Política

Berlín

La libertad tras el gulag

Jodorkovski se reúne con su familia después de diez años en prisión y avisa de que «queda mucho por hacer en Rusia»

Jodorkovski abraza a su madre Marina ayer en Berlín
Jodorkovski abraza a su madre Marina ayer en Berlínlarazon

MOSCÚ- Los tiempos de Stalin y el gulag quedaron atrás, pero el sistema penitenciario de un país tan inmenso e inhóspito como Rusia todavía guarda rincones muy crudos, los que seguro conocerás si eres condenado como enemigo número uno del presidente Vladimir Putin. Mijail Jodorkovski ha pasado buena parte de la última década recluido en un penal de Siberia occidental, a miles de kilómetros de su familia y donde los paseos en el patio son a temperaturas a doble dígito bajo cero durante casi la mitad del año. El que fuese el hombre más rico del país en los noventa, criado en una modesta familia moscovita de ingenieros y que como todos los oligarcas amasó su fortuna en las privatizaciones que siguieron a la caída de la URSS, se vio casi de la noche a la mañana cosiendo manoplas e incluso en una ocasión atacado por otro preso a punta de cuchillo. Por otra parte, lo habitual en un lugar así. Semejante experiencia hubiese quebrado el espíritu reivindicativo de la mayoría, pero a la vista de sus primeros movimientos y declaraciones públicas tras la excarcelación, no el de Jodorkovski. El ex magnate del petróleo concedió ayer una entrevista a la revista semanal rusa «The New Times», con la que ya colaboró en alguna ocasión desde la cárcel. Aunque el texto completo de la entrevista no se publicará hasta este lunes, sí se han dado a conocer algunos extractos de la misma: «Tras diez años en prisión la sensación de libertad ahora resulta increíble. Pero todavía queda mucho por hacer, la liberación de presos que aún están en la cárcel, sobre todo la de Platón Lebedev (su antiguo socio). Ahora lo más importante es libertad, libertad y libertad». El antiguo dueño de Yukos, acusado de fraude fiscal en 2003 y juzgado en un proceso de dudosas garantías, recibió en 2005 una condena ejemplar con la que Vladimir Putin quiso a su llegada al poder marcar territorio con los oligarcas que controlaron el país durante la era Yeltsin. Jodorkovski está en libertad desde el viernes por indulto del propio presidente ruso que, sintiéndose afianzado en el poder, ha querido hacer un guiño a Occidente con el que rebajar la tensión de cara a los inminentes Juegos Olímpicos de invierno que acoge Sochi el próximo mes de febero. El motivo oficial fueron «razones humanitarias», pues su madre sufre cáncer.

Jodorkovski continúa en Berlín, a donde se trasladó el viernes una vez excarcelado, pues en un conocido hospital de la capital alemana su madre recibe tratamiento médico. Ayer se reencontró con su hijo mayor, Pavel, de 28 años y que vive en Estados Unidos. «Es un día para la familia», dijo su portavoz Christian Hanne, a la agencia Ap. Hoy está previsto que ofrezca su primera rueda de prensa, en medio de una gran expectación. Si la noticia de su indulto y excarcelación tuvo importante eco en todo el mundo, todavía más tuvo en Alemania, donde se celebra como una victoria de la diplomacia germana, y más en concreto del ex ministro de Exteriores Hans-Dietrich Genscher, que lideró personalmente las negociaciones con Putin. Se espera que en la rueda de prensa Jodorkovski ofrezca pistas sobre sus planes de futuro. Se sabe que recibió un visado de ingreso en Alemania que le permite desplazarse libremente por el espacio Schengen durante un año. Según «Der Spiegel», su siguiente destino sería Suiza. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, recordó ayer que «no existe ningún impedimento legal para que Jodorkovski regrese a Rusia cuando quiera». También informó de que el antiguo dueño de Yukos no escribió una sino dos cartas a Putin pidiendo el indulto, una breve y oficial, y otra más extendida y en tono personal, de la que no se tuvo noticia hasta ayer.

El Gobierno de EE UU, en boca de su secretario de Estado, John Kerry, emitió ayer un comunicado oficial comentando el indulto: «Damos la bienvenida al perdón y la salida de la cárcel de Jodorkovski. Hemos expresado repetidamente nuestras preocupaciones sobre las investigaciones selectivas y las violaciones judiciales en Rusia. Animamos a una reforma judicial en el país para establecer un sistema transparente, independiente y creíble».

¿Futuro en política?

El oligarca contará hoy a los medios sus planes para el futuro tras pasar diez años en la cárcel. Todo apunta a que vivirá en el extranjero y estará al frente de organizaciones en favor de la libertad de los presos políticos y los Derechos Humanos, aunque también podría volver a retar al presidente Putin a través de un partido político opositor en Rusia.