Francia

La Fiscalía francesa investiga como "crimen de guerra" la muerte por un dron del fotoperiodista en Ucranía

Antoni Lallican, de 37 años, fue asesinado la mañana del viernes en un ataque en el Donbás

Ucrania.- Muere un fotoperiodista francés en un ataque con un dron en el este de Ucrania
Ucrania.- Muere un fotoperiodista francés en un ataque con un dron en el este de UcraniaEuropa Press

La muerte del fotoperiodista francés Antoni Lallican, de 37 años, en el este de Ucrania ha desencadenado una investigación por crimen de guerra por parte del Parquet Nacional Antiterrorista francés (Pnat), según informó la agencia AFP. El caso, considerado de extrema gravedad, ha sido confiado a la Oficina Central de Lucha contra los Crímenes contra la Humanidad y los Delitos de Odio francesa (OCLCH), y se abrió tras confirmarse que Lallican fue víctima de un ataque con drones mientras acompañaba a una unidad de la 4.ª brigada blindada ucraniana cerca de Droujkivka, a unos veinte kilómetros del frente oriental.

Según fuentes militares ucranianas, el ataque fue perpetrado con un dron FPV (First Person View), un tipo de dispositivo que permite al operador dirigir el aparato en tiempo real. Durante el mismo incidente, el periodista ucraniano Georguiï Ivantchenko resultó herido. La brigada confirmó que Lallican llevaba un chaleco claramente identificado como prensa, lo que ha intensificado las acusaciones de que se trató de un ataque deliberado contra una persona protegida por el derecho internacional humanitario.

El Pnat explicó que la figura de crimen de guerra incluye atentados voluntarios contra la vida de civiles o personas que no participan directamente en hostilidades, como los periodistas. La reacción oficial fue inmediata, con el presidente Emmanuel Macron denunciando el ataque de drones rusos, mientras que el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Andriï Sybiga, calificó el acto como una violación flagrante de las normas internacionales, subrayando que Lallican fue “asesinado mientras cumplía con su deber informativo”.

Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras (RSF) han exigido una investigación rápida y exhaustiva, destacando los riesgos crecientes que enfrentan los periodistas en zonas de conflicto. La calificación del caso como posible crimen de guerra eleva la investigación al nivel penal más grave, con implicaciones que podrían extenderse a tribunales internacionales si se confirma la intencionalidad del ataque.

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