Oriente Medio
El golpe más duro para el Mosad y la falta de visión de la CIA
Expertos creen que Hamás aprendió a sortear la vigilancia electrónica de Israel en la frontera con Gaza, que en los últimos tiempos había sustituido a las patrullas de reconocimiento tradicionales
A la barbarie que comenzó el pasado sábado en Oriente Próximo le llaman el 11-S de Israel. Por su paralelismo con el ataque sorpresa ocurrido el 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos y porque, igual que hace ya 22 años, en Israel también han fallado los equipos de defensa y seguridad para proteger a su pueblo. La mortífera incursión de Hamás, el grupo armado que controla Gaza, en territorio israelí plantea todo tipo de dudas sobre qué falló en la inteligencia israelí, el Mosad, mundialmente reconocida como una de las más efectivas.
Hoy más que nunca, las herramientas para recabar información son infinitas, y todos ellas estaban presentes en la Franja de Gaza, por donde llegó el ataque. Desde drones que sobrevuelan y graban constantemente los movimientos en tierra, hasta equipos cibernéticos, cámaras de seguridad tradicionales y modernas o soldados de carne y hueso con una extensa preparación. Parece que nada de esto fue suficiente para evitar el asalto sin precedentes en los últimos 50 años en Israel. "Esto es un fallo enorme", dijo Yaakov Amidror, exasesor de seguridad nacional en una entrevista con un medio norteamericano. "En realidad, esta operación demuestra que la capacidad de inteligencia de Gaza no era buena", añadió. "Primero peleamos, luego investigamos¨ aseguraba por su parte Daniel Hagari, portavoz de las Fuerzas de Defensa. Así que es muy posible que cuando se calmen las aguas, si es que se calman, "rueden cabezas, metafóricamente hablando", como decía el veterano periodista Enrique Zimmerman en una de sus conexiones en directo tras la invasión.
Cómo Hamas pudo mantener su sangriento plan en secreto es una de las grandes preguntas. Hay expertos que aseguran que la retirada en 2005 de las tropas israelíes de la Franja de Gaza privó a los servicios de inteligencia de información de primera mano a pie del terreno. En una entrevista con el diario Los Ángeles Times, Amir Avivi, un general israelí retirado que actualmente es el presidente del Foro de Defensa y Seguridad de Israel, aseguró que la retirada de tropas había obligado a los servicios de inteligencia israelíes a vigilar el terreno únicamente con ojos tecnológicos, y los milicianos de Gaza habían aprendido a cerrárselos. Para Avivi, "el otro bando aprendió a lidiar con nuestro dominio tecnológico".
A esto se suma una oleada de violencia en Cisjordania que habría desviado varios recursos militares israelíes a esa zona. Altos funcionarios de Israel reconocen que la falta de vigilancia de los canales de comunicación utilizados por los atacantes palestinos ha sido clave para que estos cometieran el sangriento ataque. Por no hablar de la fuerza que ha sido necesaria para frenar el caos político en Israel por la reforma judicial que quería imponer el gobierno del ultraderechista dirigente Benjamin Netanyahu.
Al parecer, el primer ministro israelí ya había recibido varias advertencias de sus servicios de inteligencia y los equipos de defensa de que esta reforma estaba polarizando a su pueblo, y "eso acabó afectando a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de una forma que, creo, hemos descubierto que fue una enorme distracción", ha asegurado en una entrevista Martin Indyk, antiguo embajador estadounidense en Israel durante el mandato de Barack Obama.
Los jefes de seguridad de Israel no supieron calibrar la amenaza que Hamás suponía. Desde el 2021, Israel ha estado proporcionando puestos de trabajo a los habitantes de Gaza e incentivos para que pudieran trabajar en Israel o Cisjordania donde los salarios son 10 veces mayores que en Gaza. Pensaban que con esos estímulos económicos estaba conteniendo a un Hamás que ya estaba cansado de la guerra. La realidad era muy distinta y el grupo armado preparaba en silencio una estrategia que no tiene precedentes: consiguieron engañar a todos dando la impresión pública de que sus preocupaciones eran puramente económicas y no estaban dispuestos a luchar.
Hubo hasta quien se burló de ellos, como el presidente palestino de Cisjordania, que en un comunicado publicado en 2022 acusó a los líderes de Hamás de huir a capitales árabes "para vivir en hoteles y villas de lujo" abandonando a su pueblo en la pobreza. El sábado pasado, con la mortífera incursión en Israel por aire, tierra y mar dejaron claro que de "hoteles y villas de lujo" al sol nada.
Los expertos también miran ahora a los servicios de inteligencia de EEUU, especialmente a la CIA. Su trabajo pareció ser impecable a la hora de detectar la invasión de Rusia sobre Ucrania, pero en esta ocasión no han visto lo que venía en camino. CNN asegura que este ataque sorpresivo "ha generado preocupaciones sobre los puntos ciegos tecnológicos de la inteligencia de EEUU", según ha explicado un alto funcionario de inteligencia estadounidense a la cadena estadounidense.
Al parecer en los últimos meses se habían detectado "indicios de que las tensiones estaban aumentando", pero nada hacía presagiar este terrible desenlace. Los funcionarios estadounidenses e israelíes "recopilarán informes en los próximos días para ver si se omitieron cosas, o se recopiló, o leyó mal información de inteligencia, o si tenemos un área oscura que no conocíamos".
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