Libertad de prensa

Ecos de Charlie Hebdo en la prensa de Marruecos

Adnane Bennis, cofundador y director editorial del digital Morocco World News, denuncia una campaña sistemática de amenazas de naturaleza salafista a través de redes sociales por las informaciones del diario sobre asuntos sociales

Vista de las portadas de la prensa marroquí este jueves en Rabat tras la eliminación de la selección de Marruecos tras perder ayer por 2-0 ante la selección francesa en las semifinales de la Copa del Mundo de fútbol.
Vista de las portadas de la prensa marroquí este jueves en Rabat tras la eliminación de la selección de Marruecos tras perder ayer por 2-0 ante la selección francesa en las semifinales de la Copa del Mundo de fútbol.Maria TraspaderneAgencia EFE

«Nos acusan de ser enemigos del islam por promover el aborto, los derechos LGTBI, el sexo fuera del matrimonio y los derechos de las mujeres», explica a LA RAZÓN uno de los amenazados, Adnane Bennis, director de Morocco World News, una publicación marroquí en lengua inglesa con sede en Rabat. «Y nos amenazan con hacer con nosotros lo mismo que a los periodistas de Charlie Hebdo», explica el periodista, en referencia inequívoca a la matanza perpetrada por un comando afiliado a Al Qaeda –que se saldó con 12 muertos– el 7 de enero de 2015 en la redacción parisina del semanario satírico.

Desde el 18 de marzo, tanto Bennis como un buen número de periodistas de Morocco World News –todas ellas mujeres– vienen recibiendo amenazas de muerte de un perfil falso –con el nombre de una supuesta mujer, Aicha Lamrani– casi siempre en lengua inglesa y a través de la mensajería directa de redes sociales como Instagram, X, Facebook o LinkedIn. Incluso la redacción ha recibido amenazas por correo ordinario. «Redacción en Rabat de Morocco World News: mataré allí a todos, lo juro por Dios», puede leerse en un mensaje privado en la cuenta personal de Bennis en Facebook compartida por el periodista con LA RAZÓN.

«Desde luego se trata de alguien que conoce bien nuestra publicación, porque somos el único medio marroquí amenazado y esta persona ha contactado para amenazarlas incluso a un redactor nuestro que dejó Morocco World News hace tres años», explica el periodista natural de Fez.

Entretanto, el 1 de abril, el Movimiento Alternativo para las Libertades Individuales (MALI) hacía público cómo varias activistas feministas marroquíes habían denunciado ante la Fiscalía haber sido objeto de amenazas de muerte e insultos a través de sus cuentas en las redes sociales. Como en el caso de las redactoras de Morocco World News, su delito no es otro que defender las libertades, los derechos de los colectivos LGTBI y criticar la regulación de las relaciones de familia.

«Somos acosadas y amenazadas por nuestras luchas contra el sistema patriarcal, por la igualdad de derechos y por la emancipación de la mujer», afirmaba hace dos semanas a Efe la directora del colectivo marroquí, la conocida activista Ibtissam Betty Lachgar. Junto a Lachgar y otras feministas conocidas a escala nacional e internacional, a finales de marzo la activista Karima Nader, cofundadora del colectivo Fuera de la Ley –que pide la despenalización de las relaciones fuera del matrimonio– y la artista e ilustradora Zineb Fasiki hicieron pública una declaración conjunta denunciando un ataque «grave e inaceptable».

Tras denunciar primero ante la Policía en Rabat y después ante la Fiscalía, el caso está ya en manos de los servicios de seguridad interior marroquíes, entre cuyas competencias está la lucha antiterrorista. Bennis explica que las autoridades policiales le piden «actuar con normalidad y no cambiar sus hábitos».

«Ellos se lo han tomado con la seriedad que implica el caso, pero yo no me siento inseguro en Marruecos. Confío en las fuerzas de seguridad de Marruecos, que tienen mucha experiencia en estos casos, y espero que puedan encontrar pronto a esta persona cuya identidad y motivos desconocemos», confiesa a este periódico el periodista marroquí. Lo cierto es que desde el asesinato de dos jóvenes turistas europeas en la cordillera del Atlas el día 17 de diciembre de 2018, Marruecos no sufre atentados terroristas mortales en su suelo, aunque son frecuentes las operaciones policiales contra células yihadistas.

El atentado más grave vinculado a organizaciones islamistas radicales se produjo el 16 de mayo de 2003 en la ciudad de Casablanca, cuando cinco ataques suicidas simultáneos perpetrados por la organización Salafía Yihadía –vinculada a Al Qaeda– provocaron la muerte de 45 personas (incluidos los 12 terroristas). El 28 de abril de 2011, un terrorista simpatizante de un grupo salafista local se inmoló en la terraza de une conocido café de la céntrica plaza de Yamaa El Fna de Marrakech provocando la muerte de 17 personas.

Bennis está convencido de que las amenazas no están vinculadas a la reforma en curso del Código de la Familia o Mudawana –el 30 de marzo pasado la comisión encargada de redactar el borrador entregó este al jefe del Gobierno Aziz Akhannouch– ni a la agenda de ninguna organización islamista radical en particular: «Solo hemos dado en nuestro medio información sobre la Mudawana, no artículos de opinión en un sentido favorable o contrario a su reforma. Así que creo que se trata de una persona con problemas mentales o deprimida y, aunque está al tanto de todo lo que publicamos desde hace mucho tiempo, no tiene, a mi juicio, nivel intelectual suficiente como para relacionarlo con el debate transversal y constructivo que está teniendo en curso en Marruecos entre conservadores y liberales».