Estados Unidos

Tanques de EE UU en la frontera rusa

Washington confirma el despliegue de armamento pesado, incluidos 250 carros, en Polonia, Rumanía, Bulgaria y los países bálticos. El Kremlin anuncia una respuesta proporcional a la «amenaza»

En la imagen, un soldado polaco en unas maniobras de la OTAN la pasada semana
En la imagen, un soldado polaco en unas maniobras de la OTAN la pasada semanalarazon

Washington confirma el despliegue de armamento pesado, incluidos 250 carros, en Polonia, Rumanía, Bulgaria y los países bálticos. El Kremlin anuncia una respuesta proporcional a la «amenaza»

Estados Unidos anunció ayer los planes para emplazar en el centro y este de Europa más de 1.000 unidades de armamento pesado para antes de final de año, confirmando así la información publicada hace diez días en «The New York Times» y que dio pie a una escalada de declaraciones entre Moscú y la OTAN acerca de sus respectivos despliegues militares en la región. «Vamos a colocar temporalmente vehículos de combate y equipamiento correspondiente para una brigada en los países de Europa central y del este», explicó desde Estonia el secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, que especificó que esos países serán, además de Alemania, Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía y Polonia.

Entre el armamento que se enviará constan tanques, vehículos de infantería de combate y artillería. «Se trata de más de 1.000 equipos diferentes, aunque sólo varios cientos son vehículos blindados de combate. Esperamos que el despliegue esté completado para final de año», comunicó el embajador estadounidense ante la OTAN, Douglas Lute, que aclaró que parte de ese material se encuentra ya en territorio europeo. En su opinión, la medida está dirigida a «aumentar la eficacia de los ejercicios militares», simplificando el procedimiento al no tener que desplazar armamento pesado cada vez sino sólo soldados, que se enviarán a Europa de manera rotativa. Lute considera que la medida «no viola el Acta Fundacional OTAN-Rusia», documento que desde hace años constituye un motivo más de riña entre Moscú y Washington, en el que se limita a una brigada el despliegue permanente de EE UU en Europa oriental. «Este movimiento debe verse por lo que es, un refuerzo para hacer nuestro entrenamiento más eficaz», pidió el representante estadounidense, que aclaró que se van a desplegar los equipos de una brigada, «pero no la brigada en sí, es decir, los soldados». «Los tanques están vacíos, los vehículos de combate Bradley van vacíos y estarán aparcados, almacenados y mantenidos en zonas de entrenamientos en los siete países más orientales», justificó Lute.

La OTAN reforzó hace algo más de un año, tras la anexión de Crimea, su programa de ejercicios militares en el este de Europa «para garantizar la presencia persistente y dar garantías a los socios orientales», concluye Rute, que descarta que EE UU se plantee desplegar en la región los arsenales nucleares retirados hace 25 años, al término de la Guerra Fría.

Por su parte, el presidente Vladimir Putin anunció la semana pasada el apuntalamiento del arsenal nuclear con la incorporación de 40 nuevos misiles balísticos intercontinentales. «Es la OTAN la que llega a nuestras fronteras, nosotros no avanzamos hacia ningún lado, pero apuntaremos nuestras armas contra quien amenace nuestros territorios», espetó el líder ruso. También anunció entonces, en respuesta al despliegue de EE UU ahora confirmado, el emplazamiento de diez de los cazas más modernos del Ejército ruso, así como baterías de misiles estratégicos Iskander M en el enclave de Kaliningrado, entre Polonia y Lituania, sede de la flota del Báltico.

El vicepresidente del comité parlamentario ruso de defensa, Sergei Zhigarev, advirtió ayer de que el despliegue de Washington no quedará sin respuesta. «Tendremos en cuenta este movimiento en primer lugar en la redistribución de nuestras tropas dentro del territorio del país», dijo para después bromear sobre la condición de premio Nobel de la Paz del presidente Obama. «Lo recibió como un anticipo, todos creían que iba a hacer méritos, pero al parecer sigue siendo sólo un anticipo», aseguró.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, celebró el movimiento anunciado de Washington, que califica de «legal y defensivo». «La Alianza no busca la confrontación con Rusia, no estamos en una situación de Guerra Fría, pero tampoco hay una asociación estratégica con Moscú, nos enfrentamos a algo que está a medio camino», señaló.

Precisamente, hoy y mañana se celebra una reunión de ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas, a la que asistirá el español Pedro Morenés para abordar el apuntalamiento de la llamada Fuerza de Reacción, ante la creciente amenaza que supuestamente supone Rusia para el este de Europa, así como el Estado Islámico en el flanco sur. «Tomaremos decisiones para seguir reforzando la potencia y la capacidad de la fuerza de reacción de la OTAN», adelantó Stoltenberg, que explicó que las tropas totalizarán entre 30.000 y 40.000 efectivos, más del doble de su tamaño anterior, y se desarrollará la fuerza marítima y aérea, además de la terrestre. Dicho cuerpo incluye la nueva fuerza de reacción rápida, bautizada «punta de lanza», que contará con cerca de 5.000 efectivos, que deben estar listos para desplegarse en un máximo de 48 horas las primeras tropas, y de una semana el resto. Un traje a medida para prevenir operaciones como la de Rusia en Crimea, con una invasión exprés y posterior anexión de la península, referéndum mediante.