Independencia de Reino Unido

Johnson equipara a la UE con Hitler y Napoleón

El ex alcalde de Londres provoca una tormenta política con su dura campaña a favor del «Brexit»

El ex alcalde de Londres Boris Johnson lleva un casco de seguridad durante un acto de campaña en Christchurch
El ex alcalde de Londres Boris Johnson lleva un casco de seguridad durante un acto de campaña en Christchurchlarazon

El ex alcalde de Londres provoca una tormenta política con su dura campaña a favor del «Brexit»

La campaña del referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea sube de tono y ahonda las divisiones en dentro del partido «tory» del primer ministro, David Cameron, mientras los sondeos auguran un reñido resultado el 23 de junio.

Liberado de la carga que suponí­a la Alcaldía de Londres en sus propósitos para hacerse con el liderazgo del Partido Conservador, Boris Johnson, convertido en el principal defensor del «Brexit», disparaba ayer desde Bristol contra la UE. «Les digo que si votamos irnos el 23 de junio y retomamos el control de este paí­s, de nuestra democracia y de nuestra economí­a, entonces podremos prosperar, crecer y florecer como nunca antes», clamó Johnson, que recorre el paí­s en autobús con el eslogan «Vote leave» (Vota salir).

Sin embargo, su verdadera andanda contra Bruselas llegó a través de unas declaraciones a «The Sunday Telegraph» en las que el ex alcalde londinense compara el proyecto europeo con la Europa de Napoleón y Hitler, lo que ha provocado una intensa humareda en todo el continente. «Napoleón, Hitler y otros muchos lo intentaron y acabaron trágicamente. En cambio, la UE lo intenta con métodos diferentes», sostiene. Según Johnson, los últimos 2.000 años de la historia de Europa se caracterizan por «repetidos intentos de unificación» bajo un Gobierno central con la intención de emular los «años dorados» del Imperio Romano. «Pero el problema de fondo sigue siendo el mismo: no hay una lealtad fundamental a la idea de Europa», sostiene el diputado conservador. «No hay una autoridad que la gente respete o comprenda. Y esto está causando un profundo vací­o democrático», señala.

En la misma entrevista, el dirigente euroescéptico atribuye a los «desastrosos» errores de la UE la multiplicación de los conflictos entre los Estados miembros a causa de la hegemonía económica de Alemania, que «ha destruido el poder de la industria del automóvil en Italia» y ha sometido a la economía griega. «El euro se ha convertido en un medio por el que la superior productividad alemana es capaz de obtener una ventaja absoluta en la eurozona», explica. De ahí que apele al papel de fiel de la balanza jugado durante siglos por Gran Bretaña en el Viejo Continente. «A los británicos se les presenta la oportunidad de ser los héroes de Europa y actuar como una voz de moderación y sentido común y parar algo que está fuera de control», asegura.

Las declaraciones de Johnson provocaron las inmediatas crí­ticas de la oposición laborista, que hace campaña a favor de la permanencia en la UE. La ex ministra de Trabajo Yvette Cooper le acusó de «juego sucio». «Cuanto más remueve este tipo de afirmaciones histéricas, más expone su vergonzosa falta de criterio, su voluntad de ser lo más cismático y lo vací­o de sus argumentos».

Por el contrario, Nigel Farage, lí­der del euroescéptico Partido para la Independencia de Reino Unido (UKIP) y principal defensor del «Brexit», se muestra encantado con la agresiva campaña de Johnson, del que se confiesa «fan» y llega a comparar con Ronald Reagan. «Me encanta Boris. Le respeto, lo admiro. Soy un fan de Boris. ¿Podrí­a trabajar para él? Sí­. ¿Podrí­a contemplar una situación en la que él fuera primer ministro y entonces me pidiera hacer algo? No lo descartaría», aseguró tras sugerir que el ex alcalde releve a Cameron al frente del Gobierno si pierde el referéndum.

Mientras, el cada día más cuestionado primer ministro llama al bolsillo de los votantes. «Salir de la UE», machaca Cameron allá donde va, «le costará a cada hogar británico 4.300 libras esterlinas anuales», unos 5.400 euros. «Si votamos irnos el 23 de junio, estaremos votando a favor de precios más altos, a favor de menos puestos de trabajo, de un menor crecimiento. Estaremos votando potencialmente por una recesión», advirtió el líder «tory» desde Whitney, cerca de Oxford.