Política

Julio Valdeón

El magnate Steve Bannon, protagonista de nuevas polémicas culturales

Nike elige como nueva imagen a un jugador de fútbol americano que criticó a Trump

El ex asesor de Trump, Steve Bannon
El ex asesor de Trump, Steve Bannonlarazon

Nike elige como nueva imagen a un jugador de fútbol americano que criticó a Trump.

Arrecian las guerras culturales. La penúltima tiene que ver con la nueva campaña de Nike. Un bombazo de marketing que mezcla los ecos de su eslogan más repetido, el «Just do it», que cumple treinta años, y su actualización con el rostro de Colin Kaepernick, que será la voz de la campaña. Recuerden, Kaepernick es el jugador de fútbol americano que provocó un seísmo hace dos temporadas cuando decidió arrodillarse durante la interpretación del himno como protesta por las frecuentes muertes de ciudadanos afroamericanos a manos de agentes de la Policía. Otros jugadores siguieron su ejemplo y muy pronto Trump participó en el lío. De poco le sirvió la solidaridad de varias decenas de policías de Nueva York, entre ellos Frank Serpico, que en los años 70 destapó la corrupción del cuerpo y fue inmortalizado por Al Pacino y Sidney Lumet.

En opinión de Trump, Kaepernick y sus compañeros eran traidores a la bandera, la Constitución, la patria, la historia y las Fuerzas Armadas. Todo un paquete de traiciones que ahora Nike responde con unas líneas de querosenos: «Creer en algo, incluso aunque suponga que lo pierdas todo».

Los protagonistas de la última guerra cultural, en cambio, no está claro que puedan firmar las palabras de la célebre marca de zapatillas y camisetas. Se trata nada menos que de los responsables de «The New Yorker». Habían invitado a hablar en su festival, que se celebra entre el 5 y el 7 de noviembre, al mismísimo Steve Bannon. O sea, al que fuera gran estratega de la campaña presidencial, ideólogo favorito de la «alt-right» y, hoy por hoy, dedicado a asesorar a la ultraderecha en Europa.

Pues bien, fue anunciar su presencia y a las pocas horas el benemérito semanario estaba ante la amenaza de la mayor catástrofe publicitaria y económica de su historia. Muchos de los invitados al festival anunciaban su intención de no acudir si se mantenía en el cartel a Bannon. Al mismo tiempo miles de subscriptores anunciaban en las redes sociales que rompían con la revista. «Si Steve Bannon está en el festival de 'New Yorker', yo estoy fuera», escribió Judd Apatow. «No participaré en un espectáculo que normalice el odio. Espero que el 'New Yorker' haga lo correcto y cancele la conferencia de Bannon. Tal vez deberían leer sus propios informes sobre su ideología».

Por su parte, Jim Carrey comentaba: «¿Bannon? ¿Y yo? ¿En el mismo programa? Imposible». Y el actor y comediante John Mulaney disparaba: «Estoy fuera. Apoyo genuinamente el debate intelectual público, y he pagado para ver hablar a personas con quienes estoy totalmente en desacuerdo. Pero esto no es James Baldwin contra William F Buckley. Ésta es una mierda de nivel de PT Barnum. Y lo han anunciado un fin de semana antes de que las entradas salgan a la venta». Otra más de las incontables hogueras de una legislatura rica en escándalos, declaraciones altisonantes y suculenta para el abono de todas las escaramuzas culturales imaginables.