Legislativas
Grecia vuelve a las urnas con la derecha como favorita
Mitsotakis podrá gobernar cómodamente gracias a la prima de 50 diputados que el nuevo sistema electoral concede al partido más votado
Un mes después de que las urnas confirmaran a Kyriakos Mitsotakis como primer ministro, Grecia vuelve a las urnas. El candidato de la conservadora Nueva Democracia (ND), que aspira a un segundo mandato, obtuvo una holgada victoria con más del 40% de los votos en mayo, el doble de su principal rival, el ex primer ministro Alexis Tsipras, líder del progresista Syriza. A pesar de los resultados, Mitsotakis no consiguió la mayoría suficiente para gobernar en solitario y renunció al encargo, lo que obligó a la presidenta de Grecia, Katerina Sakellaropoulou, a convocar unos nuevos comicios que se celebran hoy y en los que la derecha parte como favorita.
Según las últimas encuestas, ND volvería a ganar en las urnas con el 44% de los votos frente al 19% que obtendría Syriza. En tercer lugar, y recortando distancias con el partido de Tsipras, los sondeos pronostican un 12% de las papeletas para los socialistas del Pasok, que en las elecciones de mayo consiguieron doblar los resultados de 2019.
El camino para un segundo mandato consecutivo de Mitsotakis parece, por tanto, allanado, ya que se vota con un sistema diferente que en mayo. En esta ocasión, el partido que gane en las urnas obtendrá una prima de hasta 50 escaños, que le permitirá alcanzar con toda probabilidad una amplia mayoría en el Parlamento.
Esta es la segunda vez que los griegos acuden a las urnas en 35 días y las dos campañas electorales han estado marcadas por la tragedia. El 21 de mayo, los griegos votaron con el recuerdo aún fresco del peor accidente ferroviario en el país en la última década. La colisión de dos trenes en febrero dejó 57 muertos y suscitó movilizaciones contra el Gobierno en protesta por el desmantelamiento de los servicios públicos y el deterioro de las infraestructuras tras una década de recortes. Sin embargo, el suceso no pasó factura al primer ministro, que se presenta a las urnas con la esperanza de que el reciente naufragio de migrantes frente a las costas griegas, el peor de los últimos años, tampoco afecte a su reelección.
La repetición electoral se celebra apenas una semana después de que una embarcación cargada de migrantes se hundiera en el mar Jónico frente a las costas de la ciudad de Pylos, en la región de Peloponeso, en el sur del país. Al menos 82 personas murieron, mientras que 104 pudieron ser rescatadas con vida. Pero las autoridades estiman que en el barco, que había salido de Libia y se dirigía a Italia, viajaban cerca de 700 personas. Atenas sostiene que el buque siniestrado rechazó cualquier tipo de ayuda y que no estaba en riesgo de volcar poco antes de que se produjera la tragedia, sin embargo, un análisis de movimiento del barco y el testimonio de algunos supervivientes ponen en evidencia el retraso en la activación del operativo de rescate.
La gestión de la inmigración ha vuelto a poner al Gobierno heleno en el ojo del huracán a las puertas de unos comicios decisivos. Mitsotakis aseguró que era «muy injusto insinuar que los guardacostas no hicieron su trabajo». Por su parte, el líder de Syriza, Alexis Tsipras, denunció que la tragedia «demuestra el fracaso no sólo de Grecia, sino de toda la Unión Europea para promover una política estructurada de inmigración».
Durante los últimos cuatro años, el primer ministro saliente y líder de ND ha endurecido la política migratoria para luchar contra lo que considera una «invasión» desde la vecina Turquía. Este jueves, Spilios Kriketos, candidato de ND a la Cámara Baja, aseguró que Grecia «no puede tolerar más inmigrantes», y denunció que la mayoría de ellos llegan al país para robar. Unos comentarios calificados de «racistas» por Tsipras, que obligaron a Mitsotakis a expulsar del partido a su candidato.
Con el debate sobre la inmigración irregular como uno de los temas clave de la campaña electoral, Mitsotakis promete ampliar el Centro de Recepción e Identificación de Evros –inaugurado en 2013 y con capacidad para unos 300 refugiados–, y reforzar la frontera terrestre ampliando el muro que terminó de construir en 2021 a lo largo del río Evros, en la frontera con Turquía. La controvertida valla de acero de 40 kilómetros de largo por cinco de alto está equipada con radares, cámaras y drones para impedir que se repitan los sucesos de 2020, cuando miles de inmigrantes trataron de cruzar la frontera griega con el beneplácito del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. El plan del líder de ND es extender la valla 35 kilómetros más en los próximos meses si gana las elecciones.
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