estadounidenses.
Cuando estuve en Israel ayer, dije que cuando Estados Unidos experimentó el infierno del 11 de septiembre, también nos sentimos furiosos. Mientras buscábamos y obtuvimos justicia, cometimos errores. Por eso, advertí al gobierno de Israel que no se dejara cegar por la ira.
Y aquí en Estados Unidos, no olvidemos quiénes somos. Rechazamos todas las formas, todas las formas de odio, ya sea contra musulmanes, judíos o cualquier persona. Eso es lo que hacen las grandes naciones, y nosotros somos una gran nación.
En cuanto a Ucrania, le pido al Congreso que se asegure de que podamos seguir enviándole a Ucrania las armas que necesita para defenderse a sí misma y a su país sin interrupción, de modo que Ucrania pueda detener la brutalidad de Putin en Ucrania.
Lo están logrando.
Cuando Putin invadió Ucrania, pensó que tomaría Kyiv y toda Ucrania en cuestión de días. Bueno, más de un año después, Putin ha fracasado y sigue fracasando. Kiev sigue en pie gracias a la valentía del pueblo ucraniano.
Ucrania ha recuperado más del 50 por ciento del territorio ocupado en algún momento por las tropas rusas, respaldadas por una coalición liderada por Estados Unidos de más de 50 países en todo el mundo, todos haciendo su parte para apoyar a Kyiv.
¿Qué pasaría si nos alejáramos? Somos la nación esencial.
Mientras tanto, Putin ha recurrido a Irán y Corea del Norte para comprar drones de ataque y municiones para aterrorizar a las ciudades y al pueblo ucraniano.
Desde el principio he dicho que no enviaré tropas estadounidenses a luchar en Ucrania.
Lo único que Ucrania pide es ayuda: armas, municiones, capacidad para expulsar a las fuerzas invasoras rusas de sus territorios y sistemas de defensa aérea para derribar misiles rusos antes de que destruyan las ciudades ucranianas.
Y permítanme ser claro en algo: enviamos a Ucrania equipos que se encuentran en nuestras reservas. Y cuando usamos el dinero asignado por el Congreso, lo usamos para reponer nuestras propias reservas, nuestras propias reservas, con equipos nuevos, equipos que defienden a Estados Unidos y que se fabrican en Estados Unidos: misiles Patriot para baterías de defensa aérea fabricados en Arizona; proyectiles de artillería fabricados en 12 estados de todo el país: Pensilvania, Ohio y Texas; y mucho más.
Saben, al igual que en la Segunda Guerra Mundial, hoy trabajadores estadounidenses patriotas están construyendo el arsenal de la democracia y sirviendo a la causa de la libertad.
Permítanme terminar con esto. A principios de este año, abordé el Air Force One para realizar un vuelo secreto a Polonia. Allí, subí a un tren con las ventanillas oscurecidas para un viaje de 10 horas de ida y vuelta hasta Kyiv para estar junto al pueblo de Ucrania antes del primer aniversario de su valiente lucha contra Putin.
Me dijeron que fui el primer [presidente] estadounidense en entrar en una zona de guerra no controlada por el Ejército de Estados Unidos desde el presidente Lincoln.
Conmigo estaba sólo un pequeño grupo de personal de seguridad y algunos asesores.
Pero cuando bajé de ese tren y me encontré con Zelenski, el presidente Zelenski, no me sentí solo. Estaba trayendo conmigo la idea de Estados Unidos, la promesa de Estados Unidos a los pueblos que hoy luchan por las mismas cosas por las que nosotros luchamos hace 250 años: libertad, independencia, autodeterminación.
Y mientras caminaba por Kyiv con el presidente Zelenski, mientras las sirenas antiaéreas sonaban a lo lejos, sentí algo en lo que siempre he creído con más fuerza que nunca: Estados Unidos sigue siendo un faro para el mundo. Todavía.
Somos, como dijo mi amiga Madeleine Albright, “la nación indispensable”.
Esta noche, hay personas inocentes en todo el mundo que tienen esperanza gracias a nosotros, que creen en una vida mejor gracias a nosotros, que están desesperadas por no ser olvidadas por nosotros y que nos están esperando.
Pero el tiempo es esencial.
Sé que tenemos nuestras divisiones en casa. Tenemos que superarlas. No podemos permitir que políticas mezquinas, partidistas y enojadas se interpongan en nuestras responsabilidades como gran nación.
No podemos ni permitiremos que ganen terroristas como Hamás y tiranos como Putin. Me niego a permitir que eso suceda.
En momentos como estos, tenemos que recordar quiénes somos. Somos los Estados Unidos de América, los Estados Unidos de América. Y no hay nada, nada que esté más allá de nuestra capacidad si lo hacemos juntos.
Mis compatriotas estadounidenses, gracias por su tiempo.
Que dios los bendiga a todos. Y que Dios proteja a nuestras tropas", concluyó el presidente de EE UU.
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