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Sucesos

Una mujer italiana lleva 9 días desaparecida en Túnez: su familia ya está "desesperada"

Llevan sin saber nada de ella desde el 9 de julio

Imagen de Valentina Greco Facebook

Valentina Greco, una activista italiana de 42 años residente en Túnez, lleva desaparecida desde hace más de una semana, sumiendo a su familia en una angustia creciente. Originaria de Cagliari pero establecida desde hace tres años en Sidi Bou Said, su última comunicación con sus seres queridos data del pasado 9 de julio, cuando mantuvo una conversación telefónica con su madre. Desde entonces, su teléfono móvil permanece inactivo y todos los intentos por localizarla han resultado infructuosos.

Los detalles del caso son cada vez más preocupantes. La policía tunisina, tras registrar su apartamento, descubrió que su ordenador personal también había desaparecido, aunque el inmueble no presentaba signos de violencia o forcejeo. Roberta Murru, madre de Valentina, relata entre lágrimas cómo pasó de preocuparse por posibles fallos técnicos en el teléfono de su hija a temer por su integridad física. "Era tranquila, me dijo que tenía problemas con su móvil, pero nunca imaginé que esto podría pasar", confiesa la mujer, quien regenta un quiosco de prensa en Cagliari junto a su marido.

Valentina no era una turista cualquiera en Túnez. Comprometida con los derechos humanos, colaboraba con organizaciones internacionales y proyectos de la ONU, además de participar activamente en movimientos sociales. Su último post en redes sociales, publicado el mismo día de su desaparición, versaba sobre la situación en Gaza, reflejando su constante preocupación por los conflictos globales.

Las líneas de investigación

Las autoridades investigan ahora una pista revelada por amigos cercanos: en las semanas previas a su desaparición, Valentina habría rechazado los insistentes avances de un hombre cuya identidad se desconoce. Este dato, sumado a la desaparición de sus dispositivos electrónicos, ha llevado a la policía a considerar diversas hipótesis, desde un posible secuestro hasta un encuentro violento.

Mientras tanto, la Farnesina (Ministerio de Asuntos Exteriores italiano) sigue el caso "con la máxima atención", según fuentes oficiales. La embajada italiana en Túnez ha solicitado formalmente a las autoridades locales que intensifiquen la búsqueda y ha intentado contactar a Valentina a través de todos los medios disponibles, sin obtener respuesta. Su hermano, Alessio Greco, prepara su viaje a Túnez para unirse personalmente a las labores de búsqueda, mientras colectivos de italianos en el país norteafricano y organizaciones de derechos humanos difunden su imagen en redes sociales con la esperanza de obtener alguna pista.

El tiempo corre en contra de Valentina y su familia, que clama por respuestas en un caso que ha traspasado fronteras y que mantiene en vilo a la comunidad internacional.