Política

Crisis política en Italia

Europa detectó en 2012 que Italia debía actuar contra la violencia

El Consejo de Europa reconoce su preocupación

La Razón
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El Consejo de Europa se muestra preocupado por la situación que atraviesa Italia en distintas áreas, vinculadas todas ellas al respeto de los derechos humanos. Así se constata en el informe anual elaborado por el comisario de los Derechos Humanos Nils Muižnieks, en el que se analiza la situación en 2012 de determinados derechos humanos en once países, entre ellos Italia. De esta forma, el pasado año, la institución europea ya advertía que ese país no atravesaba una situación fácil en medidas de seguridad. Uno de las recomendaciones principales del comisario es la necesidad de que las autoridades transalpinas adopten medidas para luchar contra los actos de violencia. En concreto, se insta a reforzar la lucha «contra la incitación al odio y la violencia». En relación con lo anterior, el dictamen del Consejo de Europa alude a la situación que viven los rumanos instalados en Italia y las consecuencias de violencia que se pueden derivar de determinados actos políticos o de comentarios realizados en medios de comunicación. Así, se expresa su preocupación por el contenido de determinados discursos políticos y en los medios de comunicación, que «animan» a actos de «odio» y «de violencia» contra ese colectivo, al igual que ocurre con los gitanos. Una de las causas de esa situación podría situarse en los desalojos forzosos y la construcción de campamentos para gitanos y rumanos, separándolos del resto de la población, lo que conlleva efectos claramente negativos, según destaca el comisario de Derechos Humanos en su informe anual, que fue presentado el pasado jueves. Por otro lado, el dictamen hace alusión a la necesidad de que Italia mejore lo antes posible la situación de la Justicia, problema que ya había sido detectado anteriormente, sin que las reformas llevadas a cabo hayan resuelto el problema. Para lograr esa mejora, el punto de partida debe ser, señala el Consejo de Europa, «un cambio en la cultura judicial», sin el cual difícilmente los problemas podrán subsanarse. Entre esas deficiencias, se alude de forma específica a la lentitud de los procesos judiciales, a la organización y gestión de los tribunales y los jueces, así como a la insuficiencia de los recursos internos con que cuenta la administración de justicia. Otro de los aspectos analizados en el informe alude a la situación de los inmigrantes en Italia. Al respecto, el comisionado hizo una serie de recomendaciones para hacer frente a las deficiencias de los dispositivos de acogida de los solicitantes de asilo en Italia. También expresó su preocupación por el hecho de que esas personas sean relegadas o marginadas en la sociedad.