La primera crisis del Gobierno de Letta

Era difícil que Enrico Letta tuviera un inicio más accidentado para su Gobierno. Mientras el nuevo primer ministro y los otros miembros de su gabinete estaban jurando sus cargos, Luigi Preiti les quitaba parte del protagonismo de la jornada con su tiroteo frente a la sede del Ejecutivo. El nuevo titular de Interior, el delfín de Silvio Berlusconi, Angelino Alfano, tuvo que ponerse a trabajar de inmediato para aclarar el atentado. Tras hablar con los responsables de las fuerzas de seguridad, Alfano, quien es además el «número dos» del Gobierno, tranquilizó a la opinión pública diciendo que no había más riesgos de ataques al considerar la acción de Preiti un episodio aislado. En cualquier caso, se decidió reforzar la seguridad de los posibles objetivos de atentados terroristas por el temor a que otras personas con situaciones personales desesperadas como Preiti quisieran emularle. Alfano transmitió además el respaldo y el agradecimiento de parte de todo el Ejecutivo tanto al cuerpo de Carabineros como a las familias de los dos agentes y de la embarazada que resultaron heridos. Hará bien el nuevo Gobierno en no tomarse a broma el episodio de ayer frente al Palacio Chigi. Muestra que cada vez más ciudadanos que se encuentran en situaciones angustiosas debido a la crisis hacen de los símbolos del Estado, como los políticos o las fuerzas de seguridad, su objetivo. El propio Letta dijo cuando recibió el encargo de formar el Ejecutivo que su prioridad será afrontar la «emergencia» laboral. Preiti era uno de los millones de italianos que llevan demasiado tiempo esperando soluciones en este sentido.