Política

Donald Trump determina la elección más importante de la historia de Canadá

Los liberales de Carney presentan una ligera ventaja sobre los conservadores de Poilievre acusados de emular al magnate neoyorkino

A Liberal supporter waits for Liberal Leader Mark Carney to hold a rally beside the Ambassador Bridge in Windsor, Ontario, on Saturday, April 26, 2025. (Sean Kilpatrick/The Canadian Press via AP)
Canadá celebra este lunes elecciones generalesASSOCIATED PRESSAgencia AP

La monarquía constitucional canadiense se enfrenta este lunes a unas elecciones federales cruciales que están llamadas a redefinir el rumbo del país en los próximos años, después de la crisis política que llevó a la renuncia a principios de año del ex primer ministro, Justin Trudeau.

Los comicios para elegir la composición del 45º Parlamento suceden en un contexto histórico al que Canadá no se enfrentaba desde el siglo XIX: un vecino estadounidense que los ve como un enemigo económico y político. Por ello, representan un momento decisivo para el país con implicaciones profundas tanto en las políticas internas como en sus relaciones internacionales, motivo por el que se espera una alta participación ciudadana.

Las últimas encuestas indican que serán una de las elecciones más reñidas entre los dos principales grupos políticos que se postulan al Gobierno de Ottawa. El Partido Liberal del actual primer ministro, Mark Carney, quien asumió el liderazgo del país después de la renuncia de Trudeau, ha hecho una campaña basada en afianzar la estabilidad económica y la soberanía nacional.

Caracterizado por un perfil moderado, bajo su mando los liberales han recuperado el terreno perdido por los escándalos protagonizados por su antecesor y lideran ligeramente en las encuestas con un 40%, frente al 37% de los conservadores, según CityNews-Léger, mientras que la empresa estadística Nanos Research les otorgan un 43% del apoyo popular.

El revulsivo liberal ha venido dado por la retórica populista del candidato del Partido Conservador, Pierre Poilievre, cuyo estilo ha sido comparado con el de Donald Trump. Por ejemplo, el lema de su campaña, “Canadá Primero”, es una copia del America First republicano, así como ha anunciado que su Gobierno aplicará políticas similares como los recortes de impuestos, la reducción de la burocracia y el fortalecimiento de la producción energética nacional. Además, propone una serie de represalias contra los aranceles impuestos por Estados Unidos, y una política migratoria que recuerda a la del presidente estadounidense.

La estrategia le ha granjeado el apoyo entre los votantes jóvenes, especialmente los hombres de 18 a 34 años, atraídos por las promesas sobre la reducción de las tasas gubernamentales. Sin embargo, las similitudes que presenta con el nuevo inquilino de la Casa Blanca han tenido un efecto negativo que se ha traducido en la pérdida de la ventaja en las encuestas que lideraba a principios de año.

La campaña electoral ha pivotado alrededor de tres temas principales. En primer lugar, la estabilidad económica para combatir el aumento de la inflación, los problemas de acceso a la vivienda y al sistema de salud. En segundo lugar, las cuestiones sobre la soberanía nacional tras las acuciantes tensiones con Estados Unidos que han puesto de relieve el debate sobre la independencia política y económica de Canadá con respecto a su vecino.

Y, por último, la capacidad de liderazgo de los propios candidatos para enfrentarse al mayor desafío de la historia reciente del país: su relación con Donald Trump. Mientras Carney ha optado por un enfoque institucional y diplomático, Poilievre se ha caracterizado por un estilo más combativo y populista.

Por otro lado, las elecciones de mañana se llevarán a cabo en un nuevo mapa electoral basado en el censo actualizado en 2021, que contará con 343 distritos y que pretende responder a los cambios poblacionales y garantizar una representación más justa en todo el país.

En este sentido, esto puede resultar beneficioso para los conservadores cuya fuerza política está en las zonas rurales y en el oeste del país, mientras que los liberales mantienen una ligera ventaja en los centros urbanos. Asimismo, diversos analistas canadienses aseguran que muchos votantes del Nuevo Partido Democrático (NDP) podrían optar por ejercer un voto estratégico que evite una victoria conservadora. La distribución del voto en provincias clave como Ontario y Quebec será determinante para lograr una mayoría parlamentaria.

Con una carrera tan ajustada, es de prever que los partidos minoritarios sean fundamentales para decantar la balanza electoral. Sobre todo, el NDP cuyo líder, Jagmeet Singh, se enfrenta a duras críticas internas por su alianza pasada con los liberales. También será clave el partido independentista Bloc Québécois dirigido por Yves-François Blanchet, cuyo objetivo sigue siendo aumentar el apoyo para los separatistas quebequenses en un clima de creciente unidad nacional tras los choques políticos con estados Unidos.

Según una encuesta reciente de POLITICO/Focaldata, el 75% de los canadienses desaprueban al líder vecino, y casi la mitad ahora considera a la potencia vecina como hostil. De esta manera, las políticas comerciales agresivas anunciadas por Trump, quien llegó a declarar que "Canadá estaba destinado a ser el estado número 51", han generado un resurgimiento del nacionalismo local muy beneficioso para los liberales.

De hecho, Donald Trump los prefiere. "Es más fácil tratar con un liberal. Tal vez ellos ganen, pero no me importa. El conservador que se está postulando es estúpido por no ser amigo mío. No lo conozco, pero sé que dijo cosas negativas", declaró recientemente. Como respuesta, mientras Poilievre se ha enrocado en políticas ultranacionalistas y de confrontación, Carney se ha decantado por establecer una diplomacia firme y una postura unificada frente a las amenazas externas. "Nos enfrentamos a la crisis más significativa de nuestras vidas debido a las acciones comerciales injustificadas del presidente Trump y sus amenazas a nuestra soberanía. Nuestra respuesta debe ser construir una economía fuerte y un Canadá más seguro", declaró el candidato liberal.

Asimismo, Carney aseguró que la Administración Trump "piensa que puede debilitarnos con su plan de dividir y conquistar", motivo por el que advierte que su opositor es "la persona equivocada en el peor momento. Poilievre nos dejará divididos y listos para ser conquistados. No podemos permitir que tenga éxito. Todos estamos llamados a defender el estilo de vida canadiense".

Por su parte, el conservador arguye que "es irónico tener a un presidente estadounidense que amenaza con aranceles a Canadá mientras, a su vez, el Gobierno amenaza con tasas aún más devastadoras como el impuesto al carbono". La batalla política está servida y el destino de una de las naciones más tolerantes y democráticas del mundo dependerá del temor a un país vecino que ha pasado de ser su mayor aliado a un poderoso enemigo.