Oriente Medio

Inspectores de la ONU alertan que Irán estaría a un paso de la bomba atómica

El informe que prepara la OIEA para marzo confirmará que el régimen de los ayatolás enriquece uranio al 84%, muy cerca del 90% necesario para fabricar el arma nuclear

Irán.- Irán niega que esté enriqueciendo uranio por encima del 60% y denuncia un intento de "distorsionar la realidad"
Irán niega que esté enriqueciendo uranio por encima del 60% Europa Press

A expensas de lo que ocurra en las negociaciones sobre la cada vez más lejana reanudación del acuerdo nuclear, Irán no suelta el acelerador. Según inspectores de la agencia atómica de la ONU, el régimen de los ayatolás habría obtenido ya uranio enriquecido a una pureza del 84%, el nivel más alto desde que puso en marcha el programa nuclear. Se estima que el 90% es la cifra requerida para la producción de bombas atómicas.

Acorde a dos fuentes diplomáticas anónimas citadas por Bloomberg, los inspectores de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) están valorando si Teherán elevó el listón deliberadamente, o se trata de una “acumulación no intencionada en la red de tuberías que conectan cientos de centrifugadoras utilizadas para separar los isotopos”. Tras la retirada de EE.UU. del pacto nuclear durante el mandato de Donald Trump (2018), Teherán se saltó los compromisos pactados con Occidente y redobló los esfuerzos de su programa atómico, que acorde a la versión del régimen está destinado exclusivamente a la producción de energía para fines civiles.

Los diplomáticos citados comentaron que Irán no presentó la documentación necesaria para justificar su intención de elevar el enriquecimiento de uranio en sus instalaciones de Natanz y Fordo. Rafael Grossi, director general de la OIEA, precisó que el organismo está discutiendo con las autoridades iraníes estos desarrollos, ocurridos un mes después de una inspección no anunciada en Fordo. En aquella visita sorpresa, los inspectores hallaron dos centrifugadoras conectadas mediante un método no declarado. Entonces, Irán aseguró haber dado explicaciones, pero las potencias occidentales firmantes del acuerdo de 2015 las encontraron “inadecuadas”.

Como era previsible, el régimen de los ayatolás negó la evidencia filtrada. Acorde a la versión oficial, Irán está enriqueciendo uranio a un nivel de pureza de un 60%. “La presencia de partículas más allá de esta cifra no supone que estemos enriqueciendo a niveles más altos”, alegó Behrouz Kamalvandi, portavoz iraní en la OIEA. Además, Teherán aseguró que está planeando una inminente visita de Rafael Grossi. El ministro de exteriores, Hossein Amirabdollahian, dijo que si el organismo “actúa con criterios técnicos y evita la politización, habrá posibilidades de lograr entendimientos para solventar la cuestión”. En una conversación telefónica con Josep Borrell, alto representante de la UE para asuntos exteriores, el ministro iraní se mostró optimista para “lograr un acuerdo y retirar las sanciones económicas”.

La OIEA presentará su próximo reporte sobre Irán el 6 de marzo, fecha en que su junta de gobierno se reunirá en Viena. En enero, Grossi avisó que Irán ya habría amasado “suficiente material para producir varias armas nucleares, no solamente una”.

Bajo los parámetros establecidos en el acuerdo nuclear firmado en 2015, Irán se había comprometido a no sobrepasar la barrera del 3.67% en el enriquecimiento de uranio. A cambio, EE.UU. aceptó suavizar las sanciones impuestas sobre el país. Pero cuando Trump impulsó la retirada de la firma –alegando incumplimientos-, Irán abandonó sus compromisos y elevó a toda velocidad su plan. La planta de Fordo, epicentro de la actividad atómica ubicada en el interior de una montaña, retomó su actividad hace tres años con el visto bueno de los inspectores internacionales.

Los recurrentes incumplimientos iraníes, así como la tensión creciente con Occidente a raíz de las protestas por la muerte de Masha Amini y el apoyo militar de Teherán a Rusia en la guerra de Ucrania, hacen presagiar un fracaso definitivo de las conversaciones para retomar el pacto de 2015. Ante la apuesta inicial del presidente norteamericano Joe Biden de retomar la vía diplomática, Israel ya alertó que actuaría –incluso unilateralmente- para evitar que Irán obtenga armamento nuclear.

Ephraim Asculai, ex integrante de la Comisión de Energía Atómica de Israel, precisó que el uranio enriquecido a un 84% de pureza si podría ser un efecto colateral. “Pero las cantidades requeridas para la bomba atómica pueden ser fácilmente obtenidas con un enriquecimiento del 60%, que es lo que oficialmente declara Irán”, aclaró. Para lograr el letal armamento se requiere también un mecanismo explosivo, y posteriormente introducirlo en un proyectil adecuado. “Creo que lo están desarrollando todo en paralelo. La OIEA solo tiene capacidades de inspección, que además son limitadas por los iraníes. Los inspectores solo pueden acceder a las centrifugadoras de enriquecimiento”, agregó Asculai.

El experto israelí considera que la presión sobre Irán debería ser mayor, ya que “desafortunadamente todavía no hemos escuchado indignación por parte de la comunidad internacional. Los europeos son muy buenos con las palabras, pero no con las acciones”.

Ante la inminente visita a Irán, Grossi describió el pacto nuclear como “una carcasa vacía, cuyos acuerdos nadie tiene la obligación de cumplir. Todos los límites han sido violados varias veces”. Pese a su insistencia en que “se necesita mucho diálogo político”, todos dan por hecho el fracaso. “El acuerdo nuclear cayó de la agenda hace meses”, reconoció en enero Ned Price, portavoz del departamento de estado de EE.UU.