Perfil

León XIV, el primer Papa de la historia de Estados Unidos y anti Donald Trump

En su época como cardenal no dudó en mostrarse crítico con las agresivas políticas migratorias del presidente estadounidense

"Habemus Papam". Pasadas las 19:00 horas se daba a conocer el nombre del nuevo Pontífice, el cardenal agustino estadounidense Roberto Francisco Prevost, que será conocido como el Papa León XIV. Convertido en el Pontífice número 267 de la Iglesia Católica, también pasará a la historia por ser el primer Papa de la historia de Estados Unidos.

Nacido el 14 de septiembre de 1955 en Chicago (69 años), Prevost no dudó en mostrar su clara oposición a las ideas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuando éste ganó las elecciones. Pese a ser un hombre discreto y poco mediático, el nuevo Pontífice mostró su rechazo públicamente a las agresivas políticas migratorias de Trump.

Y tampoco tuvo reparos en criticar la actitud del Gobierno de Perú, donde pasó 18 años de su vida, dirigiendo seminarios, formando sacerdotes y trabajando en barrios marginados de Trujillo y, sobre todo, como obispo de Chiclayo. A sus 22 años entró en el seminario de la Orden de los Agustinos hasta que se ordenó sacerdote a los 27 en el año 1982. No tardó mucho en marcharse a Perú como misionero, donde también consiguió la nacionalidad peruana. Pero su experiencia misionera terminó cuando le hicieron prior general de la Orden Agustina.

No obstante, pese a su participación en las redes sociales, lo que le convierte en un Pontífice al día con los nuevos canales de comunicación, el Papa León XIV es definido como una persona afable, atenta, cultivada, que sabe escuchar y que conoce en profundidad los temas importantes sobre los que discute.

Hace dos años, el Papa decidió acercarle al Vaticano y fue nombrado Prefecto del Dicasterio de los Obispos, el ministerio que ayuda al papa en la selección de obispos en todo el mundo. Ese cargo lo compagina con la presidencia de la Comisión Pontificia para Latinoamérica, una región que ha marcado su vida y a la que, obviamente, el Papa Francisco daba muchísima importancia. También fue ordenado cardenal en ese año 2023 que certificó la gran confianza que depositaba en él Francisco.