Guerra en Gaza

Israel anuncia «pausas tácticas» para facilitar la entrada de ayuda humanitaria en Gaza pero mantiene la ofensiva en Rafah

La decisión de la Knéset de prolongar la exención de los ultraortdoxos para servir en el Ejército aviva las manifestaciones multitudinarias contra el Gobierno de Netanyahu

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron el domingo a las siete y media de la mañana que, a partir de ese momento, realizarían «pausas tácticas» en las horas del día en su ofensiva en Gaza para que la entrega de ayuda humanitaria se efectuase en mayores cantidades. Estas pausas se llevan a cabo a lo largo de una de las principales carreteras de la Franja en un momento en el que las agencias de la ONU han suspendido las entregas desde un muelle construido por Estados Unidos por no querer poner en peligro a sus trabajadores.

Las FDI dijeron que la pausa comenzaría en el área de Rafah a las 8 de la mañana y permanecería en vigor hasta las 7 de la tarde a lo largo de la carretera principal de Saladino para permitir que los camiones de ayuda transiten entre el cruce de Kerem Shalom desde Israel, agregando que la pausa se llevaría a cabo todos los días hasta nuevo aviso.

Y mientras los militares entendían que la decisión era coherente con la directiva de Benjamin Netanyahu de aumentar la ayuda al enclave palestino –por presión internacional, particularmente de Estados Unidos, y por las resoluciones de los organismos internaciones–, la oficina del primer ministro negaba que este estuviera al tanto de esa acción. «Cuando el primer ministro escuchó el domingo por la mañana los informes sobre una pausa humanitaria de 11 horas al día, dijo a su secretario militar que eso es inaceptable», dijo un portavoz al ente público Kan. «Después de que se aclaró la situación, se comunicó al primer ministro que no había habido cambios en la política de las FDI y que los combates en Rafah continuarían según lo planeado».

También fuentes cercanas al ministro de Defensa, Yoav Gallant, dijeron que el ministro no tenía conocimiento de la decisión de suspender los combates en la zona. Dijeron a la Radio del Ejército que, según Gallant, el gabinete no había aprobado ninguna decisión de este tipo.

Y también hubo críticas: el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, además de insistir en que el gabinete no había sido informado, dijo: «Quien haya decidido una ‘tregua táctica’ con el objetivo de un paso humanitario, especialmente en un momento en el que nuestros mejores soldados están cayendo en la batalla, es un idiota y un tonto al que no se le debe permitir permanecer en su posición», afirmó en un comunicado.

Varios oficiales del Ejército rechazaron las críticas y negaron que el gobierno no hubiera sido informado. También dijeron que la pausa estaba siendo coordinada con las Naciones Unidas y las agencias de ayuda internacionales. El acuerdo tiene como objetivo reducir la necesidad de coordinar las entregas al proporcionar un período ininterrumpido para que los camiones entren y salgan del cruce.

El Ejército también dijo que la decisión era militar tomada bajo la autoridad del comandante del Comando Sur y enfatizó que los combates en el sur de la Franja de Gaza, incluida Rafah, continuarían. Desde que las tropas israelíes entraron en la ciudad más meridional de Gaza, Rafah, ese cruce ha dejado de funcionar y los camiones de ayuda se acumulan.

Manifestaciones multitudinarias

Once soldados israelíes murieron en Gaza durante el fin de semana, y estas muertes se recibieron al tiempo que la Knéset (Parlamento) ha dado continuidad a la ley que exime a los ultraortdoxos de servir en el Ejército y ha aumentado el tiempo de servicio de los reservistas. El sábado por la noche, miles de manifestantes en diferentes ciudades del país rabiaban contra esta situación señalando que la «sangre de todos es igual», pidiendo elecciones anticipadas, la dimisión de Netanyahu, un acuerdo con Hamás y un alto el fuego.

Los organizadores de las manifestaciones antigubernamentales han anunciado una semana de movilizaciones en las que pretenden sacar a las calles a un millón de israelíes para presionar al Gobierno.

Con las muertes de hoy, ya son 311 los soldados fallecidos desde el 27 de octubre, cuando comenzó la operación terrestre en la franja.

El jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Herzl Halevi, dijo este domingo durante una visita a las tropas en Gaza que el alistamiento de individuos ultraortodoxos en edad de reclutamiento es «una necesidad obvia», detallando que cada batallón regular releva a miles de soldados de reserva.