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Génova

El Costa Concordia será trasladado mañana a Génova para su desguace

El Costa Concordia, el crucero que naufragó en 2012 frente a la Isla de Giglio (centro) y que causó 32 muertos, emprenderá previsiblemente mañana su traslado a Génova (norte), acompañado, entre otras, de una nave remolcadora española. Será el último viaje que realizará la embarcación antes de su desguace definitivo que, según lo previsto, tendrá lugar el próximo 26 de julio.

Su partida estaba programada para hoy a primera hora, pero una fuga de combustible durante las operaciones de reflote han obligado a retrasarla hasta mañana.

Su periplo por el litoral italiano le llevará hacia el norte del país acompañado de catorce barcos, uno de ellos español, otro panameño, siete italianos, tres procedentes de Reino Unido, uno de Países Bajos y otro de Vanuatu.

"El Concordia irá acompañado de una flota que garantizará la seguridad de su traslado y en la que expertos controlarán que no haya fugas de sustancias nocivas para el medioambiente y la fauna marina", explicaron a Efe fuentes de las operaciones de reflote del barco.

El "Red Wolf", el barco español, será uno de los remolcadores que viajarán junto al Concordia, mientras que el panameño, el "Fourcault", será una nave multifuncional que dará alojamiento a los técnicos y estará dotada de un helicóptero.

Además, dos barcos de las organizaciones ecologistas Greenpeace y Legambiente navegarán junto al Concordia y realizarán análisis periódicos del agua para vigilar que el mar no sufra ningún tipo de contaminación.

En estos momentos, el buque siniestrado ya muestra su nombre y ha sido reflotado seis metros con ayuda de enormes cajones metálicos adosados a sus costados.

Los responsables de la operación ultimarán a lo largo de hoy los detalles antes de su partida mañana, siempre y cuando las condiciones meteorológicas la permitan.

El barco recorrerá hasta Génova 200 millas náuticas (370 kilómetros) a una velocidad de dos nudos (3,7 kilómetros por hora).

El Costa Concordia encalló el pasado 13 de enero de 2012, después de que su capitán, Francesco Schettino, se acercara demasiado a la costa de la Isla de Giglio e impactara con un escollo que rompió el casco de la embarcación y la hizo naufragar.

El suceso causó 32 fallecidos, uno de ellos fue el español Guillermo Gual, y 64 heridos.

El capitán Schettino afronta actualmente un proceso judicial acusado de homicidio culposo múltiple, abandono de la nave, naufragio y de no haber informado inmediatamente a las autoridades portuarias de la colisión.