El Bundestag exige investigar la grabación de una reunión de la cúpula militar en la que se discutió en envío de misiles Taurus

Tres días después de que Rusia publicara una conversación filtrada entre oficiales de la fuerza aérea alemana, el embajador alemán en Moscú, Alexander Graf Lambsdorff, fue llamado este lunes por el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. Aunque según el diplomático, la reunión versó sobre “varios temas bilaterales” y ya estaba agendada desde hace tiempo, es innegable que se produce poco después de que los canales de propaganda del Kremlin publicaran una grabación de 38 minutos en la que se puede escuchar al jefe de las Fuerzas Aéreas alemanas, Ingo Gerhartz, hablando con tres subordinados sobre el posible uso en Ucrania de misiles de crucero alemanes “Taurus” contra los atacantes rusos.

La reacción no se hizo esperar. El gobierno federal y el canciller Olaf Scholz prometieron una aclaración exhaustiva y, en una entrevista concedida el lunes por la mañana a la televisión pública, la experta en defensa, Marie-Agnes Strack-Zimmermann, pidió que el incidente se investigue con calma y prudencia. No obstante, el escándalo ha tomado una dimensión explosiva en Alemania y ha sido aprovechada por el Kremlin para demostrar, a su parecer, la "implicación directa" de Occidente en el conflicto de Ucrania. "La propia grabación sugiere que el ejército alemán está discutiendo planes sustanciales y concretos para atacar territorio ruso", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Se espera que a principios de la próxima semana el Servicio de Contrainteligencia Militar presente un informe inicial con información sobre los antecedentes exactos del incidente. Solo entonces se podrá tomar una decisión sobre las consecuencias, posiblemente también en lo que se refiere en términos de personal. Según el ministro alemán de Defensa, Boris Pistorious, actualmente no hay evidencia de más filtraciones o escuchas telefónicas adicionales.

Ucrania lleva meses exigiendo a Alemania que entregue misiles de crucero "Taurus". Hasta ahora, Scholz ha rechazado sistemáticamente esta exigencia y este lunes, y al calor de este escándalo, reiteró su negativa. "No se puede entregar un sistema de armas con un alcance muy amplio y luego no pensar en cómo se puede controlar", enfatizó el canciller en una comparecencia en la que añadió: "si para tener el control tiene que haber soldados alemanes involucrados, eso está fuera de mi alcance". En cambio, el líder alemán se refirió a los miles de millones en ayuda militar prevista para Ucrania este año. Algo que no sirvió para calmar los ánimos de la oposición en el Bundestag que aprovechó la filtración para criticar claramente al canciller. Para aclarar el asunto de las escuchas telefónicas, el político conservador Alexander Dobrindt convocó a un comité de investigación; algo que, por su parte, fue rechazado por Los Verdes y la formación del Scholz -el Partido Socialdemócrata alemán- ya que, en su opinión, “eso no ayuda en absoluto”. Mientras tanto, muchos dedos apuntan a “Webex”, la plataforma estadounidense desarrollada por el especialista en redes Cisco que fue usada por los oficiales de la Bundeswehr y que ahora ha quedado en evidencia por ser un medio de comunicación insuficientemente seguro. Según el ejecutivo federal, ahora es necesario aclarar cómo los espías rusos obtuvieron los números de acceso y "cómo pudieron acceder a esa conferencia".

Es evidente que Rusia quiere demostrar que Alemania es parte en la guerra desde hace mucho tiempo y que está profundamente involucrada en el conflicto, contrariamente a lo que afirma el gobierno federal. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zakharova, aseguró que la conversación demostraba la "planificación de hostilidades contra Rusia, incluida la destrucción de infraestructura civil".

De hecho, la influyente amiga de Zakharova, Margarita Simonjan, hizo pública la grabación a través del canal de propaganda ruso RT donde trabaja como redactora jefe. Este canal emitió por primera vez la grabación el viernes por la mañana, horas más tarde publicó una versión de texto en ruso y, finalmente, el archivo de audio con el sonido original en alemán. Simonyan es considerada una confidente de Putin, con quien trabajó como oficial de inteligencia en la RDA y en el servicio secreto interno ruso FSB. Los políticos alemanes dan por hecho que la publicación fue un objetivo. “Nadie cree seriamente que haya sido una coincidencia”, afirmó Pistorius.

Ahora y entre otros, el debate en Alemania es si los canales de comunicación relevantes para la seguridad están suficientemente protegidos. Se espera que las comisiones del Bundestag se ocupen del tema a partir del 11 de marzo. También surge la pregunta de si existe un problema general. En este aspecto, el experto en defensa de la CDU, Kiesewetter, espera más publicaciones por parte de Moscú. "Seguramente otras conversaciones fueron interceptadas y serán posiblemente filtradas más adelante en beneficio de Rusia", declaró el lunes a la cadena pública ZDF. La comisaria militar del Bundestag, Eva Högl, ha pedido consecuencias de gran alcance. "En primer lugar, todos los responsables de todos los niveles de la Bundeswehr deben recibir inmediatamente una formación exhaustiva en comunicación protegida", declaró Högl. "En segundo lugar, hay que garantizar que la información y la comunicación seguras y secretas sean posibles de forma estable".