Italia

Draghi asegura que para Putin un alto el fuego en Ucrania es prematuro

Italia dio luz verde a los planes del Gobierno y consigue aprobar el gasto de Defensa hasta el 2% del PIB

El primer ministro de Italia, Mario Draghi
El primer ministro de Italia, Mario DraghiDomenico StinellisAgencia AP

“Presidente Putin, le llamo para hablar de paz”. Así arrancó la conversación telefónica que este miércoles mantuvieron el primer ministro de Italia, Mario Draghi, y el presidente ruso, Vladimir Putin. Según confesó ayer el mandatario italiano, para Moscú un alto el fuego en Ucrania es aún “prematuro”. “Existe el deseo de alcanzar la paz, pero todavía es pronto para superar el escepticismo. Tenemos que tener los pies en la tierra”, declaró el jefe del Gobierno italiano.

En una rueda de prensa en Roma ante medios internacionales, el primer ministro italiano dio algunos detalles del contenido de la conversación entre ambos mandatarios y aseguró que Putin le dijo que “hay algunos pequeños pasos hacia adelante” en las negociaciones. Sin embargo, Draghi prefirió mantenerse cauteloso y subrayó la necesidad de mantener las sanciones económicas impuestas a Moscú por la Unión Europea y Estados Unidos. “Todos quieren negociar para que termine la masacre. El problema es ver si en estas condiciones también Rusia quiere la paz. Y los hechos dicen que no ha habido este deseo. Solo la defensa de Ucrania ha ralentizado la invasión”.

Draghi elogió la respuesta “compacta” de la Unión Europea a la invasión rusa para “defender el orden mundial, las reglas que nos dimos después de la Segunda Guerra Mundial. Y cuando estos fundamentos son violados hay que reaccionar y reafirmar los valores del multilateralismo y de la paz”. En este sentido, el primer ministro italiano lanzó un apelo a la creación de una defensa común europea, una batalla que persigue desde que llegó al poder en febrero del 2021, y que considera un paso definitivo en la construcción europea.

Un par de horas antes de comparecer ante la prensa, el Senado italiano dio luz verde a los planes del Gobierno, que prevé un incremento de la partida de Defensa hasta el 2% del PIB, como acordaron en 2014 los países de la OTAN. El aumento del gasto militar, sin embargo, ha dividido a la mayoría parlamentaria que sostiene el Ejecutivo de unidad encabezado por el economista.

El principal partido en el Parlamento, el Movimiento Cinco Estrellas, amenazó el día anterior con votar en contra, poniendo en riesgo la estabilidad del Gobierno. “Es impensable una carrera armamentística en estos momentos”, denunció el líder de los ‘grillinos’, el ex primer ministro Giuseppe Conte. Una reunión a última hora entre Draghi y Conte consiguió calmar las aguas y, finalmente, el Ejecutivo alcanzó un acuerdo retrasando el aumento del gasto militar previsto para el próximo bienio hasta 2028.

Además de las negociaciones para alcanzar un alto el fuego, la conversación telefónica entre Draghi y Putin giró en torno a la exigencia de Moscú de empezar a cobrar el gas ruso en rublos. Un ultimátum que “viola los contratos en vigor” y que Draghi consiguió amortiguar. “Les remito las palabras del presidente Putin: los contratos existentes siguen vigentes”, explicó el mandatario italiano, que anunció la disponibilidad del presidente ruso para que las empresas europeas continúen pagando el gas ruso en euros o dólares.

El primer ministro italiano reconoció que la dependencia energética de Rusia –Italia importa casi el 40% del gas que consume-- hace que algunos países europeos estén financiando la guerra de Putin, por lo que defendió la urgencia de acelerar las reformas estructurales que permitan a los países de la UE ser energéticamente independientes. En este sentido, el ‘premier’ italiano celebró el pacto entre España e Italia en el último Consejo Europeo para tratar de fijar un techo al precio del gas y “romper” el mecanismo que asocia el precio del gas a la electricidad “porque no hay ningún motivo sustancial para que su precio sea tan alto para los europeos”, denunció.

El nuevo mapa energético europeo podría ser una oportunidad de oro para los países del Mediterráneo, que podrían convertirse, según el primer ministro italiano, en “un centro de operaciones importante para el gas ahora y para el hidrógeno mañana”. En este sentido, Draghi reconoció haber mantenido recientemente una conversación con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre la posibilidad de construir un gasoducto entre Italia y España, aunque por el momento “es sólo una hipótesis que tiene que ser estudiada”.