Conflicto

El Ejército israelí habla de “guerra prolongada” y abate a dos líderes de Hamás

El primer ministro británico visita Israel para mostrar su apoyo, mientras los camiones de ayuda humanitaria esperan en Rafah

Israel ataca de nuevo el sur de Líbano en respuesta al lanzamiento de una veintena de cohetes
Israel ataca de nuevo el sur de Líbano en respuesta al lanzamiento de una veintena de cohetesEuropa Press

“La ciudadanía israelí debe estar preparada para un esfuerzo prolongado. Entraremos en la Franja cuando sea operativamente favorable hacerlo. Para obtener resultados se necesita paciencia”, según informaron ayer fuentes oficiales del Ejército israelí, confirmando que, de momento, la temida invasión a gran escala de Gaza está detenida, aunque no es descartable.

“Esta guerra será larga, supondrá un gran coste, pero esto debe ocurrir”, añadieron, mientras las tropas del Tsahal continúan concentrándose y realizan ataques quirúrgicos para acabar con el liderazgo de Hamás, con el objetivo de mermar tanto su capacidad para gobernar, como sus capacidades militares.

En este sentido, un ataque israelí mató ayer al jefe de las Fuerzas de Seguridad nacional de del grupo palestino, Jehad Mheisen, mientras estaba en su casa con su familia, algunos de cuyos miembros perecieron en el ataque, aunque el número todavía no ha sido confirmado, según informó Hamás, cuya radio oficial también dio a conocer la muerte, en otro bombardeo israelí, de la única mujer miembro del liderazgo de los yihadistas, Jamila Abdallah Taha al Shanti, de 68 años, quien fue abatida en su casa en la ciudad de Gaza, y era la viuda de Abdel-Aziz al Rantisi, uno de los miembros fundadores de Hamás, que murió durante un ataque israelí en 2004.

Según el comunicado radiofónico, “la mártir llevó una vida caracterizada por el desinterés y el sacrificio por el avance de la causa palestina. Ella jugó un papel decisivo en los esfuerzos parlamentarios, académicos, políticos, interpretativos y educativos. Mientras lamentamos su pérdida, confirmamos nuestro compromiso de continuar en el camino que ella, y todos los justos mártires de nuestra nación, han abierto hasta que nuestra tierra bendita sea libre de la ocupación”.

Mientras, a Israel siguen llegando líderes internacionales para, en general, mostrar su apoyo al Gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu. El último fue Rishi Sunak, su homólogo británico, quien se “solidarizó” con Israel y reconoció su “derecho a defenderse y a acabar con Hamás”, indicó en la conferencia de prensa que realizó en Jerusalén junto al líder hebreo. Asimismo, aseguró que “sabemos que estáis tomando las precauciones para reducir el número de víctimas civiles, mientras Hamás los pone en riesgo. El pueblo palestino también es su víctima”, concluyó.

Por su parte, Netanyahu agradeció su visita y explicó que Israel necesita “apoyo continuo” para una “guerra larga”. Luego citó a Winston Churchill, el líder británico que defendió Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial, diciendo que el ataque terrorista del pasado sábado fue “nuestra hora más oscura, y la hora más oscura del mundo”.

Como respuesta, Sunak apostilló sentirse “orgulloso de estar aquí con usted, como su amigo, en el momento más oscuro de Israel. Estaremos con su pueblo. Y también queremos que ganen”, añadió. Una vez terminada la visita relámpago a Israel, el "premier" británico continuará su viaje por la región con una parada en Arabia Saudí, según confirmó el Gobierno de Reino Unido, para reunirse con diversos líderes árabes.

En lo que respecta a la Franja de Gaza, donde el calvario de los desplazados aumenta cada día debido a la falta de comida, medicinas y agua, todavía están a la espera de la apertura del paso de Rafah, entre el territorio palestino y Egipto, donde los camiones con toneladas de ayuda, la cual diversas organizaciones internacionales han tildado de insuficiente, ya están preparados para entrar en el día de hoy, si las carreteras dentro de territorio palestino son reparadas, y casi dos días después del pacto entre Israel, Egipto y Estados Unidos para abrir un corredor humanitario que el presidente, Joe Biden, anunció durante su visita el miércoles en Tel Aviv.

Ese mismo día, el inquilino de la Casa Blanca había asegurado que el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, estaba de acuerdo en “dejar pasar hasta 20 camiones para empezar”, después de que, recientemente, el líder egipcio insistiera en que su país “no cerró” la frontera, sino que se vieron obligados a ello por los diversos ataques aéreos israelíes en el lado palestino del cruce de Rafah.

“Por eso tuvimos que clausurarlo”, añadió. Allí, según un testigo citado por la agencia AFP, hay al menos “150 camiones que están a la espera”. No obstante, mientras la diplomacia da pasos lentos, el sufrimiento en Gaza no deja de crecer, y esas ayudas parecen pírricas al compararlas con lo requerido sobre el terreno, donde hay más de un millón de desplazados. Según el jefe humanitario de las Naciones Unidas, Martin Griffiths, “se necesitan unos 100 camiones por día para satisfacer las necesidades”.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, insistió ayer en que “el asedio a Gaza se debe levantar”, y pidió “la entrada de suministros de agua, alimentos, combustible y medicinas”. Sin embargo, Israel no permitirá el paso de combustible, el cual es esencial para los generadores de los pocos hospitales que quedan abiertos y que todavía tienen capacidad para operar. Además, según denunció la Media Luna Roja, siguen siendo objetivo de los ataques israelíes, después de que ayer registrasen “bombardeos en la inmediaciones del hospital Al Quts, donde se refugian alrededor de 8.000 personas”. Más aún, el ministerio de Salud palestino informó que “cuatro hospitales ya han cerrado”, y los que siguen abiertos están al límite de sus fuerzas.