Elecciones en Italia

Berlusconi bendice a Meloni y aspira a regresar al Senado

El ex «cavaliere» se resigna a ser el socio menor de una coalición de derechas dominada por la líder ultra y Salvini

FILE PHOTO: Italy's former Prime Minister Silvio Berlusconi waves after he voted in Italian elections for mayors and councillors, in Milan, Italy, October 3, 2021. REUTERS/Flavio Lo Scalzo/File Photo
FILE PHOTO: Italy's former Prime Minister Silvio Berlusconi waves after he voted in Italian elections for mayors and councillors, in Milan, Italy, October 3, 2021. REUTERS/Flavio Lo Scalzo/File PhotoFLAVIO LO SCALZOREUTERS

Nueve años después de ser expulsado del Senado tras ser condenado por fraude fiscal, Silvio Berlusconi adelantó su intención de volver a la primera línea y lanzar su candidatura a la Cámara Alta en las elecciones generales del 25 de septiembre. “Lo estoy pensando porque he recibido presiones de mucha gente, por lo tanto, creo que al final me presentaré, así todas estas personas estarán contentas”, anunció el líder de Forza Italia durante una entrevista.

El político conservador se presentará a los próximos comicios como socio menor en la coalición que lidera el partido ultraderchista Hermanos de Italia de Giorgia Meloni y la Liga de Matteo Salvini. Los tres acordaron recientemente que la formación más votada dentro de la coalición será la encargada de elegir al candidato a primer ministro. Interrogado sobre la posible victoria de Meloni, Berlusconi aseguró que la política romana está preparada para ponerse al frente de un Gobierno en el caso de que las urnas confirmen los últimos sondeos, que pronostican alrededor de un 24% en intención de voto para su partido. “Estoy seguro que se demostrará adecuada a esta difícil responsabilidad”, aseguró Berlusconi.

La posible llegada a Palacio Chigi de la líder ultra, aliada en la UE de Vox y del primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha despertado cierta inquietud en Bruselas y el resto de cancillerías europeas. La victoria de la coalición conservadora significa también la vuelta al poder de Salvini, quien no esconde sussimpatías por la Rusia de Vladimir Putin y en los últimos meses mostró sus reticencias a seguir enviado armas a Kiev. Berlusconi, sin embargo, prometió que Italia será leal a la Unión Europea y a la Alianza Atlántica si la derecha gana las elecciones, rechazando así cualquier giro soberanista con Salvini y Meloni en el poder, como advierten desde el centroizquierda. “La presencia de Forza Italia en el Gobierno será en cualquier caso una absoluta garantía de europeísmo y atlantismo”, defendió el magnate.

La caída del Gobierno de unidad nacional que encabezaba hasta hace unas semanas Mario Draghi, después de que la coalición conservadora rechazara seguir formando parte de un Ejecutivo con el Movimiento Cinco Estrellas, dio luz verde a una campaña electoral en pleno verano que promete un retorno a la primera línea de históricos protagonistas de la política transalpina como el ex Cavaliere, quien desde 2019 ocupa un escaño en el Parlamento Europeo.

Sin embargo, no es muy habitual ver al líder de Forza Italia ejerciendo de eurodiputado. El tres veces primer ministro de Italia, que en septiembre cumplirá 85 años, tampoco está siendo especialmente activo durante esta campaña y ha delegado la representación de su partido en su mano derecha, Antonio Tajani.

En mayo de 2018, dos meses después de que se celebraran las últimas elecciones generales, el Tribunal de Vigilancia de Milán dictaminó rehabilitar a Berlusconi, quien estaba inhabilitado para ejercer cargos públicos hasta 2019 después de ser condenado por fraude fiscal. La sentencia del Tribunal milanés canceló así los efectos de la sentencia que en 2013 condenó al político a cuatro años de prisión en el llamado “caso Mediaset”, el imperio mediático del ex primer ministro.

El Tribunal Supremo italiano consideró entonces al magnate responsable de la compra-venta fraudulenta de derechos televisivos por valor de 470 millones de euros entre 1994 y 1999. Según la sentencia, Berlusconi y sus colaboradores aumentaron de forma artificial el precio de estos derechos para poder evadir impuestos y desviar dinero a cuentas en el extranjero. El ex Cavaliere, sin embargo, pudo beneficiarse de una ley de indultos que redujo los cuatro años iniciales de condena a sólo uno.

Berlusconi nunca llegó a pisar una cárcel porque, debido a su avanzada edad, la pena de prisión fue sustituida por trabajos sociales en un centro de ancianos de Milán. Sin embargo, el empresario no pudo evitar tener que abandonar el Senado por la puerta de atrás, ya que la sentencia supuso su expulsión de la Cámara Alta, en aplicación de una ley que impide que los condenados a penas superiores a dos años puedan ocupar un escaño en el Parlamento. Las próximas elecciones del 25 de septiembre se convierten así en una oportunidad para el ex “Cavaliere”, quizá la última, de redimirse y volver al centro de la escena política.