
Alemania
Las juventudes del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se refundan tras su disolución
Gießen acoge este fin de semana la reunión de la ultraderecha alemana en medio de protestas

Este fin de semana tendrá lugar en Gießen, en el estado federado de Hesse, al norte de Fráncfort, la refundación de las juventudes del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). La organización juvenil, conocida como Junge Alternative (Alternativa Joven), se disolvió el pasado marzo después de que la Oficina para la Protección de la Constitución la catalogara como organización extremista. Según defendieron entonces sus responsables, la medida buscaba evitar un perjuicio a la imagen de AfD.
La nueva estructura juvenil estará más directamente vinculada al partido y a sus estatutos, que contemplan una serie de incompatibilidades con organizaciones abiertamente neonazis, aunque en la práctica existen contactos con personas relacionadas con estos grupos. De hecho, el Bundestag ha llegado a prohibir la entrada al Parlamento de varios empleados del partido que figuran como extremistas en los archivos de dicho organismo. Entre el 29 y el 30 de noviembre se constituirá así una nueva organización juvenil que dependerá formalmente de AfD y cuyos miembros deberán estar afiliados al partido, que podrá supervisar y sancionar su comportamiento si lo considera inapropiado. Este “lavado de cara legal” forma parte de los intentos del partido por blindarse ante el debate sobre una posible ilegalización reclamado por parte del arco parlamentario, que se está preparando desde hace meses.
La cita estará acompañada de protestas. La policía prevé la llegada de unos 10.000 activistas de izquierdas desde distintos puntos del país en más de 200 autobuses, quienes han llamado a bloquear los accesos a la ciudad. Los organizadores de la manifestación hablan incluso de hasta 40.000 asistentes, una cifra notable en una ciudad que cuenta con aproximadamente el doble de habitantes. Sería entonces la mayor protesta registrada hasta el momento en dicho lugar. Para garantizar la seguridad, se ha dispuesto un amplio operativo policial que incluirá funcionarios de catorce estados llegados para la cita y perros adiestrados con el fin de evitar incidentes. Tanquetas con lanzadera de agua, policías a caballo y un helicóptero se van a desplazar a la localidad.
Además, la policía pretende encapsular el evento y separar de forma física el Congreso de las protestas. La confederación de sindicatos DGB había pedido manifestarse justo en frente del centro de convenciones donde se realizará el encuentro, pero las autoridades lo han prohibido y un juzgado ha confirmado dicha prohibición después de que el sindicato intentase recurrir. Asimismo, han asegurado que en el lugar no se podría garantizar la seguridad de los manifestantes por falta de salidas de emergencia.
Pretenden así evitar confrontaciones directas. En redes sociales circulan llamamientos a que la ciudad “arda”. Según el periódico local, Gießener Allgemeine, los hospitales de la región se preparan para atender a posibles heridos. En especial creen que se producirán heridas por el uso de gas pimienta para controlar a las multitudes, así como golpes y roturas de huesos. 300 enfermeros de la cruz roja se desplazarán al lugar ya el viernes.
Sin embargo, el Ministro del Interior cristianodemócrata de la CDU de Hesse, Roman Poseck, cree que las protestas serán en buena parte pacíficas, tal como declaró al diario Süddeutsche Zeitung. Entre los llamados a la protesta se encuentran organizaciones muy diferentes, desde el partido de izquierdas Die Linke, los mencionados sindicatos hasta incluso el partido liberal FDP o también representantes de asociaciones judías y musulmanas, las iglesias católica y evangélica, asociaciones de ayuda a refugiados, entre otras.
La CDU del lugar, al parecer, en un primer momento participó en la organización y quería tomar parte, pero cuando vieron que la protesta crecía y que hay llamados a la violencia, decidieron no participar. Frente al ayuntamiento hay una “fiesta de la democracia” planeada el sábado a partir de las once. La congregación evangélica mantendrá tres iglesias abiertas que han denominado como “espacios seguros” en los que los manifestantes podrán descansar, ya que los bloqueos de carreteras y las protestas tendrán lugar todo el día empezando por la primera a las seis y media para impedir la llegada de los delegados al congreso ultra.
La particularidad de esta protesta, en comparación con otras protestas en las que participaron amplias coaliciones de organizaciones sociales, humanitarias y partidos contra la extrema derecha, es que por primera vez se llama al bloqueo de carreteras de forma masiva, una forma de protesta radical en la que hasta ahora no habían participado organizaciones liberales y más moderadas. Los organizadores aseguran en su llamado que “la AfD quiere acabar con la democracia y educar a la juventud en el odio en lugar de los derechos humanos”, algo que quieren impedir con dicha protesta.
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